Plan de LulaEl mercado ya estaba esperando un déficit el próximo año, pero aproximadamente a la mitad del que está propuesto, agregó Latif, quien también criticó que Bolsonaro empleara en repetidas ocasiones reformas constitucionales para eludir el tope de gastos.
Algunos de los comentarios de Lula han provocado recelo entre los inversionistas. El 10 de noviembre pronunció un apasionado discurso en la capital, Brasilia, en el que se comprometió a priorizar el combate contra el hambre sin importar las preocupaciones del mercado.
“Si cuando concluya este mandato todos los brasileños ya tuvieron nuevamente café, almuerzo y cena , entonces habré cumplido con la misión de mi vida”, dijo con la voz entrecortada. Luego criticó la fijación del mercado con su disciplina fiscal y dijo que es momento de un “nuevo paradigma”. Ese día la moneda perdió 4% de su valor frente al dólar.
“No tiene caso pensar únicamente en la responsabilidad fiscal, porque tenemos que empezar a pensar en la responsabilidad social”, declaró Lula el jueves. Añadió que el límite de gastos le quita dinero a la salud, la educación, la tecnología y la cultura.
“Ah, pero si digo eso, el mercado bursátil se va a desplomar, el dólar va a subir”, continuó. “Tengan paciencia. Porque el dólar no sube y la bolsa no cae por personas que hablan en serio, sino por los especuladores”.
La propuesta de Lula tendrá que pasar por las dos cámaras del Congreso antes de que concluya el año para poder entrar en vigor en 2023. El presidente del Senado, Rodrigo Pacheco, quien acompañó a Lula a Egipto, ha dicho que está a favor de retirar el programa de bienestar del límite de gastos.
Los economistas señalan que el primer mandato de Lula, de 2003 a 2006, estuvo marcado por la responsabilidad fiscal, aun mientras sus políticas sacaban a decenas de millones de personas de la pobreza. El gasto aumentó en su segundo mandato, en respuesta a la crisis financiera global de 2007-2008.
Los temores se derivan principalmente del mandato de su sucesora, Dilma Rousseff, también del Partido de los Trabajadores. Durante sus dos periodos como presidenta, continuó y expandió las medidas de Lula, y la mayor economía de Latinoamérica cayó en su peor recesión en un siglo.
Rousseff eventualmente fue destituida por violar las leyes de responsabilidad fiscal. Su sucesor introdujo el límite de gastos en 2016 para recuperar la confianza de los mercados.
“La gente ve a Lula como si fuera Dilma”, dijo la economista brasileña Monica de Bolle, profesora en la Universidad Johns Hopkins. “Pero Dilma no escuchaba a nadie. Lula es completamente distinto: Es un animal político, no un tecnócrata. Más que nada, Lula es muy pragmático”.
La elección de Lula para vicepresidente es un claro ejemplo: Geraldo Alckmin, un antiguo adversario centroderechista, fue gobernador durante tres periodos del estado de Sao Paulo, el motor económico de Brasil.
Henrique Meirelles, expresidente del banco central y exministro de Finanzas que fue un férreo defensor de la creación del límite de gastos, también ha respaldado las gestiones de Lula para garantizar el aval para los gastos adicionales que cubrirán la continuación del programa social.
“No hay contradicción entre la responsabilidad fiscal y la responsabilidad social”, afirmó Meirelles en Twitter. “La responsabilidad fiscal permite la sostenibilidad (del gasto público). El presidente electo Lula gobernó con mucho éxito, siguiendo esa línea, y creo que volverá a seguir esa línea”.