
Las tensiones por el programa nuclear de rápido avance de la República Islámica se intensificaron y Teherán tomó represalias rápidamente, disparando un enjambre de aviones no tripulados hacia su adversario mientras el líder supremo del país, el ayatolá Alí Jamenei, advertía de un “castigo severo”.
Países de la región condenaron el ataque de Israel y líderes de todo el mundo pidieron una desescalada inmediata por ambas partes.
El ejército israelí explicó que unos 200 aviones participaron en el ataque inicial contra unos 100 objetivos. Dos funcionarios de seguridad dijeron que la agencia de espionaje israelí, Mossad, pudo posicionar drones explosivos dentro de Irán con anticipación y activarlos para atacar lanzadores de misiles en una base iraní cerca de Teherán.
Además, Israel introdujo de contrabando armas de precisión en el centro de Irán, así como sistemas de ataque en vehículos, que se activaron cuando la ofensiva comenzó a golpear las defensas aéreas iraníes.
Los funcionarios hablaron bajo condición de anonimato para discutir las misiones altamente secretas y no fue posible confirmar sus afirmaciones de forma independiente. Las autoridades no realizaron comentarios oficiales.
El operativo israelí alcanzó varias instalaciones, incluyendo la principal planta de enriquecimiento nuclear del país en Natanz, donde se podía ver una columna de humo negro. Más tarde, Israel dijo que también había destruido decenas de instalaciones de radar y de lanzamiento de misiles tierra-aire en el oeste de Irán.
Entre los muertos estaban tres de los principales líderes militares de Irán: uno que supervisaba el conjunto de las fuerzas armadas, el general Mohammad Bagheri; otro que dirigía la Guardia Revolucionaria, el general Hossein Salami, y el responsable del programa de misiles balísticos de la Guardia, el general Amir Ali Hajizadeh.
Irán confirmó los tres decesos, lo que supone un duro golpe para el gobierno de Teherán y complicará los esfuerzos para tomar represalias contra Israel.
Jamenei apuntó que otros altos funcionarios militares y científicos también habían fallecido.
En respuesta, Irán lanzó más de 100 drones hacia Israel, e Irak y Jordania confirmaron que habían sobrevolado su espacio aéreo. Israel dijo que los drones estaban siendo interceptados fuera de su espacio aéreo, y no estuvo claro de inmediato si alguno superó sus defensas antiaéreas.
En su primera declaración pública sobre los ataques, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, instó nuevamente a Irán a llegar a un acuerdo con Washington sobre su programa nuclear, advirtiendo en su plataforma Truth Social que la ofensiva israelí “solo empeorará”.
Sin aclarar si estaba al tanto sobre los planes concretos de Israel, Trump dijo que “todavía hay tiempo para poner fin a esta masacre, cuyos próximos ataques, ya planeados, serán aún más brutales”.
“Irán debe hacer un trato, antes de que no quede nada, y salvar lo que en su día se conoció como el Imperio Persa”, escribió. “No más muerte, no más destrucción, HÁGANLO, ANTES DE QUE SEA DEMASIADO TARDE”.
Washington había pedido a Israel que no lanzara un ataque durante las negociaciones sobre el programa de enriquecimiento nuclear de Irán. Afirmó que no estuvo involucrado en el ataque y advirtió que no deben lanzarse represalias contra intereses o personal estadounidenses.
Aun así, parecía probable que Estados Unidos sospechara que podría estar preparándose una operación, porque Washington retiró el miércoles a algunos diplomáticos estadounidenses de la capital de Irak, Bagdad, y ofreció evacuaciones voluntarias para las familias de las tropas estadounidenses en la región.
Israel habla de ataque preventivo a programa nuclear iraní
Los líderes israelíes describieron el ataque preventivo como una lucha por la supervivencia de su nación y dijeron que era necesario para evitar la amenaza inminente de que Irán construyera bombas nucleares, aunque sigue sin estar claro cómo de cerca está el país de lograrlo o si realmente Teherán había estado planeando un ataque pronto. Irán mantiene que su programa nuclear tiene solo fines civiles.
“Podría ser un año. Podría ser en unos pocos meses”, dijo el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, mientras prometía continuar atacando a Irán durante el tiempo que fuera necesario para “eliminar esta amenaza”.
“Esta es una amenaza clara y presente para la propia supervivencia de Israel”, agregó.
Durante el último año, Israel ha atacado las defensas antiaéreas de Irán, golpeando un sistema de radar de una batería de defensa aérea de fabricación rusa en abril de 2024 y sitios de misiles tierra-aire y fábricas de misiles en octubre.
Israelíes nerviosos se dirigieron rápidamente a los supermercados en Tel Aviv, Jerusalén y otros lugares para comprar agua embotellada y otros suministros, y difundieron mensajes en grupos de WhatsApp aconsejándose mutuamente preparar sus refugios para un posible uso a largo plazo.
En Irán, los museos cerraron sus puertas y comenzaron a trasladar las piezas valiosos a cámaras de seguridad para protegerlos, de acuerdo con la agencia de noticias Borna, afiliada al estado.
Irán afirma que Israel atacó zonas residenciales
Israel “extendió su mano malvada y manchada de sangre para cometer un crimen en nuestro amado país, revelando su naturaleza maliciosa más que nunca al atacar centros residenciales”, señaló Jamenei en un comunicado.
Para Netanyahu, la operación desvía la atención de la cada vez más impopular guerra de Israel en Gaza, que comenzó hace más de 20 meses.
Existe un amplio consenso entre la población israelí de que Irán es una amenaza, y el líder de la oposición en el país, Yair Lapid —un crítico de Netanyahu—, ofreció su “apoyo total” a la misión contra Irán. Pero si las represalias iraníes causan bajas israelíes significativas o grandes alteraciones en la vida cotidiana, la opinión pública podría cambiar rápidamente.
El grupo político-paramilitar libanés Hezbollah, respaldado por Irán, emitió un comunicado en el que ofreció sus condolencias y condenó el ataque, pero no amenazó con unirse a Irán en su respuesta. La última guerra entre Hezbollah e Israel —en la que falleció parte de la cúpula directiva de la milicia— terminó en noviembre con un alto el fuego mediado por Estados Unidos.
Netanyahu mostró su esperanza porque los ataques desencadenasen la caída de la teocracia iraní y dijo que su mensaje a la población iraní era que la lucha no era contra ellos, sino contra la “dictadura brutal que los ha oprimido durante 46 años”.
“Creo que el día de su liberación está cerca”, manifestó el líder israelí.
Múltiples puntos de la capital iraní fueron alcanzados en una operación cuyo objetivo, según Netanyahu, eran tanto sitios nucleares como militares. Israel también atacó a funcionarios que dirigen el programa nuclear de Irán y su arsenal de misiles balísticos. El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) confirmó que la instalación de enriquecimiento de uranio de Irán en Natanz fue blanco de ataques, y dijo que estaba monitoreando los niveles de radiación.
El ataque a Irán empujó al límite a las fuerzas militares israelíes, y requirió el uso de envejecidos aviones de reabastecimiento de combustible en pleno vuelo para acercar sus aviones de combate lo suficiente como para atacar. No estaba claro por el momento si los aviones israelíes entraron en el espacio aéreo iraní o si dispararon los llamados “misiles de largo alcance” desde fuera. Personas en Irak escucharon aviones de combate sobrevolando en el momento del ataque. En el pasado, Israel ya lanzó ataques contra Irán desde la frontera con Irak.
Aumento de tensiones en las semanas previas
La posibilidad de un ataque de Israel contra Irán había sido evidente durante semanas a medida que crecía la preocupación sobre el programa nuclear iraní.
Una vez que comenzó el operativo, la embajada de Estados Unidos en Jerusalén emitió una alerta en la que ordenó a los trabajadores del gobierno estadounidense y a sus familias que se refugiaran hasta nuevo aviso.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, afirmó que Israel tomó una “acción unilateral contra Irán” y que había informado a Washington de que creía que los ataques eran necesarios para su autodefensa.
“No estamos involucrados en ataques contra Irán y nuestra máxima prioridad es proteger a las fuerzas estadounidenses en la región”, aseveró Rubio en un comunicado emitido por la Casa Blanca.
Trump tiene previsto asistir a una reunión de su Consejo de Seguridad Nacional el viernes en la Sala de Situación de la Casa Blanca, donde se espera que discuta el conflicto con sus principales asesores.
Durante años, Israel ha dicho que está decidido a impedir que Irán desarrolle armas nucleares. La Junta de Gobernadores del OIEA censuró a Irán el jueves por primera vez en 20 años por su negativa a trabajar con sus inspectores. Tras eso, Teherán anunció que establecería un tercer sitio de enriquecimiento de uranio y que cambiaría algunas centrifugadoras por otras más avanzadas.
Aun así, hay múltiples evaluaciones sobre cuántas armas nucleares podría construir, si decidiera hacerlo. Irán necesitaría meses para ensamblar, probar y desplegar cualquier arma, lo que hasta ahora ha dicho que no tiene deseo de hacer. Las agencias de inteligencia de Estados Unidos también han indicado que Irán no tiene un programa de armas nucleares en este momento.
En una señal de las implicaciones del conflicto, Israel cerró su principal aeropuerto y el crudo Brent se disparó casi un 8% tras la noticia del ataque israelí.
Federman y Frankel informaron desde Jerusalén. Los periodistas de The Associated Press Nasser Karimi, Amir Vahdat y Mehdi Fattahi en Teherán, Irán; Melanie Lidman y Sam Mednick en Tel Aviv, Israel; Eric Tucker en Washington; Bassem Mroue y Abby Sewell en Beirut, Líbano, y David Rising en Bangkok contribuyeron a este despacho.
Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.
JON GAMBRELL is the news director for the Gulf and Iran for The Associated Press. He has reported from each of the Gulf Cooperation Council countries, Iran and other locations across the world since joining the AP in 2006.
JOSEF FEDERMAN manages coverage of Israel, the Palestinian territories and Jordan and has covered the Middle East for The AP for two decades..
JULIA FRANKEL is an Associated Press reporter in Jerusalem.
(AP Foto/Vahid Salemi)