
“Tuve una experiencia extracorporal y no estaba alterada por las drogas”, rememoró.
Tenía apenas 22 años cuando actuó en el concierto histórico que también incluyó a Jimi Hendrix, The Grateful Dead y Joan Baez. Melanie había esperado por horas y horas para actuar, sentada a un costado del escenario mientras veía a Richie Havens y otros completar sus presentaciones.
“El terror seguía apoderándose de mí. La idea de cantar frente a todas esas personas en ese enorme escenario — yo estaba sola”, dijo. “Entonces empezó a llover y realmente creí que todos se levantarían y se irían a casa. Está lloviendo, soy libre, volveré a mi vida de antes. Quizás sea arqueóloga; quizás me una a los Cuerpos de Paz. Ahí fue cuando me dijeron, ‘Tú sigues’”.
Se suponía que era el turno de la Incredible String Band, pero “ellos estaban preocupados de electrocutarse”, recordó Melanie. “Yo no sabía de electricidad. Sólo salí y mi vida no volvió a ser la misma. Fue todo un despertar espiritual”.
Melanie, cuyos éxitos incluyen “Brand New Key” y “Lay Down (Candles in the Rain)”, fue una de las pocas intérpretes femeninas en Woodstock. Aunque el evento es recordado como un concierto revolucionario, dijo que “lo último que pensaba era que sería un evento histórico”.
“La gente decía cosas como, ‘Ay, viene Bob Dylan. Ay no, ya no. Quizás venga este grupo. Oh, este grupo viene’. Creo que porque la gente se estaba retirando, estaban cancelando porque sabían que era un caos”.

Las barreras casi invisibles tenían una ventaja adicional, dijo complacido el director, Eike Schmidt, tras comprobar que los vidrios funcionan bien: Al no ser necesarios cordones para mantener alejados a los visitantes, la gente podrá ver más de cerca las obras.
“A veces tocan el vidrio con sus narices”, dijo Schmidt, un historiador del arte alemán que en el 2015 pasó a ser el primer extranjero que dirige los Uffizi. “Lo vemos todas las mañanas, porque todas las mañanas limpiamos los vidrios y vemos las marcas de varias narices”.
Bajo la dinámica dirección de Schmidt, los Uffizi se han renovado y los ingresos han aumentado. Se retocaron las salas para exponer mejor las obras de artistas renacentistas como Botticelli, Rafael, Miguel Ángel y Leonardo da Vinci. Un video en el que Schmidt invita a Ed Sheeran, The Cure, Eddie Vedder y sus aficionados coincidiendo con un festival de música rock trató de ampliar la audiencia.
Pero, ¿este renacimiento de los Uffizi y de otros museos italianos estará llegando a su fin?
El gobierno populista que asumió el año pasado y un creciente sentimiento nacionalista están remeciendo los museos administrados por el estado. Reformas aprobadas en el 2014 por un gobierno izquierdista dieron considerable autonomía a instituciones venerables pero a veces un tanto anquilosadas. Y ha surgido un movimiento de contrarreforma que amenaza con volver a centralizar el manejo de fondos y con dejar nuevamente en la burocracia de Roma la toma de decisiones.

“Es una carta de amor a una ciudad que amamos, una carta de amor a la industria, a la producción del cine y la televisión”, dijo Pitt sobre la cinta de Quentin Tarantino acerca de la vida de un actor y su doble en la que Pitt actúa por primera vez en la pantalla grande con DiCaprio.
DiCaprio interpreta a Rick Dalton, un actor de westerns cuya carrera está en declive. Pitt es Cliff Booth, su doble para escenas peligrosas y su mejor amigo.
“Había una vez... en Hollywood”, que se estrena el 23 de agosto en México, transcurre en 1969 durante tres días de la vida de Dalton, Booth y la actriz de la vida real Sharon Tate (Margot Robbie), quien fue asesinada por el clan Manson.
Al tratarse de personajes que realizan películas de vaqueros, no podían faltar escenas de acción y en una de ellas Booth termina en una pelea con Bruce Lee (Mike Moh).
“Traté de no hacer el ridículo. Michael Moh es un maestro increíble de las artes marciales y tuvo que bajar el ritmo para mí”, dijo Pitt, quien saludó a decenas de fans en su paso por la alfombra roja vestido con un traje caqui y un sombrero fedora color marrón.
Previamente se había anunciado que Tarantino estaría presente, pero Pitt se disculpó porque el director no pudo asistir debido a un asunto médico.
“No hay nada que le guste a él más que estar aquí y verlos, y hablar de la película”, dijo. “Tuvo un asunto médico y no pudo estar aquí, pero les manda amor”.
“Once Upon a Time...” es la novena película de Tarantino, y según lo que ha dicho, sería su penúltimo filme, por lo que le quedaría una oportunidad más de presentar una película en México.

La actriz, escritora y música se integró a la Serie de Directores Visionarios de Pornhub con “Her & Him”, que también se proyectará en el Festival de Cine de Odenburg, en Alemania, del 11 al 15 de septiembre.
Su cinta, en la que habrá un enorme cuchillo y, obviamente, pornografía, narra una historia similar a la de Romeo y Julieta ente los protagonistas, dijo el vicepresidente de Pornhub, Corey Price, en un comunicado. Su amor es osado y “trasciende el tiempo y el espacio”.
Thorne sigue los pasos del rapero Young M.A. y de la cantante Brooke Candy, quienes también participaron en la serie cinematográfica.
La actriz ha creado una oscura y sumamente personal colección de poesías y en su adolescencia participó en le serie “Shake It Up” de Disney Channel. Además, coprotagonizó la cinta “The DUFF”.

Domingo, considerado como uno de los mejores cantantes de ópera de todos los tiempos, es también un prolífico director de orquesta y director de la Ópera de Los Ángeles. Ganador de varios premios Grammy, es una figura muy respetada en su exclusivo mundo, descrito por compañeros como un hombre de prodigioso encanto y energía que trabaja sin descanso para promocionar su rama artística.
Sin embargo, sus acusadoras y otras personas de la industria dicen que hay un lado problemático de Domingo, de 78 años, un secreto a voces desde hace tiempo en el mundo de la ópera.
Ocho cantantes y una bailarina dijeron a AP que sufrieron acoso sexual del superastro español, que lleva décadas casado, en encuentros a lo largo de tres décadas a partir finales de la década de 1980, en ocasiones en compañías de ópera en las que él ocupaba puestos de alta dirección.
Una acusadora dijo que Domingo metió la mano dentro de su falda, y otras tres dijeron que forzó besos húmedos en la boca en un vestuario, una habitación de hotel y una comida de trabajo.
“Una comida de trabajo no es rara”, dijo una de las cantantes. “Que alguien intente agarrarte la mano durante una comida de trabajo es raro, o que te ponga la mano en la rodilla es un poco raro. Siempre te estaba tocando de alguna manera, y siempre besándote”.
Además de las nueve acusadoras, otra media docena de mujeres dijo a AP que las proposiciones sexuales de Domingo les hicieron sentir incómodas. Una cantante dijo que le pidió varias veces salir en una cita tras contratarla para cantar una serie de conciertos con él en la década de 1990.