
Este martes, autoridades detuvieron a Luis García Villagrán , líder de una organización no gubernamental local en la ciudad de Tapachula, en el estado de Chiapas, por presuntos delitos relacionados con su trabajo con migrantes.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, dijo durante su rueda de prensa diaria el miércoles que él “no era un activista” sino que estaba vinculado al tráfico de personas, y “ese es el delito”.
Sheinbaum afirmó que había una orden de arresto pendiente contra García Villagrán desde hacía años. Se desconocía por qué esta figura pública y de gran franqueza no había sido arrestada antes.
Más tarde el miércoles, las autoridades mexicanas informaron en un comunicado que los investigadores habían identificado una red de tráfico de migrantes que utilizaba diversas organizaciones y fundaciones como fachada para el tráfico de migrantes y drogas a través de México. No proporcionaron más detalles.
El comunicado conjunto de la Procuraduría General de la República y las fuerzas de seguridad indicó que el presunto papel de García Villagrán era obtener documentación falsa a los migrantes para permitirles cruzar México.
El grupo de migrantes que salió de Tapachula, cerca de la frontera con Guatemala, fue pequeño en comparación con las caravanas migrantes de años anteriores . Ha habido muy poco movimiento de migrantes en público desde que el presidente estadounidense Donald Trump asumió el cargo en enero, aunque las cifras de migración venían disminuyendo incluso antes.
Quienes caminaron el miércoles dijeron que su objetivo no era llegar a Estados Unidos, sino al centro de México. Se quejaron de que llevaban meses esperando para legalizar su estatus o recibir asilo.
En los últimos años, el gobierno mexicano ha trabajado para contener a los migrantes en el sur de México, lejos de la frontera con Estados Unidos. En ocasiones, esta estrategia ha incrementado el número de migrantes en Tapachula, hasta el punto de que cientos de ellos emprenden marchas de protesta. Chiapas es el estado más pobre de México y los migrantes se quejan de la escasez de trabajo y vivienda disponible.
El miércoles, Johnny López, de Ecuador, caminó con su esposa y sus tres hijos, incluyendo un bebé nacido en Tapachula. Habían esperado en la ciudad sureña el resultado de su solicitud de asilo, que finalmente fue rechazada. Ahora planeaban viajar a la Ciudad de México, donde López espera encontrar trabajo para mantener a su familia.
Los migrantes fueron escoltados por agentes de inmigración, policías, marinos y paramédicos.
Heyman Vázquez, un sacerdote católico que acompañó a los migrantes, calificó de “injusta” la detención de García Villagrán.
Vázquez dijo que esto demuestra la preocupación del gobierno mexicano por las caravanas migrantes, que dijo se resolverá facilitando la legalización de los migrantes.
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(Foto AP/Edgar H. Clemente)