
Sobre las andas del Señor de los Milagros se colgaron 300 cordones blancos que pertenecieron a igual número de miembros de la hermandad que murieron durante los dos años de la pandemia, confirmó a The Associated Press el arzobispado de Lima.
“En medio de la pandemia, el Señor siempre vivía y sufría con nosotros... y, por eso, también, tenemos la esperanza, no solamente en el reencuentro final, sino en la resurrección de todos”, resaltó el arzobispo de Lima, Carlos Castillo.
La suspensión de la procesión del 2020 y 2021 sucede a otra del año 1882 durante una guerra contra Chile que arruinó la economía del país en medio de un caos político, según los historiadores.
Olga Tello, de 68 años, dijo que desde hace más de medio siglo su familia es devota luego que su entonces hermana recién nacida se recuperó de una supuesta epilepsia. Décadas después, ella perdió a dos bebés y tras una extensa crisis emocional se recuperó.
“Todo le atribuyo a mi señor”, indicó la mujer, quien enfermó de COVID en 2020 y se recuperó antes de la llegada de las vacunas.
El Señor de los Milagros —un cristo de rasgos africanos y protector contra los terremotos, pintado por un esclavo en el siglo XVII— es la pintura católica más reconocida de la capital peruana.

Cuando The Associated Press visitó San Pedro Tapanatepec —en el istmo y la parte más estrecha de México— en los primeros días de octubre, ya había allí unos 7.000 migrantes. El lunes, según su alcalde Humberto Parrazales, el número se había elevado a unos 14.000, el 75% venezolanos. La AP no pudo confirmar independientemente esta cifra.
El campamento —-cinco grandes carpas en las afueras del pueblo con colchonetas, unos baños, agua y unos cuantos ventiladores para el sofocante calor— lleva funcionando desde inicios de agosto como centro de expedición de documentos de tránsito a extranjeros. El Instituto Nacional de Migración lo montó para descongestionar la ciudad de Tapachula, puerta de entrada de la frontera sur.
Hasta la semana pasada, hombres, mujeres y niños esperaban ahí sus permisos durante tres o cuatro días y luego seguían hacia el norte. Ahora, la expedición de esos documentos se ha ralentizado, explicó el alcalde en conversación telefónica, coincidiendo con el anuncio del nuevo plan estadounidense que por un lado otorgará visas temporales para 24.000 venezolanos que entren a Estados Unidos vía aérea y que, por el otro, ya ha comenzado a expulsar de regreso a México a los que lleguen por tierra.

Los ataques aéreos se habían convertido en una rareza en el centro de Kiev, y la concentración de drones sembró el pánico y puso a prueba los nervios de la gente. Uno de los dispositivos se estrelló contra un edificio residencial y mató a tres personas, según el número dos de la oficina del presidente, Kyrylo Tymoshenko. Entre los blancos también había instalaciones de energía.
Entre los artefactos empleados parecía haber modelos Shahed de fabricación iraní. Los ataques rusos anteriores contra la capital habían empleado principalmente misiles. El lunes se oían intensas rondas de disparos además del sonido de los drones en el cielo, al parecer de soldados que intentaban derribarlos. Otros corrían para ponerse a cubierto, aunque la vida cotidiana no tardó en reanudarse en un país que se ha acostumbrado a los ataques.
Entre temores a que esa clase de ataques a centros urbanos pudiera volverse más habitual tras casi ocho meses de guerra, rondas sucesivas de 28 drones golpearon la capital, indicó el alcalde de Kiev, Vitali Klitschko. Cinco de ellos se estrellaron contra la propia ciudad, según el primer ministro de Ucrania, Denys Shmyhal.
Trece aeronaves o más fueron derribadas en la región, todas cuando volaban desde el sur, indicó un vocero de la fuerza aérea ucraniana, Yurii Ihnat.

Volodymyr Zelenskyy dijo que cerca de un tercio de las estaciones eléctricas ucranianas han sido destruidas en la última semana, “provocando apagones masivos en el país”.
“No queda espacio para las negociaciones con el régimen de Putin”, tuiteó el mandatario.
La campaña de ataques con misiles, drones y otro armamento ha abierto una nueva fase en el conflicto que comenzó hace casi ocho meses con la invasión ordenada por el presidente ruso, Vladimir Putin, ante la inminente llegada del invierno. Incluso lejos del frente, la disponibilidad de agua, calefacción y electricidad ya no está garantizada, ya que los ataques diarios llegan hasta el interior del país y afectan a los servicios públicos, en ocasiones más rápido de lo que pueden repararse.
Todo Zhytomyr, una ciudad con bases militares ubicada a 140 kilómetros (85 millas) al oeste de la capital, Kiev, se quedó sin electricidad y agua luego de un misil doble golpeó una instalación energética. Funcionarios locales y regionales dijeron que los hospitales funcionaban con un suministro de emergencia.

Los debates de cara a la primera ronda incluyeron a varios candidatos más, ninguno de los cuales obtuvo más del 5% de los votos en los comicios del 2 de octubre, y en gran medida fueron distractores para los dos punteros evidentes.
El domingo Lula y Bolsonaro se llamaron mentirosos durante un encuentro de hora y media. Cada uno usó el término más de una decena de veces en el debate en TV Band, que fuera de eso fue menos hostil de lo que muchos expertos anticiparon.
“Eres un mentiroso. Mientes todos los días”, dijo el izquierdista Lula en un momento dado. Bolsonaro declaró frecuentemente: “No puedes venir aquí a decirle a la gente estas mentiras”.
Hace unos días, Lula ganó la primera ronda electoral con el 48% de los votos frente al 43% para Bolsonaro, cuyo gobierno es de derecha. Los sondeos indican que Lula, que gobernó al país entre 2003 y 2010, sigue siendo el favorito, aunque su ventaja se redujo considerablemente.
Cada candidato se enfocó en temas que, según los sondeos, representan los puntos débiles de su adversario: Para Bolsonaro, la pandemia de COVID-19 que cobró la vida de 680.000 brasileños, y para Lula los escándalos de corrupción en torno al Partido de los Trabajadores.
Lula y Bolsonaro tienen previsto participar en un debate adicional antes de las elecciones, el cual se llevará a cabo por TV Globo, la cadena más popular de Brasil.