
Según las estimaciones ofrecidas por la noche Lorenzo Córdova, presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), más del 90% de los votantes habrían apoyado la continuidad del mandatario aunque apenas participó entre el 17 y el 18,2% del electorado. Córdova subrayó que estas cifras eran sólo un ejercicio estadístico pero que tienen el 95% de confiabilidad.
López Obrador, cuya legitimidad nadie había cuestionado y que llegó a la jornada electoral con una popularidad en torno al 60%, y su partido, Morena, alabaron la consulta como un gran hito democrático que, en el futuro, permitirá revocar a mandatarios cuestionados por la sociedad.
Pero tanto la oposición, que exhortó a los mexicanos a quedarse en casa, como la mayoría de los académicos, criticaron la consulta al considerarla desaseada, viciada o, cuando menos, inútil.
Ha sido “algo inédito”, dijo el mandatario en un video difundido casi a medianoche en el que agradecía los más de 15 millones de votos que, según estimaciones oficiales, logró, más que los conseguidos por el principal partido opositor en las elecciones de 2018, cuando llegó al poder.
“No tenemos un rey en México, no hay una oligarquía, hay una democracia” y el voto de este primer referendo fue, a su juicio, “un paso adelante” para “no quedarnos solo con la democracia representativa sino avanzar en la democracia participativa”.

El presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy advirtió en su discurso nocturno del domingo que la próxima semana podría ser crucial en el conflicto, indicando que “las tropas rusas asumirán operaciones todavía más grandes en el este de nuestro Estado”.
Acusó también a Rusia de intentar eludir su responsabilidad por los crímenes de guerra en Ucrania.
“Cuando a las personas les falta el valor para reconocer sus errores, disculparse, adaptarse a la realidad y aprender, se convierten en monstruos. Y cuando el mundo lo ignora, los monstruos deciden que es el mundo el que tiene que adaptarse a ellos”, comentó Zelenskyy.
“Llegará el día en que tendrán que admitir todo. Aceptar la verdad”, añadió.
Los expertos han dicho que la próxima fase de la batalla podría comenzar con una ofensiva a gran escala. El resultado podría determinar el trayecto que siga el conflicto, el cual ha dejado ciudades destruidas, ha cobrado la vida de miles de personas y ha aislado política y económicamente a Moscú.
Aún persisten preguntas sobre la capacidad de las diezmadas y desmoralizadas tropas rusas para conquistar mucho terreno después de que su avance hacia la capital Kiev fue rechazado por la determinación de los defensores ucranianos. El Ministerio de Defensa de Gran Bretaña reportó el domingo que los soldados rusos convocaron a veteranos dados de baja en la última década para intentar compensar sus crecientes bajas.
En Washington, un alto funcionario estadounidense dijo que Rusia designó al general Alexander Dvornikov, uno de sus líderes militares más experimentados, para supervisar la invasión. El funcionario habló a condición de guardar el anonimato al no estar autorizado a ser identificado.

Horas después de informar que las tropas ucranianas habían encontrado escenas brutales en un asentamiento al norte de Kiev, el presidente Volodymyr Zelenskyy dijo que había “miles” de personas en la estación en Kramatorsk, una ciudad de la región de Donetsk, en el este, cuando cayó el misil.
Zelenskyy acompañó un mensaje en redes sociales con fotos que mostraban un vagón de tren con ventanillas rotas, maletas abandonadas y cuerpos tendidos en lo que parecía ser una zona de espera exterior. Más de 100 personas resultaron heridas, según las autoridades.
“Los rusos inhumanos no cambian sus métodos. Sin la fuerza ni el valor para enfrentarnos en el campo de batalla, destruyen cínicamente la población civil”, dijo el presidente. “Esto es un mal sin límites. Y si no se lo castiga, jamás se detendrá.
Tras fracasar en su intento de tomar la capital, Rusia se ha enfocado en el Donbás, una región industrial de mayoría rusoparlante en el este de Ucrania donde rebeldes respaldados por Moscú combaten a las fuerzas ucranianas desde hace años y controlan algunas zonas.
Las autoridades ucranianas advirtieron a los residentes que partan lo antes posible hacia zonas más seguras y dijeron que habían acordado con Rusia crear varias rutas de evacuación en el este. Kramatorsk se encuentra en territorio controlado por el gobierno.
En su discurso nocturno, Zelenskyy pronosticó que habría más hallazgos macabros en poblaciones del norte de las que se retiraron los rusos para concentrarse en el este. El mandatario advirtió que en la ciudad norteña de Borodianka, a apenas 30 kilómetros al noroeste de Bucha, podría haber aún más fallecidos al señalar que “allí es mucho más horrible”.

El número de refugiados en un centro recreativo de la ciudad mexicana de Tijuana aumentó a cerca de 1.000 el jueves, dijeron funcionarios locales. Una carpa bajo la cual niños jugaban fútbol apenas hace dos días se encontraba llena de personas entre filas de sillas y literas.
Tijuana se ha convertido de pronto en la última escala de los ucranianos que buscan refugio en Estados Unidos, adonde son atraídos por amigos y familiares dispuestos a recibirlos, convencidos de que Estados Unidos será un refugio más conveniente que Europa.
En redes sociales se ha pasado rápidamente la voz de que una coalición de voluntarios, principalmente de iglesias eslavas en el oeste de Estados Unidos, está guiando a cientos de refugiados a diario del aeropuerto de Tijuana hasta albergues temporales, donde aguardan de dos a cuatro días para que funcionarios estadounidenses los admitan con permisos condicionales humanitarios. En menos de dos semanas, los voluntarios trabajaron con autoridades estadounidenses y mexicanas para construir una red notablemente eficaz para proveer alimentos, seguridad, transporte y albergue.
El miércoles, funcionarios estadounidenses comenzaron a canalizar a los ucranianos a un cruce peatonal en San Diego que está temporalmente cerrado al público, con la esperanza de procesar allí a 578 personas al día con 24 agentes, dijo Enrique Lucero, director de asuntos migratorios de la ciudad de Tijuana.
Vlad Fedoryshyn, un voluntario con acceso a una lista de espera, dijo el jueves que Estados Unidos procesó a 620 ucranianos en 24 horas, mientras que unos 800 llegan a diario a Tijuana. Los voluntarios dicen que Estados Unidos estaba admitiendo antes a unos pocos cientos de ucranianos cada día.

Las autoridades ucranianas seguían recogiendo cuerpos de los destruidos suburbios de la capital en medio de reveladores indicios de que los soldados rusos asesinaron indiscriminadamente a civiles antes de replegarse en los últimos días.
En otros frentes, Estados Unidos y sus aliados occidentales se preparaban para imponer nuevas sanciones sobre el Kremlin por lo que catalogaron como crímenes de guerra.
Además, Rusia completó el repliegue de al menos 24.000 efectivos de las zonas de Kiev y Cherníhiv, en el norte, enviándolos hacia Bielorrusia o Rusia para reabastecerse y reorganizarse, indicó un funcionario de Defensa de Estados Unidos que habló bajo condición de anonimato.
El presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy advirtió que Moscú está reorganizando sus refuerzos e intentará adentrarse en el este del país, donde se encuentra el Donbás, el corazón industrial de Ucrania de mayoría rusohablante que el Kremlin ha dicho que pretende “liberar”.
“Se está decidiendo el destino de nuestra tierra y nuestro pueblo. Sabemos por lo que estamos luchando. Y haremos todo para ganar”, aseguró Zelenskyy.
Las autoridades ucranianas instaron a los residentes del Donbás a evacuar antes de la inminente ofensiva rusa, mientras aún hay tiempo.
“Más adelante, los habitantes será atacados”, afirmó la viceprimera ministra Iryna Vereshchuk, “y no podremos hacer nada para ayudarlos”.