
La Audiencia Nacional condenó en 2018 a Aziz Zaghanane a seis años de prisión por un delito de adoctrinamiento activo terrorista y su esposa, Ana Marilú Reyna, un año de internación por enaltecimiento de terrorismo, pero el Tribunal Supremo anuló la sentencia y ordenó a principios de este año la repetición del juicio.
El Tribunal Supremo rechazó el matrimonio, el quiebre de la ley y el derecho a ser juzgados en el futuro.
A Zaghanane se le acusa de haber adoptado un papel de sabio del Islam para prescribir "adoctrinar y captar personas para la causa salafista radical". De Reyna, los fiscales dicen que, "tras un proceso de inmersión en el Islam radical, se comunican con otras personas que ensalzan la imposición por la fuerza de esa ideología".
Nacida en Monterrey, México, la mujer de 40 años pasó de ser catequista en la Iglesia católica a convertirse al Islam. Ante el tribunal se repitió, como ya había sido hecho en el primer juicio, que se convirtió en un deseo de ahondar en cuestiones espirituales y tras leer mucho sobre la religión islámica.

Un diario, González se sienta en un lugar en un mercado de Caracas y repara bombillas para aquellos que no pueden permitirse una nueva en una nación devastada por la crisis.
“Siento que con esto ayudo a la comunidad ya que esos bombillos están súper caros. Además, me ayudo yo también ”, dijo González, que aprendió a desarmarlos y repararlos en la prisión, donde pasó varios años por robo.
Según sus cálculos, una bomba fluorescente compacta nueva puede costar el equivalente a varios dólares en la moneda devaluada moneda venezolana, o el equivalente a casi el salario de un mes. Pese a esto, la calidad es tan mala que puede durar apenas una semana.Con una reparación, pueden funcionar durante más de seis meses más y por una parte de ese precio, explicó González.
“Aprendí esto en un centro penitenciario en donde estuve privada de libertad. Allí me dediqué a estudiar ”, dijo González en una entrevista con The Associated Press.

“Hay información de las 3 agencias de inteligencia del Estado, de que dos altos funcionarios del FMLN están financiando a las pandillas a cambio de atacar objetivos de la policía, para desestabilizar al gobierno”, publicó el mandatario en su cuenta oficial de Twitter.
“Están jugando con fuego y se van a quemar”, agregó.
En otro tuit, el mandatario informó que “el homicida del agente de la PNC (Policía Nacional Civil) de hoy, utilizó un AK-47 calibre 7.62. Ya tenemos incautado su vehículo y a su compañero, quien murió en el enfrentamiento”.
Por su parte la Comisión Política del FMLN emitió un comunicado de prensa en que rechaza la acusación, que calificó como “una total irresponsabilidad e incapacidad para actuar como el cargo lo demanda” y advirtió que acudirá a la Fiscalía General de la República a demandar al presidente por difamación y calumnia.

Casi dos décadas después de la invasión liderada por Estados Unidos, el grupo se alza como una amenaza incluso mayor que los talibanes, debido a una capacidad militar cada vez más sofisticada y a su estrategia de atacar a civiles, tanto en Afganistán como en el extranjero.
La preocupación es tal que muchos han empezado a ver al Talibán, que también ha chocado con el grupo EI, como un posible aliado para hacerle frente.
La reciente oleada de ataques en la capital afgana, Kabul, es “práctica” para cometer atentados aún mayores en Europa y Estados Unidos, según dijo a The Associated Press una fuente de inteligencia estadounidense en Afganistán.
“Este grupo es la mayor amenaza a corto plazo para nuestros países desde Afganistán”, dijo la fuente bajo condición de anonimato para preservar su seguridad. “El mandamiento principal de EI es: Cometerás ataques externos” en Estados Unidos y Europa, afirmó.

La Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda informó en un comunicado del bloqueo de las cuentas de 26 personas por su presunta participación en el tráfico de migrantes y en la organización de caravanas. Supuestamente personas físicas o empresas hicieron trasferencias desde Querétaro, en el centro del país, a seis ciudades de la frontera con Estados Unidos para hacer pagos por el tráfico de migrantes.
Según la investigación, hay relación entre el paso de las caravanas y los depósitos realizados a Tijuana, Nogales, Ciudad Juárez, Ciudad Acuña, Piedras Negras y Reynosa desde El Salvador, Honduras, Guatemala, Camerún, Estados Unidos e Inglaterra. No obstante, el grueso de los integrantes de las caravanas llegó a la ciudad de Tijuana.