
“No sabía lo que podía pasar si Trump obtenía un segundo mandato”, dijo Victoria Abramowska, quien obtuvo la ciudadanía en Maine hace unos meses, “después de todas las locuras que ya había hecho”.
Sus temores no eran infundados. El gobierno de Trump fue más hostil con la inmigración y los inmigrantes que cualquier otro mandato en décadas, dificultándoles a las personas visitar, vivir o trabajar en Estados Unidos y buscando reducir el número de personas que ingresaban al país sin autorización.
Joe Biden puede revertir rápidamente muchas de las acciones migratorias del gobierno una vez que sea juramentado como mandatario el 20 de enero. Sin embargo, el legado en materia migratoria de Trump no podrá borrarse fácilmente.
A la gente se le negó la oportunidad de solicitar asiló y fue enviada de regreso a condiciones de riesgo en sus países de origen. Los menores de edad fueron traumatizados al ser separados de sus familias. El muro fronterizo se erigió en zonas ambientales delicadas.
“El daño causado a personas de todas las estirpes — inmigrantes legales, inmigrantes indocumentados, solicitantes de asilo y demás — no se revertirá rápidamente y, en algunos casos, no se revertirá en lo absoluto”, dijo Aaron Reichlin-Melnick, del American Immigration Council. “Hay personas que perdieron la vida a causa de las políticas de inmigración de Trump”.

Durante un discurso en Wilmington, Delaware, Biden aseveró que su equipo ha enfrentado “obstrucción” de parte del “liderazgo político” en el Departamento de Defensa y la Oficina de Administración y Presupuesto en su intento por reunir la información necesaria para continuar con la transición de poder.
“Por ahora, simplemente no estamos recibiendo toda la información que necesitamos del gobierno saliente en áreas clave de seguridad nacional. En mi opinión, es nada menos que irresponsabilidad”, dijo Biden.
Advirtió que su equipo necesita “visibilidad total” del proceso presupuestario en el Departamento de Defensa “para evitar cualquier posibilidad de confusión o de tener que ponerse al día que nuestros adversarios pudieran intentar aprovechar”. Dijo también que él y su equipo necesitan “una imagen clara de la posición de nuestras fuerzas en todo el mundo y de nuestras operaciones para disuadir a nuestros enemigos”.
Biden hizo los comentarios después de recibir información de miembros de sus equipos de seguridad nacional y de defensa, incluidos sus nominados para secretarios de Estado, Defensa y Seguridad Nacional, así como su próximo asesor en seguridad nacional.

El país rebasó esa marca apenas seis días después de que llegó a 18 millones. El número de casos confirmados en la nación se ha duplicado en menos de dos meses.
Los fallecimientos por COVID-19 en Estados Unidos también han estado aumentando, y ahora suman más de 332.000, lo que equivale a más de una muerte por cada 1.000 estadounidenses. Hasta el sábado, el país tenía 331 millones de habitantes aproximadamente, según la Oficina del Censo.
En Estados Unidos vive aproximadamente el 4% de la población del mundo, pero ha registrado cerca del 24% de todos sus casos de coronavirus y 19% de las muertes por COVID-19. Sin embargo, los expertos de salud creen que muchos casos no han sido reportados, tanto en el país como en el extranjero.
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Newsom dijo que a pesar de que las hospitalizaciones se han estabilizado en algunas partes, el estado está destinado a ingresar a una “nueva fase” para la cual se ha estado preparando a medida que instala camas de hospital en arenas, escuelas y carpas, aunque ha tenido problemas para abastecerlas de personal.
Las unidades de cuidados intensivos en el sur de California y el Valle de San Joaquín no tienen capacidad disponible, según las cifras estatales, y Newsom dijo que es “evidente” que su más reciente orden de confinamiento se extendería en lugares en donde los pabellones de cuidados intensivos tienen menos del 15% de disponibilidad.
“A medida que ingresamos a esta nueva fase, en la que nos preparamos para lo que ahora es inevitable... basándonos en los traslados que vimos esta última semana y la expectativa de más de lo mismo durante el resto de la temporada navideña de un incremento sobre otro, y posiblemente sobre otro”, dijo Newsom el lunes.
Las autoridades del estado también notificaron a los hospitales que actualmente la situación es tan grave que los hospitales deben prepararse para la posibilidad de que tendrán que recurrir a los lineamientos de “atención crítica” establecidos en meses previos de la pandemia, que permite el racionamiento de tratamientos.

El proyecto de ley incluye 1,4 billones de dólares para financiar las agencias gubernamentales hasta septiembre y contiene otras prioridades legislativas, como dinero para los sistemas de tránsito y un aumento en las prestaciones de cupones de alimentos.
La firma, realizada en su club privado de Florida, se produjo después de un día de fuertes críticas tanto de republicanos como de demócratas por sus objeciones al acuerdo, que fue aprobado por la Cámara de Representantes y por el Senado por amplios márgenes, por legisladores que creían que tenían el apoyo de Trump.
Las demandas de último minuto del mandatario, como que los cheques de ayuda fueran por un mayor monto y que se redujera el gasto público, habían tomado por sorpresa a los miembros de ambos partidos. Su demora en la firma dio lugar a un lapso en las prestaciones por desempleo de millones de personas que pasan apuros para pagar las cuentas y amenazaba con provocar un cierre del gobierno en medio de una pandemia.
La promulgación de la ley disipa otra crisis creada por Trump mismo y pone fin a un enfrentamiento con su propio partido durante los últimos días de su gobierno.