ROMA (AP) — Las vacaciones de verano se acaban de volver más sencillas para aquellos que planean viajar a Europa.
Italia y Grecia relajaron el domingo algunas de las restricciones impuestas para combatir la propagación del COVID-19, justo antes de la temporada vacacional, un indicio de que la vida está regresando cada vez más a la normalidad.
La autoridad de aviación civil de Grecia anunció que estaba levantando todas las medidas para vuelos nacionales e internacionales, a excepción del uso de mascarillas en vuelos y aeropuertos. Anteriormente, los viajeros debían mostrar constancia de vacunación, una prueba diagnóstica con resultado negativo o evidencia de haberse recuperado de COVID-19 en días recientes.
A partir del domingo, los que llegan a Italia ya no tendrán que llenar el formulario de localización de la UE, un engorroso trámite por internet que antes había que presentar en el mostrador del aeropuerto.
Italia también canceló el uso del pase de salud que se había exigido para entrar a cines, restaurantes, gimnasios y otros locales. El pase verde, que muestra un comprobante de vacunación, que el portador se recuperó del virus o una prueba diagnóstica negativa reciente, sigue siendo necesario para entrar a hospitales y hogares de ancianos.
Algunos mandatos para usar mascarilla en interiores en Italia también llegaron a su fin, incluyendo en supermercados, oficinas y tiendas. Aún se requiere el uso de mascarillas en el transporte público, los cines y toda instalación de atención médica o asilos de ancianos.
“Era necesario”, dijo Claudio Civitelli, un residente de Roma que tomaba café en un establecimiento cercano a la Fuente de Trevi. Antes del domingo, los clientes debían portar mascarilla para entrar a bares y restaurantes, aunque podían retirársela a la hora de comer y beber. “Hemos esperado más de dos años”.