NUEVA YORK (AP) — Un fallo que requiere que la doble campeona olímpica Caster Semenya reduzca sus niveles de testosterona apunta al meollo de un dilema en el mundo del deporte: ¿Cómo evitar discriminar contra deportistas transgénero e intersexo al tiempo que se garantiza que las competencias son justas?
Los retos enfrentados por Semenya — una mujer sudafricana que al parecer tiene algunas características intersexuales — difieren de las mujeres transgénero. Pero existen paralelos, como lo evidenció un fallo el miércoles del Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS).
La máxima instancia judicial del deporte mundial falló que Semenya y otras atletas mujeres con niveles inusualmente elevados de testosterona deben medicarse para reducir esos niveles si quieren competir en ciertas pruebas, incluyendo los 400 y los 800 metros planos.
La Federación Internacional de Atletismo (IAAF), entidad rectora del deporte, aplicará también sus regulaciones de testosterona a los 1.500 metros, dijo el jueves el presidente Sebastian Coe, pese a la recomendación del TAS de que se aplicasen a distancias más cortas.
Requerimientos comparables son aplicados a mujeres transgénero que buscan competir en los Juegos Olímpicos y en el deporte universitario en Estados Unidos, regulado por la NCAA. Ambos organismos dicen que las deportistas transgénero deben demostrar que sus niveles de testosterona han estado por debajo de cierto punto por al menos un año antes de la competencia.
En el caso de Semenya, la corte falló 2-1 para ratificar las reglas propuestas por la IAAF, diciendo que son discriminatorias pero “esa discriminación es un medio necesario, razonable y proporcionado” para “preservar la integridad del atletismo femenino”.
Athlete Ally, un grupo con sede en Estados Unidos y que promueve una mayor inclusión de los transgéneros en el deporte, criticó el fallo contra Semenya.
“Forzar a los deportistas a someterse a intervenciones médicas innecesarias para poder participar en el deporte al que dedican sus vidas es cruel y una violación de sus derechos humanos”, dijo el director del grupo, Hudson Taylor.
También enfureció a Kimberly Zieselman, directora ejecutiva de InterACT, que defiende los derechos de los jóvenes intersexo.
El fallo contra Semenya “es otro ejemplo de la ignorancia que enfrentan las mujeres deportistas que tienen diferencias en sus características sexuales”, dijo Zieselman en un correo electrónico. No hay una sola forma de ser mujer”.
“Es una conclusión inherentemente erróneo que el nivel naturalmente elevado de testosterona de Caster es lo único que le da fuerza física”, añadió Zieselman. También subrayó, al citar como ejemplo los largos brazos de Michael Phelps, que muchos atletas tienen ventajas físicas que son singulares.
Varias estrellas del deporte femenino, como Serena Williams en el tenis, Katie Ledecky en la natación y Brittney Griner en el baloncesto, han sido señaladas por tener una gran superioridad física sobre sus rivales.
El triatleta estadounidense Chris Moser, uno de los más prominentes deportistas transexuales, sugirió que podría haber un elemento de racismo en el caso de Semenya.
“No vemos el físico de la gente blanca de la misma forma”, escribió Mosier en un correo electrónico. “Cuando Katie Ledecky venció a mujeres en los Juegos Olímpicos de Río 2016 por una vuelta, nadie cuestionó su género o sus niveles de testosterona”.