BUENOS AIRES (AP) — La CONMEBOL ratificó el jueves el calendario para retomar las competencias continentales y modificó su reglamento para proteger a los jugadores y garantizar la competitividad de los torneos en plena pandemia de coronavirus.
La fase de grupos de la Copa Libertadores se reanudará el 15 de septiembre mientras que la Sudamericana se retomará el 27 de octubre, confirmó el consejo de la entidad pese a la demanda de algunos equipos de postergar las fechas para tener más días de entrenamiento.
“Las fechas elegidas no son aventuradas, fueron trabajadas. Está todo muy cronometrado, no hay posibilidades de cambio”, afirmó el secretario general adjunto de CONMEBOL, Gonzalo Belloso, en declaraciones radiales. El directivo también ratificó que se mantendrá el actual formato de competencias.
Entre los cambios aprobados por las diez asociaciones que integran la entidad sudamericana “con la finalidad de preservar la integridad física de los jugadores” el más notorio es la posibilidad de que un futbolista que ya jugó para un equipo en las ediciones actuales de la Copa Libertadores y de la Copa Sudamericana puede ser inscripto por otro club en ambas competencias.
Al mismo tiempo si un futbolista fue cedido a préstamo podrá volver a su entidad original en la misma edición del torneo.
“La incorporación en el nuevo club puede darse en cualquier fase de la competencia en que estén permitidas las sustituciones en la lista de buena fe”, explicó la entidad en un comunicado.
La CONMEBOL también adhirió a la regla provisional de cinco cambios por equipo en cada partido, tal como había sugerido la FIFA, “con el mismo espíritu de cuidar el desempeño físico de los jugadores y mantener alto el nivel de competitividad de los certámenes”.
En tanto ante la eventualidad de contagios o lesiones, la CONMEBOL aprobó que las ternas arbitrales podrán tener integrantes de diferentes nacionalidades y “para casos de extrema necesidad” autorizó la posibilidad de que los árbitros sean del país local.
La CONMEBOL también aprobó el protocolo de “concentración sanitaria” para los equipos participantes de los torneos internacionales. Cada visitante podrá permanecer durante 72 horas en el país del rival, previo a lo cual sus futbolistas deberán someterse a pruebas una semana antes y luego tres días antes de jugar. Una vez arribado, el plantel visitante se alojará en un hotel donde no tendrá contacto con el personal y abandonará el país inmediatamente después de jugar.
El costo de los traslados correrá por cuenta de la CONMEBOL, que lleva invertidos más de 93 millones de dólares desde que se declaró la pandemia de coronavirus en marzo.