Stephen Curry regresó tras una noche libre y todo volvió a ir bien para los Warriors.
Curry anotó 26 tantos, Klay Thompson sumó 24 y Golden State se recuperó de una derrota en la víspera ganando el domingo 121-114 a los Pistons de Detroit.
Los Warriors habían caído 126-91 ante los Mavericks de Dallas el sábado con Curry descansado en la banca. Volvió más fuerte contra los Pistons, y Golden State contó también con 14 puntos y 11 asistencias de Kevin Durant. Draymond Green terminó con 14 tantos y ocho asistencias.
El base de los Warriors Shaun Livingston, que aportó ocho puntos saliendo desde la banca, señaló que tener a Curry en la pista era lo “más importante, seguro. Él es una especia de motor para el equipo. Su ritmo y gravedad en la pista abren el juego para todos nosotros”.
Curry dijo que había una sensación de intensidad desde el inicio luego de la contundente derrota de la noche anterior.
“Nadie se sintió bien con eso, incluso los que no jugamos”, apuntó Curry, que había disputado 49 encuentros consecutivos antes del descanso del sábado. “Se podía ver esa sensación de urgencia, especialmente en la primera parte, para marcar el tono e intentar hacernos el juego lo más fácil posible durante 48 minutos”.
La victoria devolvió a los Warriors (50-23) a lo más alto de la Conferencia Oeste con medio juego de ventaja sobre los Nuggets (49-23). Los Pistons cayeron al séptimo puesto del Este tras el tropiezo en el Oracle Arena.
Blake Griffin fue el mejor de Detroit con 24 tantos y ocho asistencias. Luke Kennard encestó tres triples y terminó con 20 puntos saliendo desde la banca.
“Estamos bien, estamos jugando un buen baloncesto”, manifestó el base de los Pistons Ish Smith. “Simplemente estamos jugando (con algunos de los mejores equipos del Oeste)”.