Un esquiador británico se estrella con una valla de madera y sufre la fractura de una pierna. Un estadounidense padece la misma lesión, tras llegar a una superficie congelada al pie de una ladera y chocar contra una cerca.
Otro estadounidense, quien entrenaba antes de competir en el biatlón, se desliza por una esquina congelada y sale volando hacia un árbol. Se fractura las costillas y un omóplato, además de sufrir un neumotórax.
Ninguno de estos percances ocurrió en pruebas de esquí alpino o de estilo libre. Se presentaron en pruebas más lentas, a campo través o biatlón, pero sobre nieve artificial.
Muchos deportistas destacados dicen que los accidentes de esta índole se vuelven más comunes a medida que el cambio climático reduce la disponibilidad de nieve natural y obliga a que los esquiadores compitan en pistas con la versión hecha por el hombre.
Los organizadores de las carreras en los Juegos Olímpicos y los mundiales han debido recurrir a maquinaria productora de nieve para tender un listón blanco y resbaladizo en las colinas, en vista de que no se puede confiar ya en que caerá la nieve natural.
Johanna Taliharm, biatleta estonia, dijo que competir sobre la nieve artificial conlleva riesgos.
“Se asemeja más al hielo, lo que genera más velocidad y peligro”, comentó. “Asimismo, te haces más daño si caes fuera de la pista, en una zona donde no hay nieve, sino un terreno rocoso, duro o fangoso”.
La nieve producida por el hombre tiene un mayor contenido de humedad. Ello provoca que se cristalice más rápido, advierten esquiadores y expertos.
“Puede endurecerse como piedra. Caer sobre esto es como caer en concreto, y por lo tanto se vuelve un poco más peligrosa que la nieve en condiciones naturales”, dijo Chris Grover, entrenador de esquí a campo través para la selección estadounidense.
Algunas sedes incluso producen nieve que almacenan debajo de capas de serrín durante el verano y que esparcen en una pista cuando llega el frío. Si bien brinda ayuda valiosa, la nieve artificial no mejora con la edad.
Los organizadores de las carreras deberían tomar eso en cuenta cuando diseñan pistas, coinciden esquiadores y expertos.
“Se reconoce casi universalmente que las pistas son más firmes y rápidas que antes”, dijo Gus Schumacher, miembro de la selección estadounidense de esquí de fondo.
John Aalberg, quien fue esquiador olímpico y diseña pistas olímpicas de esquí nórdico, incluso para los Juegos de Beijing, dijo que siempre considera las condiciones gélidas al idear un recorrido.
Comentó que uno de los grandes retos para la seguridad fue el cambio en los formatos de carrera, de largadas individuales a colectivas.
“Cuando esquías de uno en uno, como se solía hacer en los 90, podías tener recorridos más sinuosos en las laderas y esquinas, porque pasaba uno a la vez”, indicó.
A diferencia de los alpinos, los esquíes nórdicos no tienen bordes metálicos. Se les diseñó para ser delgados y ligeros, a fin de trepar colinas y deslizarse en el territorio plano.
Las botas son flexibles y se conectan con el esquí mediante una sola barra de metal debajo del dedo gordo. Los esquiadores nórdicos no usan el borde del esquí para maniobrar en una esquina. En lugar de ello, dan pasos pequeños y rápidos para tomar la curva.
Y todo eso es más difícil en la nieve producida por el hombre.
Jessie Diggins, campeona olímpica e integrante del equipo estadounidense de esquí nórdico, dijo que ha llegado a los 76 kilómetros (47 millas) por hora cuesta abajo en la nieve artificial.
“Y eso da miedo, porque la mayoría de nuestras pistas está construida para nieve natural”, explicó. “Pienso que esto se está volviendo un poco más peligroso, y he notado que en el Mundial, cuando hay nieve producida por el hombre, te asustas porque, en vez de deslizarte en nieve lo haces en hielo”.
Diggins, la ganadora general de la campaña 2020-21, consideró que hay “un mayor porcentaje de caídas”.
La Federación Internacional de Esquí lleva el registro de las lesiones desde 2006. Se creó un sistema para “monitorizar las lesiones y tendencias”, y para aportar datos con el fin de incorporarlos “en estudios profundos sobre las causas”.
Los reportes rastrean el esquí alpino, el de estilo libre, el snowboarding y el salto. Sin embargo, no hay datos de lesiones en las pruebas nórdicas, que incluyen el esquí de fondo, el biatlón y el combinado nórdico.
The Associated Press preguntó si la organización rastrea los accidentes en las competiciones a campo través y en el biatlón.
La respuesta de un vocero de la Federación fue: “Sí llevamos el rastro de las lesiones durante nuestras carreras, pero no hacemos públicas nuestras investigaciones por el momento”.