DENVER (AP) — La directora general del Comité Olímpico y Paralímpico de Estados Unidos está consciente del peso que su país impone en una situación como esta, con una propagación irrefrenable del nuevo coronavirus a nivel mundial y el Comité Olímpico Internacional tomándose el tiempo antes de decidir si pospone los Juegos de Tokio.
Así que no tiene prisa por usarlo.
“Mi rol no es hacer demandas en esas tomas de decisiones, sino ofrecer soluciones”, afirmó Sarah Hirshland, la directora general del Comité Olímpico y Paralímpico de Estados Unidos (USOPC, por sus siglas en inglés), a The Associated Press el domingo.
Hirshland y la directiva del USOPC han soportado las críticas que les corresponden por no hacer un llamado al COI a que posponga la justa _algo que sí ha realizado un creciente número de deportistas y organizaciones, entre ellas dos de las más importantes de Estados Unidos: las federaciones de natación y de atletismo.
La funcionaria se dijo capaz de asimilar las críticas, pero quiere dejar en claro que ella hace lo que considera mejor para asegurarse de que aplazar los Juegos Olímpicos es la mejor decisión y, quizá más importante aún, cuál debería ser el siguiente paso. En el centro de ese esfuerzo se encuentra un sondeo que el USOPC envió el fin de semana a cerca de 4.000 deportistas con aspiraciones olímpicas, preguntándoles sobre las condiciones de entrenamiento y situación médica en los lugares donde viven, al igual que su opinión respecto a cuándo creen que deberían realizarse los Juegos de Tokio.
El COI ha solicitado a Estados Unidos y al resto de los países detalles sobre las condiciones en sus respectivas sedes.
“Estamos prestando atención a lo que los deportistas dicen, y les puedo asegurar que el COI va a escucharnos con toda claridad”, afirmó Hirshland.
No obstante, como ella se está dando cuenta, quizá no sea práctico decidir todo con base en lo que opina la mayoría o quienes alzan más fuerte la voz. Puso como ejemplo una respuesta del sondeo de un deportista que se tomó un año sabático para prepararse para los Juegos Olímpicos, cuyo entrenamiento no se ha visto tan afectado por el COVID-19 y quien no tiene la posibilidad de alargar su búsqueda de un pase a Juegos Olímpicos hasta 2021 o después.
“Estos son los escenarios reales que enfrentamos”, dijo Hirshland. “Lo bello de la diversidad nos obliga a meditar bien las cosas y abordar esto prácticamente de caso en caso, y pensar sobre la manera de mitigar estos desafíos lo mejor posible”.
Eso podría ayudar a explicar el comunicado más atenuado que emitió el domingo junto con Han Xiao, el presidente del consejo de asesoría para los deportistas. Ambos participaron en una junta directiva realizada después que el COI informó que podría llevarle hasta cuatro semanas decidir los pasos a tomar.
“Sabemos que nos esperan grandes obstáculos y todos estamos agradecidos de que el COI haya escuchado nuestras preocupaciones y necesidades, y que esté trabajando para atenderlas lo más pronto posible”, indicó el comunicado.
Hirshland también descartó la idea de que los comunicados de las federaciones de atletismo y natación de Estados Unidos _que cada una por separado le pidió a ella que asumiera el rol de líder del USOPC para solicitar un aplazamiento_ equivalen a medidas unilaterales o una grieta en la unidad. La directiva reveló que habló con el director general de la federación de natación de Estados Unidos, Tim Hinchey, mucho antes de que él enviara la carta que luego fue dada a conocer públicamente.
“Es realmente importante que comprendamos la totalidad del entorno que nuestros atletas enfrentan”, dijo Hirshland. “Se trata de una realidad práctica para la que no hay una respuesta fácil por ahora”.