Mikel Arteta sintió que no tenía otra opción.El técnico del Arsenal vio a su lateral derecho Ben White recibir una tarjeta amarilla en la primera mitad del partido de la Liga de Campeones contra el Shakhtar Donetsk el martes, y rápidamente tomó una decisión.
White tuvo que ser retirado en el entretiempo.
“Hemos jugado bastante con 10 hombres en el último período”, dijo Arteta con una sonrisa.
Cada vez está más claro: el Arsenal tiene un problema de disciplina, que podría costarle al equipo de Arteta la oportunidad de ganar el título de la Premier League inglesa.
El Arsenal ha tenido tres jugadores expulsados en las primeras ocho jornadas de una campaña liguera en la que se están repartiendo tarjetas amarillas a un ritmo sin precedentes.
Esto sigue siendo una tendencia recurrente en el equipo bajo el mando de Arteta. Desde que llegó como entrenador a finales de 2019, el Arsenal ha recibido 18 tarjetas rojas en la Premier League, cinco más que el siguiente equipo.
De manera reveladora para Arteta, los únicos partidos en los que el Arsenal perdió puntos esta temporada (el empate 1-1 en casa con Brighton, el empate 2-2 como visitante en Manchester City y la derrota 2-0 en Bournemouth el sábado) fueron cuando el equipo tuvo un jugador expulsado.
“No podemos seguir jugando con 10 hombres, especialmente a este nivel. Ya ves cómo hemos sufrido”, dijo Arteta esta semana. “Tenemos que erradicarlo, está claro. Por qué, la razón, cómo... no importa. Tenemos que centrarnos en que tiene que suceder”.
Esto tiene que suceder especialmente el domingo, cuando el Liverpool visite el Emirates Stadium en el partido principal de la novena jornada de la liga.
El Liverpool está en primer lugar, un punto por delante del segundo, el City, y cuatro por encima del tercero, el Arsenal. Una victoria dejaría al Liverpool con siete puntos de ventaja sobre el Arsenal, lo que no es un déficit insalvable a estas alturas, pero dejaría a los jugadores de Arteta con poco margen de maniobra. Y lo que es más importante, probablemente dejaría al Arsenal a seis puntos del actual campeón, el City, que se espera que golee el sábado al Southampton, que no ha ganado.
Los problemas disciplinarios del Arsenal llegan al comienzo de una temporada en la que hasta ahora se han mostrado un promedio de 5,1 tarjetas amarillas por partido, según el proveedor de estadísticas de la liga Opta.
Eso es mucho más que en cualquier Premier League anterior, dice Opta, que señala que las 4,2 amarillas por partido de la temporada pasada fueron un nuevo récord, superando las 3,7 por partido de la temporada 1998-99.
Dos de las expulsiones del Arsenal (Declan Rice contra Brighton y Leandro Trossard contra City) vieron a los jugadores en cuestión recibir dos tarjetas amarillas cada uno, la segunda por perder tiempo al patear el balón.
William Saliba recibió la roja directa contra Bournemouth por derribar a Evanilson cerca de la línea de medio campo y negarle lo que se consideró una oportunidad de gol.
Saliba, quizás el defensor más importante de Arteta, se perderá el partido contra Liverpool como resultado, en un momento en el que el Arsenal ya no cuenta con su capitán Martin Odegaard (tobillo) y también podría perderse al extremo estrella Bukayo Saka (tendón de la corva) y al fichaje de verano Riccardo Calafiori, quien salió del campo contra el Shakhtar con una torcedura de rodilla.
El Liverpool llega tras haber conseguido 11 victorias en sus primeros 12 partidos en todas las competiciones bajo el mando del nuevo entrenador Arne Slot. Esa racha incluye seis victorias consecutivas a domicilio, lo que supone un récord del club para el inicio de una misma campaña.
"Arteta ha hecho un trabajo increíble en los últimos años", dijo Slot después de la victoria del Liverpool por 1-0 en Leipzig el miércoles, "y tenemos que estar en la cima de nuestro juego para obtener un resultado".
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Por STEVE DOUGLAS
(Foto AP/ Kin Cheung)