El Comité de Competición de la federación archiva la denuncia de LaLiga y el galés podrá jugar el clásico del sábado en el Bernabéu.

El Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol comunicó este miércoles por la mañana al Real Madrid que archivaba el expediente abierto a Gareth Bale por su corte de mangas en el último derbi en el Wanda Metropolitano, según han confirmado a EL PAÍS fuentes federativas y después han comunicado de manera oficial. LaLiga había denunciado el gesto del galés, que podría haberle costado hasta 12 partidos de sanción, en el caso más extremo.

El organismo presidido por Javier Tebas describía así los hechos que denunciaba: "En el minuto 73 de partido, y tras anotar el jugador del Real Madrid CF, Gareth Bale, dorsal 11, el tercer gol de su equipo, en la celebración de este, siendo audible en la grabación audiovisual del partido algunos abucheos de parte de los aficionados locales, agita el brazo derecho llevándoselo a la proximidad de su cabeza, en previsible signo de provocación animosa al público, efectuando posteriormente un ademán de posible significado obsceno y despectivo levantando el brazo doblado y golpeándose en la mitad de él con la otra mano".

El Comité de Competición ha expresado que trasladó el escrito de denuncia de LaLiga al Comité Técnico de Árbitros para que el colegiado del encuentro "informase, aclarase o precisase lo que considerase oportuno en relacción a la acción" de Bale. El árbitro, Estrada Fernández, no recogió el gesto en el acta, ni consideró después que debía ampliarla o modificarla. Por lo que Competición resuelve: "En este orden de cosas, no habiendo apreciado el Colegiado del partido en cuestión la concurrencia de una infracción de las Reglas del Juego ni, en definitiva, acción merecedora de amonestación o reproche disciplinario, procede el archivo de las actuaciones...".

Después del archivo del expediente, Gareth Bale se encuentra disponible para disputar el clásico del sábado en el Santiago Bernabéu, el primero de los partidos de Liga en los que peligraba su presencia por la denuncia del corte de mangas.