MADRID (AP) — Todo parece estar saliéndole bien al Real Madrid recientemente, en la Liga española y la Liga de Campeones.
Ni siquiera la derrota 4-0 en el clásico ante el Barcelona pudo descarrilar a los líderes en España.
Pero al afrontar el duelo de vuelta europeo el martes contra Chelsea, defendiendo la ventaja 3-1 que sacó en Londres, parte de la atención en Madrid apunta al divorcio de la afición con Gareth Bale.
El atacante galés, que fue cedido la pasada temporada a su ex club Tottenham, fue silbado sonoramente por los hinchas merengues en el estaido Santiago Bernabeú cuando ingresó para el último cuarto de hora de la victoria 2-0 ante Getafe en el torneo doméstico el sábado.
Tanto los jugadores como el técnico Carlo Ancelotti acabaron refiriéndose a la situación que rodea a Bale.
“Cuando se pita a un jugador se pita a todos”, dijo el volante madridista Casemiro. “El fútbol es de opinión, pero no estoy de acuerdo en que se pite a un jugador de nuestro equipo”.
“Es un jugador que ha hecho muchos goles, importante en el club y cuando se pita a alguien así, se pita a la historia del club”, añadió el brasileño.
Ancelotti, quien incluyó a Bale en la convocatoria para el choque de vuelta, subrayó la importancia que aficionados y jugadores remen juntos.
“En un momento como este de la temporada, donde necesitamos a todos, creo que la unidad entre la aficióny los jugadores es un aspecto muy importante”, dijo Ancelotti. “Bale, en este momento, está bien. Está entrenando bien, tiene ganas de jugar, de ayudar al equipo. Esto es lo más importante”.
Muchos aficionados del Madrid creen que Bale nunca rendir al máximo de su potencial desde que llegó al club en el 2013 por lo que entonces fue una transferencia récord de 100 millones de euros (132 millones de dólares). Hay aficionados y periodistas que opinan que Bale no pone en su club el mismo empeño que exhibe cuando luce la casaca de su natal Gales.
“Es difícil, le ha pasado a mucha gente pero todos somos importantes”, comentó el veterano lateral brasileño Marcelo. “Creo que al final de la temporada nos jugamos mucho y tenemos que estar unidos y ayudar a los compañeros. Es un poco triste pero tenemos que sudar la camiseta, hay que seguir”.
El mes pasado, Bale se pronunció en contra del daño sicológico que un deportista profesional puede sufrir por lo que describió como “periodismo difamatorio, despectivo y especulativo”. El jugador de 32 años salió al cruce de una columna en Marca, uno de los principales diarios deportivos de España, que llevaba el título de “El parásito galés”.
Bale sostuvo que la prensa le pide demasiado a los deportistas y los critica despiadadamente cuando no rinden lo esperado, sin importarles su salud mental.