SALVADOR, Brasil (AP) — Brasil se fue abucheado y maldiciendo el videoarbitraje tras atragantarse y empatar el martes 0-0 con Venezuela en la Copa América.
El videoarbitraje (VAR) fue una de las armas con que la Vinotinto sacó un meritorio punto ante los anfitriones en la arena Fonte Nova. El equipo de Rafael Dudamel también se blindó con garra y descaro ante un asedio de principio a fin.
Venezuela sacó su segundo empate sin goles en lo que va de su expedición en Brasil, y en ambos da las gracias a que la CONMEBOL hizo estrenar el VAR en su máxima cita.
En el 0-0 ante Perú el sábado, dos tantos fueron anulados por la revisión de video. La película se repitió en la noche de Salvador, cuando el árbitro chileno Julio Bascuñán consultó al VAR para dejar en la nada las anotaciones de Gabriel Jesús, al inicio del segundo tiempo, y Phillippe Coutinho, cerca del final, tras señalarse sendas posiciones adelantadas de Roberto Firmino.
“Bienvenido el VAR, que viva el VAR”, declaró Dudamel. “Contra Perú y hoy ante Brasil nos hemos visto beneficiados. No es que nos hayan regalado nada. Se hizo justicia y hay que seguir creyendo en los que imparten justicia”.
Pese al resultado, Brasil se mantuvo al frente del Grupo A, empatado con Perú con cuatro puntos, seguidos por Venezuela con dos unidades. Bolivia, que a primera hora perdió 3-1 ante Perú, está en el fondo con cero.
En la última fecha, Brasil se las verá contra Perú en la Arena Corinthians de Sao Paulo y Venezuela cerrará con Bolivia en Belo Horizonte.
Los dos primeros en cada grupo avanzan a los cuartos de final, junto a los dos mejores terceros.
“Nos faltó el gol”, dijo Coutinho. “Lo buscamos desde el inicio. Fue un partido difícil en una cancha difícil, muy seca. Pero no es una excusa”.
¿Y el VAR?
“No podemos quejarnos por el VAR”, dijo el técnico brasileño Tite. “Se hizo justicia”.
Dudamel se manifestó exultante con otra igualdad.
“Dos partidos con el arco en cero”, afirmó el timonel venezolano. “Ahora vamos contra un rival que vamos a respetar. Para aspirar a clasificar hay que ganar”.
Dictatorial en la posesión, Brasil redondeó un dominio de casi dos tercios. Pero fue un toque intrascendente.
Ante un adversario ordenado y valiente, no encontró el toque de imaginación para generar ocasiones con claridad. La mejor se dio pasado el cuarto de hora cuando el arquero venezolano Wuilker Faríñez puso la mano para repeler un derechazo peligroso de Richarlison.
De hecho, la situación más clara de la primera parte la tuvo Venezuela cerca de los 20 con un cabezazo de su delantero Salomón Rondón, que se fue apenas desviado tras superar a Marquinhos en un salto.
Ni siquiera el ingreso de Arthur como titular en el sector medio por Fernandinho posibilitó un juego colectivo más armónico en los locales.
Los movimientos de fichas de Dudamel fueron acertados, en particular la entrada de Yordan Osorio en la zaga al ahogar a Coutinho. El autor del doblete que encaminó la victoria brasileña en el debut no encontró espacios.
Sí, Venezuela puso énfasis en defenderse. Pero tenía el criterio para animarse y salir en velocidad en situaciones aisladas.
A la vuelta del descanso, Tite apeló a Gabriel Jesús por Richarlison en busca de un revulsivo. El atacante del Manchester City pegó el grito de gol a los 60, pero éste fue anulado por una posición adelantada de su compañero Firmino en una acción previa cuando el balón se desvió en el zaguero venezolano Mikel Villanueva. En vano, los brasileños reclamaron que Villanueva intentó dar un pase, en lugar de desviar.
Pero la tendencia del partido no cambió. Otro síntoma de los problemas de la Verdeamarela fue que Faríñez tuvo escasas intervenciones de máxima exigencia... y con la tecnología de su lado.
A cinco minutos del final, el gol de Coutinho fue anulado porque el disparo a corta distancia se desvió en Firmino, quien estaba adelantado frente al arco. El gol hubiera sido válido si el balón no hubiera tocado al atacante del Liverpool.
El primer gol de Brasil en la victoria 3-0 ante Bolivia el viernes fue producto de un penal tras la consulta al VAR.
Los de casa fueron abucheados en Sao Paulo por su insípida primera parte ante los bolivianos, pero los casi 42.000 espectadores en Salvador empezaron a silbar en el tramo final, inclusive haciendo el “olé” cuando los venezolanos hilaron una serie de pases en los últimos minutos.
Muchos abuchearon a Tite por reemplazar a Casemiro por otro volante de marca, Fernandinho, en vez de un jugador de ataque a los 57.
“Hay que saber jugar con esa presión”, dijo el defensor Filipe Luis. “Obviamente, no ayuda que el público se ponga en tu contra, cantar ‘ole’ para el adversario, al final todos salimos perdiendo. Todos en la cancha estamos dando el máximo esfuerzo. Todos lo dejamos todo y eso hay que reconocerlo”.