SAO PAULO (AP) — Mientras los futbolistas en Europa aceptan recortes de salario en medio de la pandemia de coronavirus, algunos de sus colegas en Sudamérica — con ingresos más modestos — tratan de defender al máximo sus ingresos.
En Brasil y Argentina, los jugadores no están cediendo durante la suspensión de sus ligas, pese a recortes forzados de personal y salarios en otras ligas del continente.
Las negociaciones en Brasil entre una asociación de clubes y el gremio de jugadores no han conseguido un acuerdo sobre paga y vacaciones adelantadas. Los capitanes de los equipos y los ejecutivos tratan ahora de lograr decisiones individuales, pero esas pudieran terminar en las cortes.
Al temer perder patrocinadores y crecientes deudas, los principales clubes brasileños querían recortar los salarios de sus jugadores por 25% hasta el fin de la pandemia. Pero algunos jugadores — incluyendo aquellos a quienes se les ha pagado tarde previamente — han pedido la intervención de la Confederación Brasileña de Fútbol. Hasta ahora, la CBF no lo ha hecho, pero el gremio cedió un poco en el asunto de las vacaciones.
Exjugadores, ejecutivos y técnicos dijeron que se sentían inspirados por el ejemplo del astro de Barcelona Lionel Messi, quien aceptó un recorte de 70% en su paga para ayudar a Barcelona a mantener su personal durante la crisis. Pero las voces en Brasil suenan más como la del defensor del Atlético Mineiro Guilherme Arana.
“No pienso que haya razón (para recortar los salarios). Estamos parando por necesidad”, dijo Arana, de 22 años, en declaraciones a Fox Sports. “Es el mundo el que ha parado”.
Atlético, sin embargo, dijo el domingo, que recortará los salarios por 25%, a excepción de los de sus empleados de menores ingresos.
En Argentina, con 4.000 futbolistas profesionales entre hombres y mujeres, los clubes no han recortado salarios y la Asociación del Fútbol Argentino no ha hecho recomendaciones al respecto.
Sergio Marchi, el líder del sindicato de futbolistas de Argentina, se pronunció en contra de recortes. En una entrevista radial, el dirigente dijo que es “fundamental respetar el sueldo de los jugadores porque ello permitirá “volver a la actividad sin ningún tipo de conflicto”.
Sin dar nombres, Marchi afirmó que algunos equipos “están buscando excusas u atenuantes a una mala gestión o a un comportamiento equivocado a la hora de hacer presupuesto”.
En Colombia, los clubes se movieron rápido frente a la situación.
Independiente Medellín y Deportivo Cali alcanzaron acuerdos con sus jugadores para reducir de inmediato los salarios más altos. Jaguares de Córdoba suspendió los contratos de 13 integrantes de su plantilla. Independiente Santa Fe causó revuelo al publicar en Twitter un sondeo que puso a los hinchas contra los jugadores.
El conjunto bogotano preguntó a los seguidores si eran partidarios de reducir los salarios. La consulta terminó con un 62% de los aficionados votando a favor.
Las dirigentes de la liga colombiana también pidieron al gobierno una ayuda más amplia a los clubes para que no se declaren en quiebra.
“No estamos pidiendo dinero”, dijo el presidente de la liga Dimayor, Jorge Enrique Vélez. “Lo que pedimos son políticas para respirar durante este tiempo, como créditos blandos y a largo plazo para que los equipos puedan responder con sus obligaciones”.
En Uruguay, algunos jugadores están solicitando ahora prestaciones por desempleo luego que varios clubes, incluyendo el histórico Peñarol, suspendieron sus contratos. La federación nacional recortó también los salarios de su personal, incluyendo el del técnico de la selección, Oscar Tabárez.
Otro tanto se ha dado en Chile, donde la federación anunció una “reasignación de fondos” que implica la rebaja de sueldo de Reinaldo Rueda, el técnico colombiano de la selección.
Una excepción ha sido Perú, donde los jugadores de Alianza Lima dijeron que se les debía pagar menos para que el club pueda mantener a todos sus empleados. El arquero Leao Butrón dijo que la decisión fue “fácil de tomar”.
“No sabemos cuándo va a terminar esto. Nuestra predisposición como jugadores está”, dijo Butrón. “Más allá de ser problema económico, es un tema de liquidez. Un tema financiero. Supongo que podemos dar la mano, la decisión del grupo ha sido llegar a ello en caso se tomen medidas extremas”.