Con 39 años, el delantero decidió volver al fútbol de selecciones y disputará su primer partido con Suecia desde 2016 cuando el combinado reciba a Georgia por las eliminatorias mundialistas en Estocolmo el jueves.
El objetivo inmediato para Ibrahimovic será la Eurocopa el próximo, pero ya mira el Mundial de Qatar que se disputará entre noviembre y diciembre de 2022 — cuando tendrá 41 años.
Ibrahimovic participó en dos mundiales — en 2002 y 2006 — y se fue sin marcar goles. Quiere tapar ese agujero en sus voluminosas credenciales.
“Eso es algo que quiero alcanzar porque no puedo tener un cero”, dijo un sonriente Ibrahimovic el lunes. “Mirar tan lejos es peligroso. Creo que debo pensar en el día de mañana ... Pero si me siento así ahora mismo, yo voy a estar ahí”.
El artillero del Milan alternó entre momentos de su típica altanería — “si me pregunta, yo soy el mejor jugador del mundo” — y otros de modestia durante una rueda de prensa en el estadio Friends Arena de Estocolmo que tomó una hora. Hasta dio la sensación de romper en llanto al recordar decirle adiós a su familiar antes de viajar a Suecia para los próximo partidos contra Georgia, Kosovo y Estonia.
Ibrahimovic, goleador histórico de Suecia con 62 tantos en 112 partidos, dijo que había echado de menos jugar con la selección y que se siente más entusiasmado que nunca: “Cada vez que salgo a la cancha me siento como un niño que patea el balón por primera vez”, señaló.
“Si mi cabeza le toca decidir, nunca voy a parar. No soy el mejor jugador de antes, pero puedo seguir rindiendo”, añadió.
Ibrahimovic dijo que la grave lesión en la rodilla que sufrió cuando militaba en el Manchester United, la cual le mantuvo fuera de actividad por siete meses, transformó su actitud sobre su carrera. Apenas disputó otros siete partidos con el United, fichando con el Galaxy de Los Ángeles para un ciclo de dos temporadas.
Regresó a Europa a fines de 2019 al fichar con el Milan y afirma que sus actuaciones en el fútbol italiana confirman que puede destacarse con la selección.
“Es alguien joven, muy joven”, dijo Ibrahimovic, refiriéndose a sí mismo. “Y cada día que pasa, se pone más joven”.
Ibrahimovic dijo que sus compañeros de selección le han hecho bromas sobre su edad, pero no cabe duda de que goza de alta estima por parte de los jugadores suecos, varios de los cuales crecieron idolatrándolo.
Emil Forsberg y Alexander Isak le ofrecieron sus números de camiseta — el 10 y el 11, respectivamente — e Ibrahimovic aceptó la oferta de Isak.
“Me dijo que la recibirá de vuelta dentro de seis o siete años cuando me retire”, dijo Ibrahimovic sonriente.
El técnico de Suecia Janne Andersson dijo que presagia un día en el que Ibrahimovic volverá a ser el capitán, pero no inmediatamente.
“Desde luego que Zlatan tiene más experiencia, pero no tiene experiencia con nuestro equipo”, dijo Andersson. “Eventualmente podrá ser el capitán de este equipo. Pero ahora mismo no lo veo en este grupo”.