LAS VEGAS (AP) — Nadie habría apostado que esto sucedería.
Dentro de los espectaculares casinos de Las Vegas, las máquinas tragamonedas están apagadas y los centros de apuestas deportivas permanecen en penumbras. En lo que debía ser el lunes de mayor actividad para los apostadores, no hubo un solo dólar que cambiara de manos.
No hubo apuestas sobre el campeonato nacional de básquetbol universitario, nadie apostó en Tiger Woods para ganar el Masters. Sin deportes no hay apuestas, así de sencillo.
Una de las muy pocas cosas que los apostadores deportivos más desesperados pudieron hacer es entrar a internet y encontrar un partido de tenis de mesa ruso.
“El pingpong ruso se ha robado el espectáculo”, dijo Nick Bogdanovich de la cadena de apuestas William Hill. “Ni siquiera lo transmiten en todos lados, pero hay gente que está apostando en eso”.
Hace apenas unas semanas, los casinos se frotaban las manos en espera de uno de los torneos de básquetbol universitarios más anticipados de la historia. Con las apuestas deportivas expandiéndose en todo el país, se preveían récords en las ventanillas y el juego por el título, programado para el lunes, habría generado apuestas por decenas de millones de dólares a favor de ambos equipos, sin importar quienes fueran.
El corredor de apuestas Jay Kornegay habría estado en medio de la acción en el Westgate Las Vegas, uno de los casinos más populares para ver el March Madness. Pero el enorme hotel, al igual que todos los demás, se encuentra cerrado por causa del nuevo coronavirus, y las enormes pantallas en su interior se encuentran apagadas.
“Es algo que jamás pensaste ver”, dijo Kornegay. “A veces te das cuenta cuando caminas por el hotel y no ves a nadie. Puedo caminar por toda la propiedad sin ver un alma”.
Se desconoce la cantidad de apuestas que se generan en el torneo de la NCAA debido a que las autoridades de casinos de Nevada no especifican las cifras. Pero en marzo del año pasado se apostaron 495 millones de dólares al básquetbol, tan solo en Nevada, y el fin de semana del Final Four genera una enorme actividad.
“El Super Bowl es el mayor evento de un solo día que tenemos, pero el March Madness es más grande utilizando otros parámetros”, dijo Kornegay. “Lidiamos con más personas, más boletas. El dinero, si se consideran los primeros cuatro días del torneo, rebasará lo que manejamos para el Super Bowl”.
Aunque todos los centros de apuestas deportivas de la ciudad están cerrados, unos cuantos como William Hill aún reciben apuestas en línea. Eso significa buscar deportes que aún estén en actividad.
El tenis de mesa ruso es el sorpresivo éxito, pero el sumo también ha generado interés. Además, están las competencias virtuales de NASCAR, de las que William Hill aceptó unas 400 apuestas para la competencia virtual del domingo en el autódromo de Bristol, donde William Bryon se quedó con el triunfo.
“Perdimos algo de dinero con eso, pero al menos emitimos algunas boletas”, dijo Bogdanovich.