LONDRES (AP) — Los aficionados del Chelsea recibieron el peor de los regalos el jueves, día en que el club de la Liga Premier inglesa cumplió 117 años.
El gobierno de Gran Bretaña congeló los activos de Roman Abramovich como una de las sanciones por su estrecha relación con el presidente ruso Vladimir Putin.
El magnate del aluminio figuró entre siete rusos acaudalados que fueron castigados por Gran Bretaña a raíz de la invasión rusa a Ucrania.
Las operaciones del club, como la venta de boletos y el fichaje de jugadores, quedaron restringidas instantáneamente. La tienda de mercadería en el estadio Stamford Bridge, en el oeste de Londres, tuvo que cerrar y se colgó un cartel en el que se informa que “se debe al reciente anuncio del gobierno”.
El logo de Three desaparecerá de las camisetas del equipo luego que la empresa de telecomunicaciones anunció la suspensión de su patrocinio.
“Reconocemos que esta decisión impactará a los muchos aficionados del Chelsea que siguen apasionadamente a su equipo”, indicó Three. “Sin embargo, sentimos que, dadas las circunstancias y la sanción implementada por el gobierno, hacer esto era lo correcto”.
Se trata de medidas sin precedentes impuestas contra un club de la Liga Premier inglesa.
“Estamos dando ahora una vuelta de tuerca sobre los oligarcas influyentes que hacen posible su régimen”, dijo la secretaria de Cultura, Nadien Dorries, en referencia a Putin. “Las medidas importantes anunciadas hoy tendrán claramente un impacto directo sobre el Chelsea y sus aficionados, pero trabajamos duro para cerciorarnos de que el equipo y el deporte nacional no sean necesariamente dañados”.
Implican que el Chelsea sólo podrá funcionar bajo una licencia especial sobre “Regulaciones de Rusia”, vigentes hasta el 31 de mayo, para garantizar que el club pueda seguir jugando.
Por la noche, el club dio al menos un par de motivos de festejo a sus seguidores. Se impuso 3-1 sobre el colista Norwich en la Liga Premier. El logo de Three aparecía aún en las camisetas.
Y en el fútbol femenino, Chelsea aplastó 4-1 al West Ham.
Chelsea fue puesto en venta la semana pasada al acentuarse los pedidos de sanciones debido a sus estrechos vínculos con el régimen de Putin. Abramovich dijo que los ingresos de la venta serán destinados a una fundación creada por él para beneficiar a las víctimas de la guerra.
El proceso de venta también quedó sujeto al consentimiento del gobierno.
“Si bien la actual licencia no permite la venta del club en este momento, el gobierno está abierto a la venta del club y consideraría una solicitud para una nueva licencia que permita la compra”, dijo el gobierno. “Las ganancias de una venta no podrán ser entregadas al individuo sancionado mientras esté sujeto a las sanciones”.
Chelsea dijo que “pedirá permiso para que se revise la licencia con el fin de que el club opere de la manera más normal posible”.
La Liga Premier informó que trabaja con el Chelsea y las autoridades “para asegurar que la temporada siga como está previsto y de acuerdo con la intención del gobierno”.
El gobierno consideró a Abramovich un “oligarca pro Kremlin” con un patrimonio de más de 9.000 millones de libras (12.000 millones de dólares), y concluyó que debe ser sancionado por sus nexos con Putin. Abramovich también fue vinculado con esfuerzos por “desestabilizar”, socavar y amenazar a Ucrania.
Abramovich, quien hizo su fortuna con el petróleo y el aluminio durante el caótico período que siguió al colapso de la Unión Soviética en 1991, no ha condenado la invasión rusa de su país vecino en dos declaraciones tras el estallido de la guerra hace dos semanas.
Las autoridades británicas afirman que Abramovich se benefició financiaramente del gobierno de Putin, incluyendo contratos relacionados con los preparativos de la Copa Mundial que Rusia organizó en 2018.
El impacto fue inmediato en el Chelsea, club que ha recibido una inyección de más de 2.000 millones de dólares en los 19 años desde que el magnate ruso tomó el control, transformándoles en una de las potencias del fútbol europeo.
Toda persona que haya adquirido boletos hasta el final de la temporada en mayo podrá ir a los partidos, pero no se venderán nuevas entradas. Ello afectará la asistencia de aficionados visitantes al Stamford Bridge. El club tampoco podrá vender mercadería en su tienda.
Los empleados, incluyendo los jugadores, podrán seguir cobrando. La nómina salarial del club asciende a casi 28 millones de libras (37 millones de dólares) por mes, según las cuentas más recientes.
El club afronta básicamente una prohibición de fichar jugadores, dado que no podrá inscribir nuevos futbolistas. También existen dudas sobre si podrán ofrecer nuevos contratos.
Apenas podrá gastar 500.000 libras (657.000 dólares) por cada partido en Stamford Bridge, para seguridad y catering. No podrá excederse de las 20.000 libras en el gasto en partidos como visitante. El Chelsea viajará a Francia para enfrentar a Lille en la Liga de Campeones la semana entrante.
Chelsea completó su colección de grandes trofeos en la era Abramovich al conquistar el Mundial de Clubes, añadiéndolo a dos coronas de la Champions y cinco de la Premier.
El objetivo de las sanciones es “privar a Abramovich de los beneficios por ser propietario del club”, tuiteó Dorries.
“Sé que esto conlleva cierta incertidumbre, pero el gobierno trabajará con la liga y los clubes para que se siga jugando al fútbol mientras se garantiza que las sanciones afectan a quienes corresponde”, dijo Dorries. “Los equipos de fútbol son activos culturales y la base de nuestras comunidades. Estamos comprometidos con su protección”.