BUENOS AIRES (AP) — El líder Brasil buscará extender una racha histórica de victorias consecutivas en casa ante Colombia para sellar su clasificación al Mundial de Qatar, en una doble jornada de eliminatorias sudamericanas que lo tendrá otra vez cara a cara ante su escolta Argentina — con el astro Lionel Messi maltrecho — tras el escándalo de septiembre.
Para varias selecciones será el comienzo de una disputa a todo o nada por los restantes puestos de clasificación a falta de seis capítulos para cerrar la eliminatoria.
Líder invicto con 31 puntos, Brasil ya tiene puesta la mente en el sorteo de la Copa del Mundo, el 1 de abril en Doha, y negocia amistosos de preparación. No es que subestime la clasificación, pero no existe antecedentes de una selección sudamericana que con ese puntaje haya quedado afuera del Mundial desde que rige el formato todos contra todos.
Su boleto quedaría finiquitado si suma tres puntos ante Colombia el jueves en Sao Paulo. De local, la Canarinha es el equipo con mejor racha de victorias consecutivas (8) en la historia de la competencia.
Luego de ese duelo, el líder visitará el martes a su escolta Argentina (25) en San Juan, que marcará el reencuentro de los dos gigantes sudamericanos tras el cruce frustrado de septiembre en Sao Paulo. El duelo fue suspendido a los siete minutos por el ingreso de funcionarios sanitarios al campo de juego para retirar a cuatro futbolistas argentinos de clubes de Inglaterra por presunta violación de los protocolos sanitarios contra el COVID-19. La FIFA debe resolver sobre este caso.
“Tenemos dos partidos importantes con dos equipos, para mí, del más alto nivel. Si ponemos los tres primeros o los cuatro primeros, de 10, se incluyen”, afirmó Tite, el estratega de Brasil. “La buena actuación y el buen resultado de este partido nos llevarán a una buena preparación ante Argentina”.
La única preocupación en Brasil son los amonestados: Thiago Silva, Marquinhos, Eder Militao, Casemiro, Fabinho, Gerson, Lucas Paquetá y Gabriel Jesús están al límite de amarillas.
Argentina, que también podría asegurar su clasificación en esta doble jornada, aguarda por la recuperación de su capitán Messi, quien todavía padece por las secuelas que le dejó en la rodilla izquierda la violenta patada que le propinó el venezolano Adrián Martínez a principios de septiembre por las eliminatorias. El golpe le provocó un hematoma, que a su vez afectó los isquiotibiales.
La “Pulga” está en duda para visitar el viernes a Uruguay (16) en Montevideo, un duelo que se prevé áspero por las urgencias del local de mejorar su imagen tras las goleadas que le propinaron Brasil y Argentina en octubre y que amenazaron la continuidad del veterano entrenador Óscar Tabárez.
Con Brasil y Argentina casi adentro del mundial, las seis fechas que restan para completar la clasificatoria bien podrían compararse con la exitosa serie surcoreana “El Juego del Calamar”: cada partido amenaza con eliminar de la competencia a una selección.
Ecuador, tercero con 17 unidades, no quiere repetir la pesadilla del proceso hacia Rusia 2018. A esta altura de aquella eliminatoria, la Tri sumaba 20 puntos y marchaba en el tercer lugar. Pero luego acumuló seis derrotas seguidas, tres de ellas en la altura de Quito – y quedó fuera.
En esta ocasión no podrá contar con el máximo goleador Enner Valencia, lesionado, para los compromisos ante Venezuela y Chile. Ángel Mena, Pervis Estupiñán, Diego Palacios y Michael Estrada tampoco estarán disponibles en el primer duelo por suspensiones.
Colombia (16) deberá reencontrase con el gol que se le negó en la triple fecha de octubre si no quiere perder el último puesto de clasificación directa. No es una buena señal la ausencia de su goleador Radamel Falcao por una lesión muscular.
“No vamos a empatarles, sino a ganarles bien teniendo los cuidados porque otras selecciones han salido con la ansiedad de ganar (a Brasil) y se llevan tres o cuatro (tantos) y nosotros tenemos el potencial para ganarles”, advirtió el atacante Miguel Ángel Borja, autor de tres goles en la eliminatoria.
Luego recibirá a Paraguay.
Para encarar esta recta final, Reinaldo Rueda le otorgó el perdón a James Rodríguez tras el cruce que mantuvieron a mitad de año cuando el entrenador lo descartó del plantel por problemas físicos.
“No pienso en eso”, respondió tajante Tabárez tras consultarle sobre su continuidad en Uruguay si no logra buenos resultados ante Argentina y luego ante Bolivia en La Paz. “Esas decisiones la toma la gente que está en la directiva. Tengo contrato vigente, lo he tenido durante 15 años y ahí están especificadas mis obligaciones”.
La Celeste, que se ubica en el quinto puesto con 16 puntos y estaría jugando el repechaje por un boleto al mundial, llega con un plantel diezmado por las lesiones de los zagueros Sebastián Cáceres, Sebastián Coates y Matías Viña; los mediocampistas Federico Valverde, Nicolás de la Cruz y Giorgian de Arrascaeta y los delanteros Edinson Cavani, Darwin Núñez y Maximiliano Gómez. En tanto que el volante Rodrigo Bentancur deberá cumplir una fecha de suspensión.
Chile (13) — sin el volante Charles Aránguiz por lesión en pantorrilla — necesita tener mayor regularidad en su juego para meterse en los puestos de clasificación. En casa recibirá a un Paraguay (12) que se arriesgó a un cambio de entrenador — contrató al argentino Guillermo Barros Schelotto tras el despido de su compatriota Eduardo Berizzo en octubre — en medio del naufragio.
En un mano a mano, Bolivia (12) y Perú (11) se jugarán mucho de su capital el jueves en Lima.
“Mientras los números den, hay confianza”, declaró el técnico argentino de Perú, Ricardo Gareca, quien anhela repetir la racha invicta de los últimos seis partidos de la eliminatoria para el Mundial 2018 que le permitió jugar el repechaje. “No damos nada por terminado. Matemáticamente, los números nos apoyan. Hay que luchar”.
Las restricciones sanitarias, las lesiones y las deudas volvieron a frustrar el sueño de Venezuela de jugar por primera vez una Copa del Mundo. Última con siete unidades, visitará a Ecuador y recibirá a Perú otra vez sin su goleador histórico Salomón Rondón por problemas físicos.