MADRID (AP) — Más de un año después de llegar como uno de los fichajes más caros del Barcelona, Philippe Coutinho sigue sin cumplir con las expectativas.
El volante brasileño no ha podido mostrar el tipo de capacidad de generación de jugadas que lo convirtió en un astro del Liverpool y que convenció al club catalán a ficharle mediante una transferencia de incluso 160 millones de euros (180 millones de dólares).
“Obviamente, el coste del jugador cuando llegó aquí fue muy grande, y eso también implica que tenga más expectativas sobre su rendimiento”, dijo el veterano zaguero Gerard Piqué, sobre su compañero Coutinho. “Es lo que hay. Hay que aceptar la reacción de la gente, porque al final son nuestros seguidores, pero nosotros, desde dentro y como compañeros, le damos todo el apoyo del mundo. Le necesitamos a su mejor nivel en este final de temporada y seguro que lo va a estar”.
Las dificultades de Coutinho han sido tan evidentes que hay versiones de que podría volver en el corto plazo a la Liga Premier inglesa.
El brasileño de 26 años ha anotado sólo tres goles desde noviembre, todos en la Copa del Rey. Su último tanto en La Liga se remonta a octubre, cuando el Barsa aplastó 5-1 al Real Madrid en el Camp Nou.
Los hinchas catalanes pitaron a Coutinho en el Camp Nou el sábado, cuando fue sustituido por Ivan Rakitic en las postrimerías del encuentro que los locales ganaron 3-1 al Rayo Vallecano, dentro de La Liga.
Fue otra mala actuación por parte de un jugador de quien el Barcelona esperaba una ayuda tal que permitiera olvidar la partida de Neymar al París Saint-Germain en 2017.
Ousmane Dembélé, otro fichaje colosal del club español tras la salida de Neymar, ha aprovechado mejor sus oportunidades y ha alineado de inicio con regularidad en el ataque, junto con el argentino Lionel Messi y el uruguayo Luis Suárez.
Coutinho, entretanto, sigue prácticamente relegado a la suplencia, pese a que en ocasiones da destellos de su talento de clase mundial. Muchos esperaban que el internacional brasileño desempeñara un papel protagónico en el medio campo luego de que Andrés Iniesta se marchó al concluir la campaña anterior.
Pero Coutinho se quedó con un papel secundario, limitado prácticamente a la Copa del Rey.
“Intentamos ayudarle, está pasando por una fase por la que todos pasamos”, comentó el lateral derecho del Barsa, Nelson Semedo. “Sigue trabajando en cada entrenamiento. Da su máximo y le vamos a ayudar”.
Coutinho no pudo establecerse como una pieza clave para el técnico Ernesto Valverde, ni siquiera durante las semanas de ausencia de Messi por una fractura en un brazo.
“Lógicamente tendrá que mejorar, igual que tenemos que mejorar todos”, comentó recientemente Valverde. “Prefiero fijarme más en las cosas buenas que hace, igual que lo he hecho con otros jugadores. Tiene muchas cosas buenas y las tenemos que intentar aprovechar”.
Sin embargo, Valverde percibe sin duda que Coutinho debe aportar todavía la magia esperada.
“Estamos en un club, como en todos, en el que hay una exigencia terrible para ganar”, dijo. “No hay que darle mucha importancia. Pelea para poder marcar. Siempre esperamos que saquen un conejo de la chistera. Pero su trabajo está ahí. El secreto está en perseverar”.
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