De pobre arranque en la Copa América, Uruguay fue a más. Cerró la fase de grupos con un desempeño convincente, incluso dosificando el trabajo de Luis Suárez y Edinson Cavani.
Y evitó a Brasil en los cuartos de final.
Cavani convirtió un penal en el primer tiempo y Uruguay superó el lunes 1-0 a Paraguay, para apoderarse del segundo sitio del Grupo B.
La Celeste y la Albirroja comenzaron el duelo en el Estádio Nilton Santos ya clasificadas. En un partido en que Uruguay prescindió de inicio de Suárez, fue su otro astro el que le dio la victoria, con el disparo desde los 11 pasos a los 21 minutos.
“Fuimos creciendo a lo largo de la Copa”, recalcó el técnico uruguayo Óscar Tabárez en rueda virtual de prensa. “Creo que en los aspectos importantes del juego estuvimos mejor, tuvimos 10 tiros al arco por dos de ellos. Fue doblemente valorable, porque necesitábamos de un triunfo y de seguir mejorando el juego, y se dieron las dos cosas”.
Argentina, que en un partido simultáneo aplastó 4-1 a Bolivia, finalizó la primera fase como líder con 10 puntos, seguida por la selección uruguaya con siete y la paraguaya con seis. Chile, que descansó en la jornada, debió mirar impotente cómo la combinación de resultados le condenó al cuarto puesto y a chocar con los anfitriones el viernes, también en el Nilton Santos.
Uruguay se mide con Colombia en Brasilia el sábado y Paraguay enfrenta el viernes a Perú en Goiania, misma sede del encuentro entre Argentina y Ecuador.
“Perú juega bien, se asocia, tiene elaboración con gente peligrosa en ataque”, advirtió el técnico de Paraguay, Eduardo Berizzo. “Nos prepararemos en estos días pensando en hacer lo mejor”.
Pese a la ausencia inicial de Suárez y a que el empate le salvaba también de enfrentar a Brasil, Uruguay mostró ambición desde el inicio. Su actitud fue recompensada intercambiando con Paraguay el segundo por el tercer puesto.
“Conseguir la victoria era importante, tener casi cinco días para recuperarnos del esfuerzo nos viene muy bien”, valoró el “Maestro” Tabárez.
Con cinco y hasta seis volantes (Nahitan Nández jugó de lateral derecho) y Cavani como única referencia de área, la Celeste fue la que generó mayor peligro desde el arranque.
No hubo pacto de no agresión en Río. Berizzo dispuso una alineación muy ofensiva en la Albirroja, con el regreso de Gabriel Ávalos.
Giorgian de Arrascaeta tuvo oportunidades claras en los albores del encuentro por Uruguay, con disparos a los 4 y a los 8 minutos. El primero impactó la parte exterior de la red y el segundo fue desviado a tiro de esquina por el arquero Antony Silva.
Y luego una polémica falta de Omar Alderete sobre Nández fue juzgada como penal por el brasileño Raphael Claus. El derechazo de Cavani engañó a Silva y puso el resultado en consonancia con el trámite.
El astro del Manchester United gestó una jugada que estuvo a punto de ampliar la ventaja uruguaya en la primera mitad, con un pase que De Arrascaeta no alcanzó por poco.
A partir de entonces, Uruguay dejó la pelota a Paraguay, que igualmente no encontró profundidad, mucho más a partir de la temprana lesión (distensión en el posterior) de Miguel Almirón, quien dejó la cancha desconsolado.
En el complemento, Uruguay siguió siendo superior. Pero cometió el pecado de no liquidar el pleito. Y en tiempo de descuento, David Martínez se llevó por delante una pelota que era promesa de empate.
“No hicimos un partido malo; al principio nos costó ajustar las marcas, después equiparamos y pudimos empatar pero no tuvimos precisión en los centros, ni en la pelota parada”, señaló el argentino Berizzo.
Por lo demás, la selección paraguaya prácticamente no inquietó al guardavalla Fernando Muslera. Uruguay gestionó con serenidad la ventaja en el complemento y, si bien Tabárez colocó por fin a Luis Suárez en la cancha a los 68 minutos, lo hizo retirando a Cavani.
El ariete del Atlético de Madrid realizó una buena jugada con Facundo Torres a los 69 minutos, pero su tiro fue neutralizado por Silva. A los 85, ejecutó un tiro libre que se fue desviado.
En cuanto a esta última función de la fase inaugural: la Celeste se despidió con rostro recompuesto y la Albirroja, con una mueca de preocupación.