PEBBLE BEACH, California, EEUU (AP) — Ante de Gary Woodland había un trecho de 263 yardas hasta un green aterrador en Pebble Beach, especialmente con un título del US Open en juego. A su espalda, a un golpe en la tabla, estaba Brooks Koepka, que en estos tiempos es el rival más peligroso en un major de golf.
Lo más seguro era tirar al 14 y probar suerte con un wedge.
“La idea era jugar por la victoria”, comentó Woodland.
Tras un espaldarazo de confianza de su caddie _Brennan Little, que acompañó a Mike Weir en su victoria en el Masters_ Woodland pegó el golpe de su vida, que evitó por poco un bunker, se quedó al borde del green y permitió un birdie que le dio el margen que necesitaba.
El resto fue puro teatro _un golpe de 90 pies en el 17 que casi metió en el hoyo, un putt para birdie de 30 pies en el último hoyo para dejar la tarjeta en 69, dos bajo par, y una victoria en tres golpes que impidió a Koepka cumplir su audaz ambición de igualar un récord centenario ganando su tercer US Open seguido.
SALVADOR, Brasil (AP) — Equilibrio es el factor que Rafael Dudamel necesita gestionar cuando su Venezuela se tenga que batir el martes con el anfitrión Brasil en su segundo partido de la Copa América.
Hay que contener el volumen de ataque que Philippe Coutinho, Roberto Firmino y demás socios pueden generar, pero el técnico de la Vinotinto entiende que un esquema ultradefensivo no es el único remedio.
“Jugar de igual por igual contra Brasil es una gran tontería”, se sinceró. “Hay que jugarle con respeto, admiración, seguridad y sin ningún tipo de complejo”.
Dudamel también sabe de los desiguales antecedentes de las refriegas ante Brasil. Apenas una victoria en 24 victorias, una que se dio en un amistoso hace 11 años. Por la Copa América, la Verdeamarela contabiliza seis triunfos en siete partidos, con 27 goles anotados y dos en contra.
El duelo se escenificará en la Arena Fonte Nova de Salvador, en el caluroso estado nororiental de Bahía, región donde tradicionalmente la selección nacional recibe más aliento. No fue lo que el equipo de Tite tuvo en la goleada 3-0 que le propinó a Bolivia en el partido inaugural en el estadio Morumbí de Sao Paulo. Ahí el ambiente fue tibio, y los jugadores locales fueron abucheados en el entretiempo por atascarse ante un rival de limitados recursos.
“En Bahía la energía es diferente”, dijo el veterano lateral derecho y capitán brasileño Dani Alves. “La gente echa de menos a la selección ahí... Estoy seguro que será más alegre”.
TORONTO (AP) — Los aficionados se volcaron a las calles la noche del jueves, sonaron las bocinas de sus autos en Toronto y celebraron en diversas ciudades de Canadá que los Raptors de Toronto conquistaran por primera vez el campeonato de la NBA.
“Y así lo hacemos en el Norte”, dijo en un tuit el primer ministro Justin Trudeau sobre una foto de él y sus dos hijos cuando veían el partido acompañados de su perro.
Miles de espectadores abarrotaron Jurassic Park, la zona para los aficionados afuera de la arena vacía del equipo en el centro de Toronto para presenciar en grandes pantallas el sexto partido de la final de la NBA. Todos estallaron en júbilo cuando sonó el final del encuentro en el que los Raptors vencieron 114-110 a los Warriors de Golden State.
El rapero y embajador global de los Raptors, Drake, dijo que el equipo jugó con el corazón.
“Lo hicimos con amor”, declaró Drake al término del partido. “Deseábamos que esto se concretara”.
La multitud cantó el tema de Queen “We Are the Champions” en las calles abarrotadas. Algunos escalaron postes y agitaron camisas. Los vehículos sonaron sus bocinas en una sinfonía discorde pero triunfal.
“¡Qué noche! ¡No puedo creerlo, no puedo creerlo!”, dijo Elias Edraki, de 35 años, también de Toronto.
Los aficionados se reunieron bajo techo y en decenas de lugares al aire libre en todo el país para celebrar al equipo de una ciudad a la que muchos canadienses gustan odiar; el gran entusiasmo se manifestó en bares atestados de manera inusual.
Decenas de ciudades de la provincia de Ontario también tuvieron celebraciones abarrotadas igual que otros lugares de costa a costa, como Halifax, que organizó una enorme fiesta callejera.
“¡Éste es el mejor día de mi vida!”, declaró John Cooke, de 35 años, de Toronto.
Asoma como la Copa de Oro más ambiciosa hasta ahora, con más equipos y subsedes inéditas. Sin embargo, carecería del atractivo de otorgar medio pasaje para la Copa Confederaciones, prácticamente extinta.
¿Y los favoritos son los de siempre? Puede ser, si bien México llega sin media docena de sus referentes en los últimos años y Estados Unidos ha dejado más dudas que certezas en la antesala preparatoria para el certamen.
El máximo torneo de selecciones de la CONCACAF, que se pone en marcha el sábado, se ha ampliado de 12 a 16 selecciones. Y, por primera vez, varios partidos se disputarán fuera de las canchas de Estados Unidos, Canadá y México.
Ambas innovaciones figuraban entre los principales objetivos desde el comienzo de la gestión del canadiense Víctor Montagliani como presidente de la CONCACAF en 2016. La otra misión consistía en dejar atrás los escándalos de corrupción que estremecieron el organismo rector del fútbol en la zona.
“Pasamos por un periodo difícil”, destacó Montagliani, en alusión a esos tiempos turbulentos en que se derrumbaron los mandatos de sus predecesores Alfredo Hawit y Jeffrey Webb. “Teníamos que cambiar la narrativa en torno a la confederación. Antes pensábamos en sobrevivir, ahora estamos pensando a largo plazo”.
Montagliani, reelegido recién en marzo, se propuso de entrada la expansión del torneo, en un esfuerzo por generar mayor competencia regional. Los 16 equipos se distribuirán en cuatro grupos.
Asimismo, se jugarán partidos de primera ronda en Costa Rica y Jamaica. El resto del torneo se disputará en Estados Unidos, incluyendo la final del 7 de julio.
SALVADOR, Brasil (AP) — Sin la estela de Neymar en Brasil, Lionel Messi no tiene a la vista un competidor que le robe el papel protagónico en la Copa América.
Más que los méritos propios, que los tiene, el astro argentino es la figura que mejor llega al inicio del certamen continental en comparación con otros futbolistas de renombre que entre lesiones, escándalos o bajos rendimientos no parece que puedan hacerle sombra.
Con 31 años, Messi se ha tomado con calma este nuevo desafío con la Albiceleste. Cuando parecía que su ciclo estaba cumplido después del frustrante Mundial de Rusia, el capitán redobló la apuesta y le avisó a sus detractores que seguirá intentando hasta ganar el título con su país que se le niega desde que debutó con la mayor en 2006.
Pero ahora tiene un nuevo rol. De jugador sobreprotegido, Messi se convirtió en referente de un grupo con mayoría de jugadores que tendrán su debut en un torneo oficial con la selección.
“Messi es líder por lo que transmite. Es admirable como maneja el día a día. Es seguirlo en esa línea de humildad y trabajo”, destacó el defensor Germán Pezzella. “Es cercano, uno más”.
“Sabemos que tenemos al mejor del mundo, vamos a intentar ayudarlo y que se sienta cómodo”, agregó el volante Rodrigo De Paul.
No tanto por presente, sino por lo que irradia, Neymar buscaba disputarle la primera plana a Messi. Pero una serie de acontecimientos desafortunados lo dejaron fuera de carrera.