BUENOS AIRES (AP) — Argentina y Colombia acordaron poner fin a una disputa diplomática que se intensificó a raíz del ataque visceral del presidente argentino de derecha Javier Milei contra su homólogo izquierdista en Colombia la semana pasada, lo que llevó al país a ordenar la expulsión de diplomáticos argentinos.
En una declaración conjunta el domingo por la noche, los ministerios de Relaciones Exteriores de las dos naciones latinoamericanas dijeron que "han tomado medidas concretas para superar cualquier diferencia y fortalecer esta relación".
Colombia dijo que su embajador que había convocado desde Buenos Aires regresaría allí, y el gobierno argentino dijo que su canciller visitaría Bogotá. Colombia también dio marcha atrás en su amenaza de expulsar a los diplomáticos argentinos, diciendo que aprobaría al recién nombrado embajador de Argentina.
Las tensiones entre Milei de Argentina y el presidente colombiano Gustavo Petro han estallado repetidamente en amargas disputas desde que Milei, un impetuoso economista de derecha y ex personalidad televisiva, irrumpió en el escenario mundial el año pasado. En los fuertes intercambios pasados, Milei llamó a Petro “un comunista asesino” y describió a los socialistas como “excremento humano”. Petro replicó que “esto es lo que dijo Hitler”.
Esta vez, la polémica guerra de palabras entre los presidentes populistas comenzó cuando Milei calificó a Petro de “asesino terrorista” en una entrevista la semana pasada con CNN, una referencia al pasado de Petro como miembro de un grupo guerrillero de izquierda. En respuesta, Petro acusó a Milei en las redes sociales de aislar diplomáticamente a Argentina y aumentar su tasa de pobreza con sus políticas libertarias.
Milei y Petro provienen de polos políticos opuestos. Petro ganó la presidencia con promesas de crear programas sociales para ayudar a los pobres de Colombia, largamente olvidados, mientras que Milei, un autodenominado anarcocapitalista , prometió recortar el gasto gubernamental y eliminar ministerios y programas costosos como medio para controlar la inflación de tres dígitos. .
Sin embargo, ambos líderes llegaron al poder con promesas de cambios radicales derivadas de la frustración de los votantes con el establishment que, según dicen, no ha logrado abordar la pobreza y la desigualdad profundamente arraigadas.
(Foto AP/Natacha Pisarenko, Archivo)