Organizaciones sociales y sindicales se convocaron el miércoles en Quito en una movilización que tuvo poca acogida y que busca rechazar una eventual eliminación de los subsidios a los combustibles que se anunciaría en las próximas semanas, según las autoridades de gobierno.
Unos 250 trabajadores, comerciantes, activistas, entre otros, recorrieron algunas calles de la capital sin generar enfrentamientos con la policía y en medio de gritos en contra del presidente Daniel Noboa y del Fondo Monetario Internacional, al que acusan de exigir al gobierno la elevación del precio de los combustibles.
Ante las protestas anunciadas desde ayer, la seguridad del palacio de Carondelet —sede del gobierno— se reforzó desde temprano con vallas para impedir algún eventual acercamiento por parte de los manifestantes.
“Únete pueblo, únete a luchar contra este gobierno neoliberal”, arengaban los manifestantes durante la marcha, en la que también se leían pancartas como “El FMI ordena, Noboa cumple”.
“Nos movilizamos en todo el país para frenar las políticas antipopulares de un gobierno mentiroso como el de Noboa”, señaló Nelson Erazo, presidente del Frente Popular, que hizo la convocatoria a las protestas.
Erazo aseveró que las movilizaciones están iniciando y continuarán el jueves hasta “botar abajo las medidas”, dijo.
A través de sus ministros, el gobierno ha anunciado que alista la eliminación del subsidio a los combustibles que en 2023 representó 644 millones de dólares en el presupuesto estatal.
El ministro de Economía, Juan Carlos Vega, dijo en declaraciones al canal Teleamazonas que el precio de la gasolina Extra, la de mayor consumo, subirá en 25 centavos de dólar, es decir, costará unos 2,72 dólares cada galón.
Sin precisar una fecha exacta, aseguró que resta por afinar los mecanismos para la entrega de una compensación a unos 84.000 transportistas y la socialización de la medida. “Lo importante es que estamos atacando al subsidio más inequitativo del país” que, según aseveró, beneficia en unos 300 millones de dólares “al 20% de la población con más recursos”.
Klever Hidalgo del Frente Unitario de Trabajadores en la provincia de Pichincha, a la que pertenece Quito, aseveró que están exigiendo que no se apruebe este “paquetazo” que, dijo, afectará al 80% de la población, mientras Cristina Caguana, presidenta del colectivo Mujeres por el Cambio, afirmó que “estas medidas neoliberales significan, para las mujeres, más precarización”.
Los dos gobiernos que precedieron al de Noboa también intentaron eliminar este subsidio y en ambos tanto Guillermo Lasso (2021-2023) como Lenín Moreno (2017-2021) tuvieron que dar marcha atrás, presionados por violentas protestas que amenazaron con la estabilidad de sus gobiernos.
BY ASSOCIATED PRESS
(AP Foto/dolores Ochoa)