PARÍS (AP) — El parlamento de Francia aprobó el miércoles una divisiva ley de inmigración que pretendía reforzar la capacidad del país para deportar a extranjeros considerados indeseables, lo que provocó un acalorado debate después de que la ultraderecha decidiera apoyar la medida.
La ley fue aprobada el martes por la noche en la cámara baja, la Asamblea Nacional, por 349 votos a favor y 186 en contra. Ya se había votado en el Senado.
La primera ministra, Elisabeth Borne, dijo que el texto incluía “cláusulas útiles, eficientes, esperadas por nuestros ciudadanos”.
El ministro del Interior, Gérald Darmanin, promotor del proyecto, dijo que el gobierno quiere “más firmeza contra los infractores extranjeros”.
“¿Quién dice que debemos permitir criminales, gente en nuestra tierra que nos ataca, ataca a nuestros profesores y que ataca a nuestras fuerzas policiales y que ataca a los jóvenes en las terrazas de las cafeterías, sin reaccionar?”, dijo en un discurso ante la Asamblea Nacional.
La ley aún tiene que ser promulgada oficialmente.
La votación se celebró después de que parlamentarios del partido centrista del presidente, Emmanuel Macron, y el grupo conservador Los Republicanos alcanzaran un compromiso para permitir que el texto avanzara en el complejo proceso legislativo.
El gobierno de Macron no tiene mayoría en el parlamento.
Los conservadores, que presionaron en favor de la estrategia de mano dura, dijeron que el documento acordado incluía cláusulas para reducir el número de migrantes que llegan a Francia, y en especial limitar el acceso de los extranjeros a prestaciones sociales.
Muchos vieron las negociaciones como un indicio de giro a la derecha del gobierno de Macron.
Políticos de izquierdas acusaron a los centristas de imponer la ley con apoyo de la ultraderecha.
Marine Le Pen, líder del grupo de ultraderecha Agrupación Nacional, describió la legislación como una “victoria ideológica” para su partido.
En respuesta a las críticas, Borne dijo que había suficientes votos de los centristas de Macron y de los conservadores tradicionales para aprobar el texto sin el apoyo de la Agrupación Nacional.
Organizaciones activistas han criticado el proyecto, que consideran una amenaza para los derechos de los migrantes.
(AP Foto/Michel Euler)
BY ASSOCIATED PRESS