SANTIAGO DE CHILE (AP) — El exguerrillero chileno Mauricio Hernández Norambuena retornó el martes a la cárcel de la que se fugó en 1996 luego de que Brasil, donde cumplía una condena a 30 años por secuestro, lo extraditara la víspera.
Al momento de su fuga Norambuena, un alto dirigente del grupo guerrillero de ultraizquierda Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR), cumplía dos condenas a cadena perpetua por el asesinato del senador derechista Jaime Guzmán y por el secuestro de Cristián Edwards, gerente del periódico El Mercurio, ambos ocurridos en 1991.
El acuerdo con Brasil que derivó en su extradición implica que las condenas en Chile serán sustituidas por una no superior a los 30 años de presidio.
El presidente Sebastián Piñera dijo que su gobierno hizo gestiones ante las autoridades brasileñas para que Norambuena “cumpla su condena en una cárcel chilena”.
Agradeció a Brasil “porque colaboró para que se hiciera justicia, tal y como lo ha dicho hoy el propio presidente (Jair) Bolsonaro a través de su Twitter”. El mandatario habló durante una visita a Chillán, 400 kilómetros al sur de Santiago.
Bolsonaro escribió que “nuestra política es cooperar con otros países y no albergar criminales o terroristas. Superando los problemas burocráticos entre Brasil y Chile, hoy estamos extraditando a Norambuena, secuestrador del publicista Washington Olivetto en 2001”.
El juez Mario Carroza dijo el martes que el tema de las condenas “está resuelto por la Corte Suprema en el sentido de que efectivamente la pena que se le aplique... tiene que ser menor a la que se le aplicó en Brasil, que son 30 años”.
La extradición de Norambuena se conoció el lunes y se concretó en menos de 24 horas.
Norambuena, conocido en sus tiempos de guerrillero como el “Comandante Ramiro”, no fue visto en el aeropuerto militar de Santiago, adonde llegó la madrugada del martes en un avión militar. Luego fue trasladado, en medio de una caravana de vehículos, hasta un penal de alta seguridad cercano al centro de Santiago. Unas 10 personas lo esperaban en las afueras de la terminal aérea con carteles que decían: “En Brasil se tortura, en Chile se calla”.
El exlíder del FPMR dirigió el grupo que secuestró en Brasil al publicista Olivetto. En Chile combatió la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) y ya en democracia asesinó a Guzmán y secuestró a Edwards.
Norambuena se fugó junto a tres de sus camaradas de un penal de máxima seguridad colgado de una gigantesca bolsa sostenida por un helicóptero.