Así, según el Ejecutivo francés, se trataría de la primera vez que un país toma una decisión de este calado, aunque más bien es una iniciativa simbólica, ya que la producción gala de gas y petróleo supone apenas el 1% del consumo nacional, el resto es importado.
Esta prohibición forma parte de un plan para eliminar la dependencia de la economía francesa de los combustibles fósiles, así como fomentar el desarrollo de las energías renovables y cumplir con los compromisos firmados en los Acuerdos de París contra el Climático para reducir el calentamiento global.
Según el borrador, Francia ya no expedirá más permisos de exploración ni la extensión de las concesiones actualmente en vigor, de forma que se irán limitando de forma gradual hasta ser retiradas por completo en 2040.
Tal y como apunta la agencia Reuters, esta ley podría afectar a compañías como la petrolera Total que, aunque ha suspendido la exploración en territorio continental, aún tiene permisos para continuar con las prospecciones en territorios de ultramar como la Guayana Francesa. Total habría rechazado realizar cualquier tipo de declaraciones al respecto.