RAFAH, Franja de Gaza (AP) — Soldados israelíes dispararon el jueves contra una multitud de palestinos que corrían para conseguir comida de una caravana de ayuda humanitaria el jueves en Ciudad de Gaza, indicaron testigos. Más de 100 personas murieron, lo que eleva a más de 30.000 el número de fallecidos en Gaza desde el inicio de la guerra entre Israel y Hamás, de acuerdo con funcionarios de salud.
Israel afirmó que muchos de los muertos fueron víctimas de una caótica estampida que se desató mientras intentaban obtener alimentos, y que sus soldados únicamente empezaron a disparar cuando se sintieron amenazados por la multitud.
Los países árabes no tardaron en condenar el nuevo acto de violencia, y el presidente estadounidense Joe Biden expresó su preocupación de que la situación se sume a las dificultades en la negociación de un cese del fuego en un conflicto que está cerca de llegar a su quinto mes.
La zona de Ciudad de Gaza fue uno de los primeros blancos de la ofensiva militar israelí lanzada en respuesta al ataque de Hamás del 7 de octubre.
Aunque muchos palestinos huyeron de la invasión en el norte del territorio, se cree que aún hay algunos cientos de miles en la región, la cual ha quedado prácticamente devastada y aislada. Varias entregas de ayuda llegaron a la zona esta semana, indicaron funcionarios.
El caos en Ciudad de Gaza posiblemente avive las críticas hacia Israel en lo referente al ingreso de asistencia humanitaria.
Grupos de ayuda señalan que se ha vuelto casi imposible brindar asistencia humanitaria a la mayor parte de la Franja de Gaza debido a la dificultad para coordinarse con las fuerzas armadas israelíes, las hostilidades actuales y el colapso del orden público, en el que multitudes de personas desesperadas rodean los convoyes de ayuda. Naciones Unidas indica que una cuarta parte de los 2,3 millones de palestinos que viven en Gaza están en riesgo de hambruna; alrededor del 80% de la población ha abandonado sus hogares.
Mandos militares indicaron que la caravana de 30 camiones que ingresó a primeras horas del día hacia el norte de Gaza fue recibida por una enorme multitud de personas que intentaban quedarse con la asistencia que transportaban. Decenas de palestinos murieron en la estampida, y algunos más fueron atropellados por los camiones mientras los conductores intentaban alejarse del lugar, afirmó el vicealmirante Daniel Hagari, portavoz del ejército israelí.
Los soldados israelíes que resguardaban la zona hicieron disparos de advertencia contra la multitud debido a que se sentían amenazados, según dijo.
“No disparamos contra quienes buscaban asistencia. Contrario a las acusaciones, no disparamos contra un convoy de asistencia humanitaria, no desde el aire y no desde tierra. Lo protegimos para que pudiera llegar al norte de Gaza”, explicó.
Kamel Abu Nahel, quien recibía atención médica en el Hospital Shifa por una herida de bala, explicó que él y otros acudieron al punto de distribución en medio de la noche porque escucharon que habría una entrega de alimentos.
“Llevamos dos meses comiendo alimento para animales”, manifestó.
Agregó que las tropas israelíes abrieron fuego contra la multitud mientras las personas abrían cajas con paquetes de harina y productos enlatados de los camiones, provocando que los palestinos se dispersaran, y algunas personas se escondieron debajo de automóviles. Cuando cesaron los disparos, regresaron a los camiones y los soldados abrieron fuego nuevamente. Recibió un disparo en la pierna y cayó, y luego un camión le pasó por encima de la pierna cuando el vehículo huía del lugar, detalló.
Al menos 112 personas murieron, informó el portavoz del Ministerio de Salud, Ashraf Al-Qidra. La dependencia se refirió al incidente como una “masacre” y agregó que otras 700 personas resultaron heridas.
Arabia Saudí, Egipto y Jordania acusaron a Israel de atacar a civiles en el incidente. En comunicados separados, llamaron a la creación de corredores para el envío de ayuda humanitaria y pidieron que la comunidad internacional tome acción decisiva para obligar a Israel a respetar la ley internacional y para llegar a un acuerdo inmediato de cese del fuego.
Biden discutió el incidente con los gobernantes de Egipto y Qatar, según funcionarios federales estadounidenses, y el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas programó consultas de emergencia a puertas cerradas para discutir el tema más tarde el jueves.
“Buscamos urgentemente información adicional sobre qué sucedió exactamente”, dijo el portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Matthew Miller.
La creciente alarma en torno a la situación de hambruna en Gaza ha generado exhortos internacionales para otro cese del fuego, y Estados Unidos, Egipto y Qatar trabajan para asegurar un acuerdo entre Israel y Hamás para una pausa en los combates y la liberación de algunos de los rehenes que capturó Hamás el 7 de octubre.
Los mediadores esperan llegar a un acuerdo antes de que comience el mes sagrado musulmán del ramadán, alrededor del 10 de marzo. Pero hasta ahora, Israel y Hamás se han mantenido muy distanciados en público en cuanto a sus posiciones.
Biden había expresado previamente esperanza en que se concretara un acuerdo para el lunes. Aclaró el jueves que eso parecía poco probable.
“La esperanza es eterna”, dijo Biden a los reporteros. “Estuve en el teléfono con personas de la región. Probablemente no para el lunes, pero sigo esperanzado”.
Cuando se le preguntó si el incidente del jueves en Ciudad de Gaza complicaría estas gestiones, declaró: “Estoy seguro de que sí”.
En un comunicado en el que condenó el ataque del jueves, Hamás dijo que no permitirá que las negociaciones sean “una cubierta para que el enemigo continúe con sus crímenes”.
Los médicos que llegaron al lugar el jueves encontraron “docenas o cientos” de personas tiradas en el suelo, según Fares Afana, jefe del servicio de ambulancias del hospital Kamal Adwan. Añadió que no había suficientes ambulancias para recoger a todos los muertos y heridos, y que algunos estaban siendo trasladados a hospitales en carros tirados por burros.
Mientras recibía atención en un hospital por heridas de bala en el brazo y la pierna, un hombre que se identificó únicamente como Ahmad dijo que esperó durante dos horas antes de que alguien con un carro tirado por caballos tuviera espacio para trasladarlo al Hospital Shifa.
Hace poco más de un mes, testigos y funcionarios de salud en Gaza acusaron a los soldados israelíes de disparar contra otro centro de distribución de ayuda en Ciudad de Gaza, matando a por lo menos 20 personas.
El doctor Mohammed Salha, director en funciones del Hospital Al-Awda, dijo que la instalación recibió a 161 pacientes con heridas, la mayoría de los cuales parecían haber recibido disparos. Añadió que el hospital puede realizar únicamente las cirugías esenciales debido a que se está quedando sin combustible para los generadores de emergencia.
Por otra parte, el Ministerio de Salud informó que el número de palestinos que han muerto a causa de la guerra aumentó a 30.035, y se reportan 70.457 heridos. El ministerio no diferencia entre civiles y combatientes en sus cifras, pero asevera que las mujeres y los niños representan alrededor de dos terceras partes de los muertos.
El ministerio mantiene registros detallados de las víctimas. Sus recuentos de guerras anteriores han coincidido en gran medida con los de la ONU, los expertos independientes e incluso los propios conteos de Israel.
El ataque de Hamás en el sur de Israel que desató la guerra mató a 1.200 personas, en su mayoría civiles, y los milicianos tomaron alrededor de 250 rehenes. Hamás y otros grupos aún mantienen alrededor de 100 rehenes y los restos de unos 30 más, después de liberar a la mayoría de los cautivos durante una tregua de una semana en noviembre.
La violencia también se ha intensificado en Cisjordania desde el 7 de octubre. Un hombre armado mató a balazos a dos israelíes en una estación de gasolina en el asentamiento de Eli el jueves, según el ejército israelí. El atacante fue abatido, añadió.
En tanto, funcionarios de Naciones Unidas han advertido sobre la posibilidad de más víctimas en grandes números en caso de que Israel cumpla su promesa de atacar Rafah, la ciudad más meridional de Gaza donde se ha refugiado más de la mitad de las 2,3 millones de personas que habitan el enclave. También afirman que una ofensiva en Rafah podría diezmar lo que queda de las operaciones de ayuda.
Se cree que varios cientos de miles de palestinos permanecen en el norte de Gaza a pesar que en octubre las autoridades israelíes ordenaron desalojar la zona, y muchos se han visto obligados a comer forraje para animales para sobrevivir. Naciones Unidas señala que uno de cada seis niños menores de 2 años en el norte sufre desnutrición aguda y emaciación.
COGAT, el organismo militar israelí a cargo de los asuntos civiles palestinos, dijo que alrededor de 50 camiones de ayuda entraron al norte de Gaza esta semana. No estaba claro quién entregó la ayuda. Mientras tanto, algunos países han recurrido a lanzar ayuda humanitaria desde el aire en los últimos días.
Desde que lanzó su ofensiva militar contra Gaza, Israel ha impedido la entrada de alimentos, agua, medicamentos y otros suministros, excepto un poco de ayuda que ingresa al sur desde Egipto por el cruce de Rafah y el cruce israelí de Kerem Shalom. A pesar de los llamados internacionales para permitir la entrada de más ayuda, el número de camiones de suministros es mucho menor que los 500 que llegaban diariamente antes de la guerra.
Chehayeb informó desde Beirut y Lidman desde Tel Aviv, Israel.
BY WAFAA SHURAFA, KAREEM CHEHAYEB AND MELANIE LIDMAN
(AP Foto/Adel Hana)