"La reestructuración de ministerios será la 1° medida de Bolsonaro", tituló en la mañana del lunes el diario Folha de San Pablo, apenas horas después de la victoria del diputado ultraderechista en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales del domingo en Brasil, frente a Fernando Haddad del PT.
La reducción del número de ministerios es una promesa de campaña de Bolsonaro.
Según Folha, después de haber mantenido conversaciones informales con integrantes del gobierno del presidente saliente Michel Temer y de presiones por parte de sectores agropecuarios y de la industria, Bolsonaro habría frenado en la eliminación de cuatro ministerios.
Minas y Energía, Transporte, Medio Ambiente, e Industria y Comercio podrán mantenerse como carteras independientes. Con lo cual el plan original de reducir de 29 a 15 las carteras, quedaría ahora en por lo menos 19, según Folha.
El presidente electo cedió después de recibir la visita, la semana pasada, de representantes de Industria y Agricultura.
Bolsonaro anunció la reducción de ministerios durante la campaña. Pero además de la reestructuración del gobierno, el flamante presidente electo contempla también como primera medida, siempre según Folha, cuando arranque su gestión en enero el anuncio de las empresas que serán privatizadas.
Los asesores de Bolsonaro dicen que la nómina está lista y que está pasando por lo retoques finales.
Una ronda de venta de aeropuertos también debe ser anunciada por el nuevo gobierno.
Bolsonaro ganó este domingo con 55% de los votos frente a 45% para Fernando Haddad, del PT.
El ultraliberal Paulo Guedes, a quien Bolsonaro prometió el ministerio de Hacienda, anunció de inmediato su intención de "cambiar el modelo económico socialdemócrata" mediante un programa acelerado de privatizaciones y de control del gasto público, como receta para reactivar a un país que pasó por dos años de recesión y otros dos de débil crecimiento.
Para eso, precisó, "necesitamos una reforma del régimen de jubilaciones".
En el plano internacional, Bolsonaro expresó el deseo de alinearse con el presidente estadounidense Donald Trump, quien lo llamó por teléfono para felicitarlo por su victoria.
En términos regionales, ese acercamiento podría llevar a acentuar la presión sobre el gobierno socialista de Venezuela, un país en pleno marasmo económico y social.
El ex estratega de comunicación de Trump, Steve Bannon, dio la bienvenida a Bolsonaro al club de dirigentes nacionalistas y ultraconservadores que llegaron al poder en los últimos años en América, Europa y Asia.
"Sin ninguna duda" que Bolsonaro forma parte de esa onda, dijo Bannon al diario económico Valor.