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La medida ocurre mientras la violencia empeora en varias zonas rurales de Colombia, incluida la región del Chocó en el oeste, donde 1.600 personas han sido desplazadas de sus hogares en las últimas dos semanas, según la Defensoría del Pueblo de Colombia.
En un comunicado publicado el fin de semana, el ELN dijo que había decidido llevar a cabo su paro armado citando supuestas “alianzas entre el Estado, los militares y mercenarios” que trabajan con grupos paramilitares de derecha que, según ellos, están atacando a los rebeldes y a los líderes comunitarios.
Los ataques armados a menudo implican el cierre de escuelas y los civiles que desafían las órdenes de los rebeldes son amenazados con la ejecución.
El ejército colombiano rechazó la medida el lunes y dijo que el ELN está tratando de mantener a los civiles fuera de las carreteras y ríos de la región para facilitar el transporte de equipos utilizados en minas de oro ilegales y para mover cargamentos de drogas.
El departamento del Chocó es uno de los más pobres y menos poblados de Colombia. Tiene pocas carreteras que lo comuniquen con el resto del país y está atravesado por decenas de ríos que sirven como principal medio de transporte.
Pero su ubicación en la costa pacífica colombiana ha convertido al Chocó en una región crítica para los grupos que se benefician del tráfico de drogas y contrabandean cocaína hacia México. La región también es rica en minas de oro que han sido explotadas por grupos rebeldes.
Un acuerdo de paz de 2016 entre el gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia condujo a la desmovilización de 13.000 combatientes, incluidos cientos de rebeldes en la región del Chocó.
Sin embargo, las zonas que antes estaban bajo el control de las FARC ahora están ocupadas por el ELN en el Chocó y otras partes de Colombia. Fundado en los años 1960, el ELN tiene unos 6.000 combatientes en Colombia y Venezuela y ha ido creciendo desde que las FARC se desmovilizaron.
En enero, el presidente Gustavo Petro canceló las conversaciones de paz con el ELN después de que aproximadamente 80 personas murieran en ataques rebeldes en la región nororiental del Catatumbo.
El ejército colombiano ahora está luchando contra el ELN tanto en el Catatumbo como en el Chocó, adonde fueron enviados 1.500 soldados el lunes.
Mientras los militares se enfrentan al ELN, un grupo narcotraficante conocido como el Clan del Golfo también está avanzando en Chocó, donde lucha contra los rebeldes por territorio.
“La situación es grave, pero no es incurable”, dijo la defensora de los derechos humanos, Iris Marín Ortiz, en un video publicado el domingo en X. “Los grupos armados son fuertes, pero nuestras instituciones y nuestra democracia deben ser más fuertes y robustas”.
El lunes, la embajada de Estados Unidos en Bogotá emitió una alerta de seguridad, instando a los ciudadanos estadounidenses en la región del Chocó a abandonar el área “lo antes posible”.
Si bien no es un destino turístico importante, Chocó tiene un par de pueblos costeros populares para observar ballenas, practicar surf y disfrutar de playas de arena negra prístina.
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(Foto AP/Fernando Vergara)
Por MANUEL RUEDA