
La gerencia regional de Salud de Cusco explicó que 37 civiles y seis agentes de policía resultaron heridos luego de que los manifestantes trataron de tomar el aeropuerto de la ciudad, un destino clave en el país por su atractivo turístico, especialmente la ciudadela inca de Machu Picchu.
La Defensoría del Pueblo, por su parte, indicó el miércoles que, desde diciembre, 39 civiles han muerto en choques con la policía y otros siete murieron en accidentes de tráfico y otros incidentes relacionados con los cortes de carreteras, además de un policía asesinado.
En la víspera, el gobierno de Perú anunció un toque de queda en Puno, desde las 20:00 a las 04:00 horas, para los próximos tres días.
El departamento reportó también movilizaciones, paros y bloqueos de vías en 41 provincias, la mayoría en regiones del sur: Apurímac, Ayacucho, Arequipa, Cusco, Puno, Tacna, Madre de Dios, en el sureste en la selva. Además hubo incidentes en el centro, en Lima y Huancavelica, y en el norte del país, en Lambayeque y San Martín. En total, en el día hubo 72 puntos de bloqueo en vías nacionales.

Los comentarios contrastaron con las muestras públicas de afecto entre López Obrador y Biden poco antes, cuando sonrieron, se abrazaron y se dieron la mano para las cámaras. Pero una vez que los dos se sentaron en un salón del Palacio Nacional, flanqueados por delegaciones de altos funcionarios, las añejas tensiones no tardaron en salir a la superficie.
López Obrador desafió a Biden a mejorar la situación en toda la región y le dijo que “tiene la llave para abrir y mejorar sustancialmente las relaciones entre todos los países del continente americano”.
“Este es el momento de terminar con ese olvido, ese abandono, ese desdén hacia América Latina y el Caribe”, agregó.
Biden respondió defendiendo las erogaciones de miles de millones de dólares de Estados Unidos en ayuda en todo el mundo en los últimos 15 años, y dijo que “lamentablemente, nuestra responsabilidad no termina en el hemisferio occidental”. El gobernante también se refirió a los 100.000 estadounidenses que han muerto por la “plaga del fentanilo”, una droga que ingresa por la frontera de México, y habló de las acciones conjuntas que deben tomar para enfrentar el narcotráfico.

¿QUIÉNES SON ESTOS MANIFESTANTES Y QUÉ QUIEREN?
Los inconformes son partidarios acérrimos de Bolsonaro, y algunos de ellos han acampado frente a un cuartel militar de Brasilia desde que Bolsonaro perdió las elecciones presidenciales del 30 de octubre y rechazan los resultados de la contienda. Otros viajaron a Brasilia el fin de semana a bordo de autobuses. Han estado exigiendo una intervención militar para destituir al recién investido presidente Luiz Inácio Lula da Silva, bajo el argumento de que es un ladrón que conducirá al país hacia el comunismo, y para restablecer a Bolsonaro en el poder.
¿CÓMO LLEGÓ BRASIL A ESTE PUNTO?
A lo largo de su gobierno, Bolsonaro arremetió contra los jueces del Supremo Tribunal Federal por iniciar investigaciones en contra suya y de algunos aliados. En reiteradas ocasiones señaló al juez Alexandre de Moraes, que presidió la autoridad electoral durante los comicios, y en un momento dado puso a Brasil al borde de una crisis institucional al amenazar con desobedecer cualquier fallo futuro de De Moraes.

Las manifestaciones, que comenzaron a inicios de diciembre pasado tras la destitución de Pedro Castillo como presidente, suman ya 47 muertos, según el recuento de la Defensoría del Pueblo: 39 civiles en la confrontación con fuerzas del orden, otros siete por accidentes de tránsito o eventos vinculados al bloqueo de vías y el policía caído.
El suboficial José Luis Soncco Quispe, de 29 años, hacía rondas de vigilancia en un patrullero en la ciudad de Juliaca, en Puno, la noche del lunes con un compañero cuando, según reportes policiales, fueron agredidos por una turba que luego incendió el vehículo.
“Cerca (del patrullero) se halló un cuerpo carbonizado que, hasta el momento, no ha sido plenamente identificado”, dijo el ministerio del Interior del Perú en una nota de prensa el martes en la mañana. Luego, las autoridades aseguraron que era el cadáver de Soncco.
Según el parte policial, el compañero de Soncco en el patrullero, el suboficial Ronald Villasante Toque, indicó “que fueron retenidos y agredidos físicamente por unos 350 manifestantes” y que, en ese momento, desconocía cuál era la situación del otro policía.

Entre Jill Biden, de 71 años, y Beatriz Gutiérrez Müller, a punto de cumplir 54, hay casi dos décadas de diferencia pero ambas son académicas y han marcado distancia con sus predecesoras como primeras damas.
Biden fue la primera esposa de un presidente estadounidense en mantener una carrera independiente fuera de la Casa Blanca. Gutiérrez Müller, la primera en querer derogar la figura de primera dama en México.
Ambas, con doctorados y libros de su autoría a sus espaldas. La estadounidense es maestra, la mexicana es periodista y experta en literatura. Conectaron mucho más que sus esposos, Joe Biden y Andrés Manuel López Obrador, dos políticos con trayectorias y carácteres muy distintos además de visiones encontradas desde Ucrania a las relaciones con Cuba, Venezuela o Nicaragua.
Las palabras en abierto al inicio de la reunión bilateral lo dejaron claro cuando López Obrador dejó las sonrisas para pedir a Biden que termine con la actitud de abandono y desdén hacia América Latina.