NUEVA YORK (AP) — Armando Lucas Correa vuelve a embarcarse en el trágico viaje de los judíos a bordo del buque Saint Louis.
Tras el éxito internacional de “La niña alemana”, el autor cubano-estadounidense publicó el martes “La hija olvidada”, la segunda novela de una trilogía sobre el Holocausto que planea finalizar con “La viajera nocturna”.
Aunque las historias no están directamente entrelazadas, se inspiran en el Saint Louis, un trasatlántico que arribó a Cuba proveniente de Hamburgo en 1939 con más de 900 inmigrantes que escapaban de la Alemania nazi, y que el gobierno rechazó luego de dar entrada a sólo 28. Tras ser denegados también en Estados Unidos, el barco volvió a Europa, donde 287 recibieron asilo de Gran Bretaña. Del resto, muchos acabaron en los campos de exterminio.
“En las tres novelas me propongo abordar sucesos históricos que con el tiempo han pasado al olvido. Historias que envolvieron a los nazis, pero implicaron a países como Cuba, Estados Unidos, Canadá y Francia, que de alguna manera también fueron responsables”, dijo Correa.
“La hija olvidada” (Atria), publicada en inglés como “The Daughter’s Tale”, sigue a una madre que logra escapar de la Alemania nazi con sus dos hijas, una de las cuales es embarcada en el Saint Louis al cuidado de otra familia y así termina en La Habana. La madre, en tanto, se asienta con su otra hija en un pequeño pueblo en Francia donde en 1944, mientras tenía lugar la Batalla de Normandía, la SS y milicias colaboracionistas francesas asesinaron a más de 600 civiles en un suceso conocido como la Masacre de Oradour-sur-Glane.
La curiosidad y sensibilidad de Correa por la historia del Saint Louis surgió durante su niñez, cuando su abuela, que atestiguó la llegada del trasatlántico, solía decir que “por los próximos 100 años Cuba iba a pagar y estaba pagando por lo que le había hecho a los refugiados judíos”.
En una entrevista con The Associated Press, el autor, que además se desempeña como editor en jefe de la revista People en Español, también habló de un cuarto libro que publicará próximamente: un thriller psicológico que lo ayudó a darse un respiro mientras trabajaba en sus novelas sobre la Segunda Guerra Mundial.
El miércoles por la noche, como parte de una gira por varias ciudades, presentará su segundo libro en el Barnes and Noble del Upper East Side en Nueva York, acompañado por tres sobrevivientes del Saint Louis.
A continuación, extractos de la entrevista.
AP: En el primer libro tu hija Emma te sirvió de inspiración para uno de los personajes protagónicos. Como padre de tres, debió haber sido duro imaginar tener que separarte de uno de ellos.
CORREA: “La hija olvidada” es sobre una madre y las decisiones drásticas que tiene que tomar para salvar a sus hijas. A veces la salvación implica el abandono. Admiro a todas estas mujeres que en medio de la guerra hicieron lo imposible porque sus hijos sobrevivieran. Siempre me pongo en su lugar como padre, veo a mis hijos en esos niños.
AP: Al igual que en tu libro anterior, las mujeres son protagonistas, y según lo que leí también lo serán en “La viajera nocturna”.
CORREA: Crecí en un matriarcado. Mi mamá se divorció de mi padre cuando yo tenía unos tres años. Crecí con mi madre, mi hermana, mi abuela, mis primas. Todas mujeres fuertes, independientes. Mi mamá se hizo ingeniera, se labró su propio camino, nos sacó adelante. Siento un gran respeto y admiración por las mujeres.
AP: “La hija olvidada” llega a pocos días del Día Internacional de la Conmemoración del Holocausto. ¿Qué significado tiene hoy ese día para ti, tras haber dedicado ya años a la investigación y escritura de este tema?
CORREA: Son coincidencias maravillosas que le dan al libro una dimensión mayor. Una de las sobrevivientes del Saint Louis, Ana María Gordon, me dijo que tendemos a olvidar y no aprendemos de la historia. Así que nunca está de más volver sobre el pasado, sobre el Holocausto. A su vez el 13 de mayo de este año se cumple el 80 aniversario de la salida del Saint Louis del puerto de Hamburgo con destino a La Habana. Eso quiere decir que cada año quedan menos sobrevivientes de la tragedia. Te puedo asegurar que cada vez que te sientas a hablar con uno de ellos, descubres historias nuevas.
AP: También estás por publicar un thriller psicológico titulado “El silencio en sus ojos” (“The Silence in Her Eyes”). ¿Qué nos puedes adelantar de esta obra?
CORREA: Llevo escribiéndolo por más de cuatro años, experimentado con el texto, con la trama, con los personajes. Lo comencé a escribir cuando terminé “La niña alemana”. Necesitaba quitarme de la cabeza todo el drama en el que había trabajado. Lo mismo me sucedió cuando finalicé “La hija olvidada”. Fue entonces que decidí terminarlo. (El libro) comienza el día que mi protagonista, de 28 años, entierra a su madre. Ella padece una condición, tras un accidente que tuvo cuando niña, que le impide percibir el movimiento: akinetopsia. Vive con los ojos cerrados, parpadeando, para poder captar la realidad. Alrededor de ella todo está detenido, vive entre destellos de luz y a su vez en un mundo de sombras, donde puede escuchar diálogos a larga distancia y rastrear las esencias como un animal en caza.
AP: Tus novelas son sumamente cinematográficas. ¿Algún plan de llevarlas a la pantalla?
CORREA: (Las productoras) Anne Thomopoulos y Nely Galán se fascinaron con “La niña alemana” incluso antes de que saliera a la venta. Anne, que ha producido series como “Rome”, “Versailles”, “Borgia”, quiere hacer una película o una serie de seis capítulos para Amazon o Netflix y quién sabe si para Apple. Pero ya sabes cómo es el mundo del cine, hay que tener mucha paciencia. Me imagino que algún día veré mis libros en la televisión o en el cine. Mientras yo me dedico a escribir, tengo muchas historias que contar y necesito sacarlas de mi cabeza.