NUEVA YORK (AP) — En una noche llena de saltos de ballet, el más alegre se produjo durante la última ovación, cuando la legendaria coreógrafa estadounidense Twyla Tharp brincó a los brazos de Herman Cornejo para celebrar el 20mo aniversario del bailarín argentino en los escenarios de Nueva York.
Cornejo, una figura galante de melena oscura y un salto también impresionante, ha sido un favorito de los seguidores del ballet neoyorquino desde que puso un pie en el American Ballet Theatre como un adolescente hace dos décadas.
El sábado por la noche, en el Teatro David H. Koch del Lincoln Center, la compañía celebró su hito con una lluvia de confeti, coronas de flores y un ballet especial coreografiado por Tharp: “A Gathering of Ghosts” (Una reunión de fantasmas).
La noche comenzó con Cornejo, todo de blanco, interpretando el papel principal de “Apollo” de George Balanchine, su debut en el clásico rol siendo un veterano de 38 años. Resultó encajar de manera perfecta con su sensibilidad dramática y sus proezas físicas, incluyendo saltos ligeros como los de una pluma y un magnífico control. Como Terpsichore lo acompañó la bailarina estadounidense Misty Copeland, una antigua y frecuente pareja en las tablas.
Luego se proyectó un cortometraje en el que Cornejo, como narrador, se presentó a sí mismo. “La danza me ha dado una manera de vivir hermosa”, dijo, contando cómo se enamoró del ballet siendo un niño de 8 años en Buenos Aires, cuando vio una producción de “Spartacus” (“Espartaco”). Habló de la influencia de su hermana, Erica Cornejo, una antigua bailarina del ABT que recientemente se retiró del Ballet de Boston.
Y entonces la propia Erica apareció en el escenario para bailar con su hermano “El Chamuyo”, un dueto inspirado en el tango, en un número breve que gustó a la multitud, con música del difunto violinista uruguayo Francisco Canaro y coreografía de la bailarina argentina Ana María Stekelman.
La velada terminó con una nueva pieza de Tharp en la que Cornejo, en un atuendo negro con plateado estilo matador, hizo de “anfitrión” de fantasmas que incluyeron a Luis XIV, María Antonieta, Proust y un personaje llamado “Greased Lightning” (Rayo Veloz).
Entonces llegó la ovación final, con aplausos y vítores, papelillos cayendo desde el techo, y Tharp, extremadamente ágil a sus 78 años, que saltó a los brazos de Cornejo y lo envolvió con sus piernas.
Cornejo se unió al ABT en 1999 y rápidamente fue escalando posiciones, convirtiéndose en solista en el 2000 y en bailarín principal en el 2003. Aunque conquistó a la audiencia con su maravillosa técnica, su estatura relativamente baja — 1,67 metros (5 pies con 6 pulgadas) — al principio evitó que obtuviera papeles protagónicos en los ballets románticos tradicionales.
Eso gradualmente fue cambiando y ahora hace papeles como Romeo, el príncipe Siegfried en “El lago de los cisnes” y el príncipe en “La bella durmiente”, entre muchos otros.