La actriz Emily Blunt se ha consagrado a lo largo de esta década como una de las intérpretes más solventes y demandadas en películas de cualquier género cinematográfico, todo un signo no solo de su incuestionable talento, sino también de los niveles de esfuerzo y determinación que ha venido desplegando para superar todos aquellos desafíos que le ha planteado la vida: especialmente sus ya solventados problemas en el habla.
"Como no podía hablar con fluidez debido a mi tartamudeo, me centré en observar y escuchar a los demás. Por ejemplo, en el metro me quedaba mirando a la gente y me inventaba historias para todas las personas que me encontraba. Siempre tuve ese deseo natural de ponerme en la piel de otros", ha revelado la artista británica antes de atribuir a su pasión por la interpretación esa notable evolución que protagonizó en materia de dicción.
"Empecé a 'actuar' siendo muy pequeña, pero simplemente porque sentía que era la única herramienta que tenía a mi alcance para poder hablar correctamente. Cuando era una niña me encerraba en mi habitación y me ponía a decir cosas delante del espejo. Pero jamás le dije nada a nadie sobre lo que hacía, ya que era una chica muy reservada", ha explicado en conversación con la revista Harper's Bazaar.
Curiosamente, ni en esos años de la infancia ni en los que estaban por venir la estrella de cine -madre de las pequeñas Hazel (4) y Violet (2) junto a su marido, el también actor John Krasinski- pudo imaginarse que acabaría convirtiendo su afición por la dramaturgia en su profesión y, menos aún, que acabaría siendo reconocida como una de las intérpretes más competentes y alabadas de su generación.
"No es que tuviera un deseo de lanzarme a la interpretación como opción de futuro, y sinceramente creo que jamás habría tomado la decisión si, de alguna forma, no hubiera caído en esto. Es una locura, ¿verdad? Es posible que acabara comprometiéndome a hacer ciertos trabajos porque me lo tomaba como un hobby y no como una profesión propiamente dicha. No me ponía nerviosa", ha manifestado.