CANNES, Francia (AP) — La larga relación de Jim Jarmusch y Bill Murray comenzó, apropiadamente, con una taza de café.
Era principios de los 90 y Jarmusch caminaba en dirección norte por la Avenida Columbus de Manhattan (“No mi barrio”, apunta) cuando notó que un tipo se dirigía hacia él. Ese es Bill (grosería) Murray, se dijo Jarmusch a sí mismo.
“Bill se me acercó y me dijo, ‘Tú eres Jim, ¿verdad?’”, recordó Jarmusch. “Y yo dije, “Sí. Tú eres Bill Murray”. Y entonces él le dijo, ”¿Quieres tomar un café?”.
Se metieron a una cafetería y tras charlar una media hora, Murray anunció: “Me tengo que ir. Fue un placer hablar contigo”. Jarmusch quedó patitieso por el encuentro fortuito.
“No volvimos a hablar por años pero le dije a mis amigos que conocí a Bill Murray”, contó.
Murray, quien ha tenido encuentros aleatorios como para mil Días de la Marmota, admite que siente un “cosquilleo” en el cerebro con la historia de Jarmusch, pero hace mucho desistió a tratar de recordar cómo conoció a cada persona que conoce.
“No me acuerdo mucho”, dijo Murray. “Cuando alguien me pregunta ‘¿cómo se conocieron?’, digo que realmente no lo sé”.
El que Murray y Jarmusch se encontraran probablemente fue obra del destino. Ambos han hecho del humor socarrón una forma de arte elevada, encontrando lo sublime en lo completamente seco.
Han hecho tres películas juntos, empezando por la antología de viñetas en blanco y negro “Coffee and Cigarettes” (“Café y cigarrillos”) de 2003. Murray interpretó a un mesero cuyos dos clientes, RZA y GZA del Wu-Tang Clan, lo reconocen con entusiasmo. Entonces vino el drama de 2005 “Broken Flowers” (“Flores rotas”), un punto álgido para ambos en el que Murray encarnó, en palabras de Julie Delpy, a “un Don Juan para el arrastre” cuya holgazanería es destruida por la noticia de que tuvo un hijo hace 20 años.
Ahora, en “The Dead Don’t Die” (“Los muertos no mueren”), el irónico pero apasionado relato de zombis de Jarmusch, Murray da vida al veterano sheriff de un pequeño pueblo llamado Centerville habitado por actores asiduos de Jarmusch, entre ellos Tilda Swinton, Adam Driver, Chloe Sevigny, Tom Waits y Steve Buscemi. El director dijo que se sintió motivado a escribir algo como “Coffee and Cigarettes” con “cierta ridiculez”. Pero también es una parábola de zombis sobre temas de urgente seriedad para él: la distracción en la era digital y el cambio climático. La película se estrena el viernes.
Poco después de que “The Dead Don’t Die” inauguró el mes pasado el Festival de Cine de Cannes, Jarmusch y Murray se sentaron a hablar de sus colaboraciones. Y tomaron café. A continuación extractos de la entrevista.