LONDRES (AP) — El príncipe Enrique dijo que está dando un “salto de fe” al retirarse de sus deberes reales en un intento por conseguir una vida más tranquila, libre de los periodistas que lo han filmado, fotografiado y escrito sobre él desde el día que nació.
Pero será complicado que lo logre.
La fama mundial seguirá a Enrique y a su esposa actriz Meghan incluso si se cambian al aparentemente más benigno ambiente de Canadá, dijo Pauline Maclaran, profesora de negocios en la Universidad Royal Holloway de Londres y autora de “Royal Fever: The British Monarchy in Consumer Culture″, un libro sobre el impacto de la familia real británica en la cultura popular.
“Ellos creen que si no representan a la monarquía los tabloides se alejarán eventualmente porque será demasiado costoso para ellos, que no tendrán la misma cobertura salvaje. Sienten que podrán controlarlo más desde Canadá”, dijo ella el lunes. “No creo que estén siendo muy realistas”.
Enrique ha tenido desde hace mucho una relación glacial con los medios y el domingo dejó en claro que la prensa era una de las principales razones por las que la pareja tomó la decisión de apartase de la vida de la realeza. En un discurso personal en el que hizo referencia a su madre, la princesa Diana, quien falleció en un accidente de auto en 1997 mientras era perseguida por paparazzi, dijo que no tenía “otra opción” más que alejarse.
Enrique ha acusado a los medios de dirigir una “ola de abuso y acoso” contra Meghan, quien es birracial, además de notar “tonos raciales” en algunos artículos. Él y Meghan presentaron demandas el año pasado contra medios por una supuesta intrusión a su vida privada. En ese entonces Enrique dio una entrevista en la que comparó el trato para su esposa y el frenesí de los medios que contribuyó a la muerte de su madre.
“Cuando perdí a mi madre hace 23 años ustedes me cuidaron”, dijo Enrique el domingo en una cena en Londres para Sentebale, su organización benéfica en África que apoya a jóvenes con VIH. “Me vigilaron por mucho tiempo, pero los medios son una fuerza poderosa. Y mi esperanza es que un día nuestro apoyo colectivo mutuo pueda ser más poderoso, porque esto es mucho más grande que nosotros”.
Se trataba de las primeras declaraciones públicas de Enrique desde el sábado por la noche cuando su abuela, la reina Isabel II, anunció los términos en los que el príncipe y su esposa se separarán de la mayoría de sus deberes reales, renunciarán a los fondos públicos y buscarán ser independientes económicamente. Se espera que la pareja, que recibió los títulos de duque y duquesa de Sussex el día de su boda, pase la mayoría del tiempo en Canadá, aunque mantendrán una casa en Inglaterra cerca del Castillo de Windsor.
Meghan ya está en Canadá, donde la pareja pasó sus vacaciones de Navidad con su hijo de 8 meses, Archie. Enrique, de 35 años, siguió cumpliendo con sus obligaciones reales el lunes cuando asistió a una cumbre de inversión entre Gan Bretaña y África en Londres junto con el primer ministro británico Boris Johnson.
No está claro qué tan rápido se reencontrará Enrique con Meghan, Archie y los perros de la pareja en Canadá, o en qué parte del país planean vivir. La pareja pasó la temporada navideña en la Isla de Vancouver, pero Meghan trabajó por siete años en Toronto como actriz en la serie “Suits”.
Expertos en marcas y en la realeza creen que la pareja tendrá incluso más atención que ahora. A pesar de que han expresado su desdén por el sistema real de medios, que le da acceso prioritario a los medios británicos a los eventos de la familia real, el sistema también sirve para controlar las exigencias de estas publicaciones. Ahora todo es posible.
“Los paparazzi los seguirán a todas partes”, dijo Jonathan Shalit, agente de celebridades y presidente de InterTalent Rights Group con sede en Londres. “Una foto de Meghan yendo a las tiendas de Vancouver tendrá valor. Definitivamente creo que la atención que recibirán de aquí en adelante será más difícil de controlar”.
Y si quieren ser económicamente independientes no podrán evitar a todos los medios porque los clientes que paguen por sus servicios querrán la publicidad que viene con la relación con ellos, dijo Shalit al predecir que la pareja se convertirá en una marca millonaria. Ahora pueden esperar acuerdos lucrativos como contratos de libros y conferencias pagadas, dijo.
Shalit señaló que los Sussex podrían superar al expresidente Barack Obama y a su esposa Michelle en cuanto a su poder para generar ingresos.
“Son 100% más valiosos que los Obama”, dijo. “Los Obama no son de la realeza, ellos sí”.
Paradójicamente las empresas de medios podrían ser sus asociados. Ted Sarandos, el director de contenido de la gigante de streaming Netflix, dijo a la agencia británica Press Association que estaría interesado en trabajar con los Sussex y agrego “¿Quién no estaría interesado?”.
La declaración de la reina del sábado señaló que el acuerdo, alcanzado tras charlas entre los miembros más importantes de la familia real y su personal, fue “una manera de avanzar constructiva y alentadora”.
Bajo los términos del acuerdo Enrique y Meghan dejarán de usar el título de “su alteza” en los próximos meses, aunque los conservarán formalmente, tampoco recibirán fondos públicos por su trabajo. No representarán a la reina y Enrique debe renunciar a sus cargos militares honorarios, incluyendo su papel como capitán general de los Reales Infantes de Marina.
En su discurso Enrique dejó en claro que él y Meghan estaban decepcionados porque no se cumplió el deseo de la pareja de poder continuar con algunas actividades reales y ser al mismo tiempo más independientes.
“Nuestra esperanza era seguir sirviendo a la reina, la Mancomunidad (de Naciones) y mi asociación con el ejército, pero sin fondos públicos. Desafortunadamente eso no era posible”, dijo.
Las condiciones representan una ruptura más grande de la monarquía que lo que Enrique y Meghan habían imaginado cuando anunciaron en Instagram que planeaban “distanciarse” de sus deberes reales.
“Me da mucha tristeza que el resultado haya sido este”, dijo Enrique.
“La decisión que tomé para mi esposa y para mí de distanciarme no la tomé a la ligera”, dijo. “Fueron muchos meses de charlas después de muchos años de retos. Y sé que no siempre lo he hecho bien, pero en este caso, realmente no había otra opción”.
Enrique elogió a su abuela, la reina, y al resto de su familia por apoyarlo y a su esposa en los últimos meses. Dijo que la decisión de cambiar de empleos y continentes era un “salto de fe”, y que espera que le permita a él y a su familia tener una “vida más pacífica”.
“Siempre tendré el mayor respeto por mi abuela, mi comandante en jefe, y estoy increíblemente agradecido con ella y el resto de mi familia por el apoyo que nos han brindado a mí y a Meghan en los últimos meses”, dijo.
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La periodista de The Associated Press Jill Lawless contribuyó a este despacho.