La actriz advierte, en una nueva entrevista, sobre la corrupción que carcome al gobierno estadounidense y asegura que la democracia "está en peligro"
“Mi lucha intenta limitar la influencia del dinero en la política, ayudar a los jóvenes a entender el sistema y encontrar una forma de curar a nuestro gobierno desde dentro”, asegura la ganadora del Oscar a la revista Madame Figaro en su última edición. “La corrupción es una enfermedad que se está propagando. En este punto, nuestro presidente no es el problema, sino las formas de hacer de nuestro gobierno. Nuestra democracia está en peligro”, continúa.
"Apoyo a los actores y directores que dicen: 'Solo quiero hacer películas y no quiero ser estigmatizado por mis opiniones políticas', pero eso no corresponde a mi forma de ser", afirma la actriz. "En un momento pensé que podría guardar silencio y no compartir mis miedos y creencias como ciudadana, pero cuanto más aprendía, cuanto más trataba de entender y analizar lo que estaba sucediendo en política, menos podía mantener la calma", mantiene.
Lawrence lleva varios meses trabajando en esta asociación. En paralelo a intentar aprobar leyes anticorrupción en diferentes Estados, la protagonista de Gorrión Rojo visitó, en enero, a un gripo de estudiantes en la Cleveland High School de Ohio para hablarles sobre política. "Hay una verdadera diferencia cuando alguien, que solo tiene 10 años más que nosotros, viene a hablar sobre los problemas de la política. Cuando ella dijo: 'Es tu turno', realmente me hizo pensar ", comentó en su momento uno de los alumnos a El News.
Esas ansias por generar un cambio en el sistema también fueron parte en su lucha por la desigualdad salarial entre hombres y mujeres en la meca del cine. "Ser una mujer en un entorno profesional muy masculino, tener que negociar constantemente y continuar enfrentándose contra un muro no es fácil", señala la intérprete nacida en Kentucky. "Puedes tener mérito, éxito, pero siempre te vas a terminar chocando con ese obstáculo, no puedes tener relaciones de igual a igual", continúa. "Me da mucha rabia. Como la mayoría de mis colegas, no podía no reaccionar, sentarme en mi rincón y decir: 'Oh, soy una mujer, por lo que es natural que me paguen menos y me traten de manera diferente'. Este estado de cosas, la desigualdad salarial, prendió un fuego en mí", añade quien da vida al personaje de Mystique en la saga de X-Men.
Si bien la actriz lleva tiempo centrada en el activismo, ya empieza a planear sus siguientes proyectos. El más reciente es la grabación de la película Burial Rites, dirigida por Luca Guadagnino, en la que encarna a Agnes Magnúsdóttir, una mujer acusada de asesinato, condenada a muerte y ejecutada en Islandia en 1829. "Es una película muy conmovedora, bastante oscura, inspirada en una historia real y centrada en un personaje muy potente. Yo acepté este papel inmediatamente, después de leer el libro de Hannah Kent, que es la base del guion", cuenta Lawrence.
A la vez, la intérprete recién presentó un corto comercial de la fragancia Joy, creada por Christian Dior e inspirada en la propia actriz. Esta es una apuesta importante para la casa, puesto que se convierte en el primer lanzamiento de un perfume original (es decir, que no es una versión de otro ya conocido) desde hace casi dos décadas, desde la llegada de J'adore en 1999. "Trabajé con François Demachy [nariz de Dior] durante aproximadamente un año y cuando entré por primera vez en su laboratorio, en París, me fascinó el misterioso encanto del lugar y su forma de trabajar, como un alquimista en busca de un elixir de larga vida", relata. "Me gusta lo que inspiró a Joy de Dior: una búsqueda de luz, abstracción, pinturas puntillistas. Amo el arte en todas sus formas, la poesía, la literatura", añade la actriz.