CIUDAD DE MÉXICO (AP) — El título del más reciente álbum de Nathy Peluso difícilmente dejará a alguien indiferente: “Grasa”. La odias o la amas, es contra lo que todos los que hacen dieta y ejercicio intentan luchar, pero también lo que le da sabor a los platillos más adictivos.
“Yo creo que todo lo bueno de la vida tiene grasa”, dijo Peluso en una entrevista reciente por videollamada desde Madrid, donde reside. “Es verdad que la palabra tiene muchísimos prismas y maneras de entenderla y me gustaría que la gente elija después de escuchar el disco”.
Para la cantante argentina-española la palabra tiene que ver más con música, pues explicó, la grasa “es candela, es funky, es groove”, algo que comparten muchas de las canciones de su primer álbum desde “Calambre” de 2020.
“Estas canciones están escritas en un periodo de mi vida muy picante, de mucha reflexión, las escribí todas a mano en una libreta”, señaló. “Fue cuestión de recopilar sensaciones que había estado teniendo a lo largo de estos cuatro años y escribir compulsivamente con una obsesión así, neurótica… Ha sido de los momentos más honestos de mi vida, sentarme a escribir lo que pensaba”.
“La presa” es su más reciente canción de salsa tras “Puro veneno” y “Mafiosa”. En el caso de “La presa” cuenta un relato desde la ironía de entregarse a la policía por haber matado a un hombre. Pero no lo mata con armas, lo mata por no haberle dado esos besos que quería pues se sentía oprimida en esa relación. Pero en la cárcel está bien y sabe que podría tener una visita conyugal con un nuevo amor.
“Cuando se trata de hacer salsa, siento que mi público lo agradece, que los hace felices, los levanta, les da fuerza”, señaló. “Por eso sigo defendiéndola y sigo rindiéndole culto”.
En “Manhattan” tiene como invitado al argentino Duki. La canción destaca por su dinamismo y en ella Peluso canta “No puedo parar de imaginar cómo sería vivir en Manhattan/ Mientra’ leo en Twitter cómo ustedes se pelean por mí y se matan”. Además de remitir al eterno sueño americano, hace un contraste de lo que implica estar frente al ojo público, lo que la gente percibe y lo que realmente está viviendo.
“La llevo haciendo hace muchísimos años”, dijo. “Es mi neurosis de cómo percibo el hip hop, pero al extremo. Ha dado mil vueltas la producción, pasé muchas horas dándole cariño”.
En “Menina”, una canción tan barroca como el cuadro de Velázquez, hay un verso en el que canta “Yo te juro que si fuera por mí me fugo en helicóptero a la ch----“, usando una grosería muy mexicana.
“Uno de mis colaboradores, uno de los músicos en el disco, es Ben Alerhand, Benjamín, que es mexicano y a mí se me pega. Me nutre mucho convivir con culturas y me encanta el slang”, dijo. “Yo sé que tengo fans mexicanos que les va a hacer ilusión escuchar sus palabras en mis canciones”.
Peluso hace un homenaje en “Mamá”, una canción en la que su voz se muestra sin tantos efectos de consola, con la influencia de artistas argentinos como Luis Alberto Spinetta y Serú Girán. Considera a su madre, la autora de cuentos infantiles Laura Raquel Melano, como otra de sus inspiraciones.
“Es una canción que escribí en el campo, sentía que era el momento de dedicar una canción a ella, es una canción muy íntima, muy especial, para mí”, apuntó. “Es mi regalo y mi ofrenda para su amor”.
Con el lanzamiento del disco del fin de semana pasado Peluso estrenó 16 videos musicales, uno para cada canción. En ellos canta y baila de forma expresiva para reflejar una transformación, tanto en ella como en el espacio. Los videos fueron grabados a lo largo de tres días en Argentina y en su mayoría son en plano secuencia.
“Es un disco visual”, dijo. “Es mi propuesta teatral de cómo yo concibo el arte, llevada al extremo, al cine”.
BY BERENICE BAUTISTA
(5020 Records via AP)