NUEVA YORK (AP) — Raquel Salas Rivera piensa en poesía y cuando recita su obra siempre lo hace primero en español, no importa si su público hable el idioma o no.
“Hay algo muy deshonesto en borrar ese poema y sólo leer la traducción... El ritmo se pierde, el estilo”, considera la poeta laureada de Filadelfia, original de Puerto Rico, que el año pasado resultó finalista al Premio Nacional del Libro estadounidense por “Lo terciario” y el lunes obtuvo el premio literario LAMBDA a la poesía transgénero por el mismo poemario.
La razón principal por lo que lo hace, sin embargo, tiene que ver más con un “gesto” hacia los demás afuerinos.
Cuando uno migra, explicó en una entrevista telefónica reciente con The Associated Press, se ve obligado a aprender y pensar en un idioma que no es el suyo, “y si los inmigrantes pueden a diario navegar eso, pues los angloparlantes que no hablan otros idiomas pueden sentirse incómodos por unos minutos mientras leo un poema en español”.
Es una idea coherente con su obra, que se enfoca en la experiencia del inmigrante y en su identidad como boricua de género no-binario. (Salas Rivera prefiere que en inglés le identifiquen como “them” o “they”, pero al preguntarle cómo debíamos hacerlo en español, al traducirse esos pronombres como “ellos” o “ellas”, dijo que en este caso “ella” estaba bien).
La autora de 33 años se mudó hace siete a Filadelfia, donde acaba de terminar un doctorado en la Universidad de Pennsylvania y donde se ha abierto camino traduciendo sus obras del pasado y del presente. En abril, estuvo entre los 13 poetas laureados estatales y locales que recibirán este año becas de la Academia Estadounidense de Poetas.
Hija de poetas _ su madre es profesora de lingüística y aunque no ha publicado también escribe poesía _ cuenta que estuvo expuesta a las artes desde muy pequeña: al cine, a la literatura, a la música... “Aunque no tenían mucho dinero, sí tenían mucha riqueza cultural”, destacó de sus progenitores. De ahí a que cite entre sus influencias al poeta cubano José Martí y al cantautor dominicano Juan Luis Guerra, entre muchos otros.
Recuerda que su primer poema lo escribió cuando tenía unos 12 años, y que la primera vez que pensó en serio que quería “ser poeta” fue cuando descubrió la obra del afroestadounidense Langston Hughes. “Hay un (poema) que me movió mucho. Yo creo que el de ‘Dream Deferred’ es genial... pero también hay uno muy bello que se trata de la aurora en Alabama, ‘Daybreak in Alabama’ se llama, hermosísimo. Ese me impresionó mucho”.
Tras estudiar literatura en su tierra natal, llegó con “esa tradición lírica puertorriqueña-latinoamericana, que es una tradición muy específica”, y entonces se familiarizó más con poetas contemporáneos de Estados Unidos.
Para Salas Rivera, la poesía ha sido “sanadora”, pues le ha ayudado a lidiar con temas tan fuertes como el devastador paso del huracán María. El poemario de reciente aparición “while they sleep (under the bed is another country)”, por ejemplo, fue su forma de “procesar el trauma del momento, cuando se me hacía muy difícil articular lo que estaba pasando” tras pasar días e incluso semanas sin poder comunicarse con sus seres queridos.
“Se compone de fragmentos, de cosas que escuchaba, y también de pequeños poemas, muy cortos, en inglés, con unas notas al calce en español que no corresponden, o que corresponden pero no son traducciones”, dijo sobre este libro. “Ese texto para mí es difícil leerlo, nunca lo leo. Pero sí fue un texto sumamente importante para mí porque me ayudó a sobrevivir un momento muy difícil. Toda mi familia está en Puerto Rico, y gran parte de mis amistades”.
Como latinx, el reconocimiento a su obra es algo que no deja de resultarle “impactante”, en particular por la situación de Puerto Rico como territorio y colonia estadounidense.
“Yo creo que los poetas en Puerto Rico se sienten muy invisibilizados en general, piensan que no los ven”, manifestó, al tiempo que señaló que espera que los honores que ha recibido les abra las puertas a otros compatriotas y lleve a los lectores a expandir un poco sus horizontes. “Estados Unidos es un país con muchos inmigrantes y muchos hispanoparlantes, y muchas personas que escriben y piensan y se han formado en otras tradiciones literarias continúan escribiendo y pensando y trabajando en su idioma”.