Crecí en una familia puertorriqueña que siempre ha amado la comida. Gracias a mi abuelo, he sentido una fuerte conexión con la cocina desde que era pequeño. Recuerdo que me despertaba y que mi abuelo ya estaba planeando el menú del día. Cuando era niño, yo era su "sous-chef", ya sea revolviendo la sopa o picando los ingredientes.
Para mi familia, cocinar no se trataba de preparar recetas elegantes o emular a los chefs que aparecían en la televisión. Cocinar consistían en llevar sabores deliciosos a la mesa. Incluso en la escuela tenía arroz y frijoles en mi lonchera, mientras que mis amigos llevaban sándwiches. Mi comida siempre fue diferente a la de los demás, pero eso me encantaba. Siempre he estado muy orgulloso de mi herencia y mi objetivo era compartir esto con todos.
Mientras crecía en Olympia, Washington, tenía muy pocas opciones de restaurantes hispanos y no tenía a otra familia latina a mi alrededor que pudiera celebrar mi cultura. Esto jugó un papel importante en mi carrera y me llevó a apreciar la singularidad de ser latino, lo que me motivó a encontrar maneras de compartir mi herencia.
Estoy orgulloso de ser quien soy: empresario, chef y restaurador. Recorrí mi propio camino y nunca he dejado que las creencias de los demás me limiten. Como latinos, con frecuencia se espera que seamos lavaplatos o camareros, nunca el chef. Pero, me dije, "¿por qué no?" No fue fácil, pero estar conectado a mis raíces me permitió alcanzar mis sueños.
Mi objetivo era crear un espacio para que mi cultura fuera accesible para todos. Sabía que la tecnología sería mi mejor aliada. Desde la recopilación de datos y el uso de la analítica para brindar una experiencia personalizada, la tecnología me permite administrar mi negocio posibilitándome lograr más, independientemente de que el tiempo y los recursos sean limitados.
Como una buena acción, también estoy utilizando la tecnología para ejecutar un programa de incubadora que ha enseñado a más de 20 chefs de diferentes orígenes los pormenores de la industria de restaurantes, ayudando a dar voz a las culturas que están menos representadas en este campo.
Estoy entusiasmado con el futuro de los latinos en el país. Es hora de que mezclemos ingredientes que son clave: valor, determinación y fe. La receta del éxito está en nuestras manos.