WASHINGTON (AP) — El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció el miércoles en la noche que pospondrá su discurso sobre el Estado de la Unión hasta que termine el cierre parcial del gobierno, cediendo luego de un enfrentamiento de una semana con la líder de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.
Tras un arriesgado juego político, Trump reconoció que “no hay un lugar que pueda competir con la historia, tradición e importancia de la Cámara de Representantes”. El dirigente dijo que no estaba buscando una sede alternativa para su celebración después de que Pelosi le notificó antes el miércoles que no le permitiría realizar su discurso ante una sesión anual conjunta del Congreso la próxima semana.
Pelosi dio el paso luego de que Trump dijo que tenía intención de presentarse ante la cámara pese a las objeciones de los demócratas al discurso mientras grandes áreas del gobierno siguen paralizadas.
Ante la negativa de poder utilizar la cámara, Trump prometió algún tipo de evento alternativo. La Casa Blanca intentó encontrar un lugar que igualase la solemnidad del tradicional discurso ante legisladores de ambos partidos, jueces de la Corte Suprema, invitados y una audiencia televisiva de millones de personas.
“Con el cierre ya en marcha, Nancy Pelosi me pidió que diese el discurso del Estado de la Unión. Yo accedí”, dijo Trump en Twitter poco después de las 23:00 horas. “Entonces ella cambió de idea por el cierre, sugiriendo una fecha más tarde. Esta es su prerrogativa - daré el discurso cuando se termine el cierre”.
Este es un nuevo capítulo en el enfrentamiento cada vez más personal entre el mandatario y Pelosi en torno a las exigencias de Trump para obtener los fondos necesarios para la construcción de un muro fronterizo, que han derivado en un cierre parcial del gobierno que no da signos de acabar tras más de un mes. El viernes, 800.000 empleados federales podrían volver a no cobrar sus salarios por segundo pago consecutivo.
Pelosi le dijo a Trump que la Cámara no aprobaría una resolución que le permita dirigirse al Congreso hasta que no se levante el cierre. Trump le respondió que tenía miedo de escuchar la verdad.
“Creo que esta es una gran mancha en el increíble país que todos amamos”, dijo Trump antes el miércoles. “Esta es una gran, gran marca horrible”.
La tensión en torno al discurso sobre el Estado de la Unión comenzó la semana pasada cuando Pelosi le pidió a Trump que hiciera otros planes, aunque se abstuvo de negarle el acceso a la cámara. No fue hasta el miércoles cuando expresó su negativa, luego de que el presidente le enviase una carta antes en el día en la que desatendía su petición.
En su misiva, Trump dijo que “sería muy triste para nuestro país si el Estado de la Unión no se realiza a tiempo, conforme a lo programado y, muy importante, en el lugar indicado”.
Pelosi cortó la polémica poco después. También por escrito, dijo al mandatario que la cámara “no considerará una resolución que autorice el discurso presidencial del Estado de la Unión en la Cámara de Representantes hasta que se haya abierto el gobierno”.
El presidente no puede hablar frente a una sesión conjunta del Congreso sin el permiso explícito de ambas cámaras. El legislativo necesita aprobar una resolución en la que se especifique la fecha y hora para la recepción del discurso del mandatario.
Mientras, el Senado se preparaba para votar esta semana dos propuestas enfrentadas sobre el cierre. La iniciativa republicana le daría a Trump el dinero que pide para el muro a cambio de concesiones temporales para algunos migrantes, mientras que la demócrata reabriría el gobierno hasta el 8 de febrero, sin concederle los fondos pero dando más tiempo a los negociadores para debatir al respecto.