WASHINGTON (AP) — El director de Inteligencia Nacional Dan Coats dejará su puesto el mes próximo, poniendo fin a un período de dos años en el que el presidente Donald Trump se enfrentó varias veces con funcionarios de inteligencia.
El mandatario anunció vía Twitter el domingo que Coats dejará sus labores el 15 de agosto, y le agradeció por sus servicios. Indicó que nominará al puesto al representante republicano John Ratcliffe, y nombrará un reemplazo interino en los próximos días.
Ratcliffe suele defender a Trump y cuestionó duramente al exfiscal especial Robert Mueller durante su comparecencia ante la Comisión de Asuntos Jurídicos de la Cámara de Representantes la semana pasada.
Frecuentemente Coats parecía estar fuera de sintonía con el mandatario, y reveló ante fiscales cómo el presidente lo exhortó a negar públicamente que hubiera vínculos entre Rusia y la campaña presidencial de Trump. La relación deteriorada refleja divisiones amplias entre el mandatario y las agencias de inteligencia del gobierno.
Los desacuerdos públicos, y en ocasiones personales, de Coats con Trump en materia política y de inteligencia incluyeron la injerencia rusa en las elecciones y las capacidades nucleares de Corea del Norte. Desde hace tiempo el mandatario ha expresado su escepticismo en torno a la comunidad de inteligencia en el país, la cual lo irritó tras determinar que Rusia interfirió en los comicios presidenciales de 2016 con el objetivo de lograr que él fuera elegido.
Coats, exsenador republicano, fue nombrado director de Inteligencia Nacional en marzo de 2017, convirtiéndose en la quinta persona en ocupar el cargo desde su creación tras los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2011 para supervisar y coordinar a las 17 agencias de inteligencia en el país.
Coats fue uno de los últimos funcionarios con amplia experiencia en política exterior en ser nombrados para arropar al presidente tras su triunfo electoral en 2016, un grupo del cual el mandatario se fue deshaciendo a medida que adquiría más confianza en la Oficina Oval, indicaron funcionarios. La plantilla incluía a los titulares de Defensa, Jim Mattis, y de Estado, Rex Tillerson, y posteriormente se integró el asesor de Seguridad Nacional H.R. McMaster.
Coats se hizo de una reputación al interior del gobierno de presentarle de manera seria y serena al presidente las conclusiones en materia de inteligencia que, ocasionalmente, contradecían los objetivos políticos de Trump.
Los rumores en torno a su salida habían circulado durante meses, y funcionarios de inteligencia anticipaban que dejaría el cargo antes de que la campaña presidencial de 2020 alcanzara su punto más álgido.
El anuncio de Trump sobre la salida de Coats se da apenas días después de que Mueller presentó un testimonio público sobre su investigación de dos años a la interferencia rusa en las elecciones y la posible obstrucción de justicia por parte de Trump, algo que las autoridades indican que enfureció, pero también envalentonó, al mandatario.
Coates se había mantenido como uno de los funcionarios de alto rango más discretos en el gobierno del presidente pero, en sus pocas apariciones públicas, contradijo repetidamente las posturas del gobierno, incluyendo el tema de Rusia.