COLLEVILLE-SUR-MER, Francia (AP) — El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, elogió el jueves el heroísmo de los soldados de su país y de los aliados que participaron en el histórico Desembarco de Normandía, señalando que “están entre los más grandes estadounidenses que hayan vivido”.
Trump participó junto a otros líderes en un acto en el Cementerio Estadounidense en Normandía, Francia, para recordar a los que murieron y participaron en la batalla con la que inició el fin de la Segunda Guerra Mundial.
El presidente describió a los 130.000 soldados que lucharon en Normandía como “ciudadanos de naciones libres e independientes, unidos por su deber hacia sus compatriotas y hacia miles de que todavía no habían nacido”.
Trump también quiso dar seguridades a los aliados que dudan de confiar en Estados Unidos bajo su mandato: “A todos nuestros amigos y socios: nuestra preciada alianza se forjó en el fragor de la batalla, se probó en las penurias de la guerra y en las bendiciones de la paz. Nuestro vínculo es inquebrantable”, apuntó.
El abundante coraje mostrado por quienes participaron en el llamado Día D procedía de su abundante fe, agregó el presidente estadounidense.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, acompañó a Trump en el acto y dijo a los veteranos estadounidenses de Normandía que “Francia no olvida” el sacrificio que hicieron por la libertad de su país.
“Sabemos lo que les debemos, veteranos: nuestra libertad”, manifestó Macron. “En el nombre de mi nación, sólo quiero decirles gracias”.
Trump, que venía de participar el miércoles en la conmemoración del Día D en Portsmouth, Inglaterra, dijo en Francia que los veteranos son el orgullo de Estados Unidos. Relató las historias de varios veteranos.
Luego de la salva de cañones, Trump, Macron y sus esposas salieron a un balcón sobre la playa Omaha, escenario de los combates más encarnizados. Un clarín tocó a silencio y una formación de aviones de combate pasó dejando estelas rojas, blancas y azules. En el cementerio, Melania Trump colocó un ramo de flores blancas al pie de una cruz.
Trump viajó luego por separado a Caen, en Francia, para una reunión y almuerzo antes del regreso del presidente a su club de golf en Irlanda.