YORK, Pensilvania, EE.UU. (AP) — Mientras los demócratas dan inicio a su convención en Chicago, Donald Trump intenta recuperar el equilibrio después de semanas de luchar para adaptarse a la vicepresidenta Kamala Harris como su rival.

El expresidente y candidato republicano pronunció un discurso en una fábrica de Pensilvania el lunes, en un intento de socavar la celebración demócrata con una agenda apretada. Está celebrando actos diarios en estados en disputa vinculados a temas en los que los republicanos creen tener ventaja, como la economía, el crimen y la seguridad, la seguridad nacional y la frontera.

“Kamala Harris es una destructora de la economía y del país”, dijo Trump a los trabajadores de fábrica y a sus partidarios reunidos en Precision Custom Components, una empresa que fabrica componentes para uso militar y nuclear.

Es la semana de campaña más intensa para Trump desde el invierno, cuando se enfrentó a un gran número de rivales en las primarias republicanas. Y su enfoque en la política en los estados en disputa refleja las preocupaciones de los aliados de Trump, que lo han instado a tratar de ampliar su atractivo entre los votantes indecisos, a medida que estos se ponen cada vez más nerviosos por la competitividad de Harris.

En las semanas transcurridas desde que el presidente Joe Biden abandonó su candidatura a la reelección, Trump ha parecido negarlo en ocasiones y ha lanzado una serie de ataques profundamente personales contra Harris. Ha mentido sobre las multitudes a las que acude al afirmar que las imágenes de ellas fueron generadas por inteligencia artificial, ha hablado de su apariencia y ha jugado con tropos racistas al cuestionar su identidad racial mientras se postula para convertirse en la primera mujer, la primera mujer negra y la primera persona de ascendencia del sur de Asia en llegar a la Oficina Oval.

Los estallidos han suscitado preocupación entre los aliados de que Trump esté dañando sus posibilidades en lo que creen que es una carrera eminentemente ganable.

“Si hay un debate político para elegir a un presidente, él gana. Donald Trump, el provocador, el showman, puede que no gane estas elecciones”, dijo el senador de Carolina del Sur Lindsey Graham el domingo en el programa “Meet the Press” de la NBC, haciéndose eco de las preocupaciones de otros.

Graham dijo que quería que Trump se centrara en sus planes para la economía y la frontera entre Estados Unidos y México. “La política es la clave de la Casa Blanca”, afirmó.

“Tiene que dejar de hablar de Biden y no de Harris, que se aprovecha de esas políticas”, dijo Kory Jeno, de 53 años, de Swannanoa, Carolina del Norte, que esperaba para ver a Trump hablar la semana pasada en la cercana Asheville. “Tiene que mantener la conversación centrada en los temas y en lo que va a hacer por los estadounidenses, en lugar de salirse por la tangente y atacarla y ese tipo de cosas”.

Trump “tiene que parar los ataques personales”, se hizo eco Mary Ray, de 75 años, quien le aconsejó “ser discreto cuando hablas”.

Cuando se le preguntó si estaba pensando en los ataques personales más incendiarios de Trump (llamar a Harris una "mujer desagradable" y cuestionar cómo habla de su herencia birracial), Ray frunció el ceño y los labios.

“Le duele ante otros votantes”, dijo Ray.

Otros le han instado a acelerar su agenda y alejarse de los mítines, donde grandes multitudes de sus más ardientes partidarios aplauden su retórica más incendiaria.

“Los grandes mítines están bien, pero me gusta cuando va a un restaurante o simplemente habla con alguien de la calle”, dijo Bruce Fields, de 70 años, que trabaja en el sector inmobiliario comercial en Harrisburg, Pensilvania. “Cuando habla con la gente común, le da un toque personal”.

Una conferencia de prensa sobre economía termina con una charla sobre los veteranos heridos

Pero incluso en eventos promocionados como discursos políticos, Trump a menudo se desvía y socava su propio mensaje con comentarios que eclipsan todo lo demás.

El desafío para los republicanos quedó en evidencia la semana pasada, cuando Trump invitó a los periodistas a su campo de golf en Bedminster, Nueva Jersey, para hablar sobre la economía. De pie frente a una variedad de productos de supermercado, Trump se mantuvo fiel a su mensaje, habló sobre el aumento de precios y culpó a Biden y Harris por implementar políticas a las que atribuyó el aumento de la inflación.

Pero más tarde esa noche, les dio a los demócratas más argumentos cuando organizó un evento sobre el antisemitismo con la multimillonaria donante republicana Miriam Adelson. Dijo que recibir la Medalla Presidencial de la Libertad, el premio civil más importante del país, era “mucho mejor” que recibir la Medalla de Honor del Congreso, porque los destinatarios del máximo honor militar del país suelen estar gravemente heridos o muertos.

El sábado, en un mitin en Pensilvania , Trump pasó repetidamente de un mensaje centrado en la economía a ataques personales contra Harris, incluida una declaración de que él es "mucho más guapo" que ella.

El lunes, se mantuvo en gran medida fiel a sus comentarios preparados al criticar el enfoque de Harris sobre la economía y la energía y prometió nuevas e importantes inversiones en plantas de energía e infraestructura energética si gana, incluidas pequeñas plantas nucleares.

Aun así, se desvió hacia lo personal, atacando al padre de Harris, un profesor de economía de la Universidad de Stanford nacido en Jamaica, como "marxista", y llamando a su compañero de fórmula, el gobernador de Minnesota Tim Walz, un "chiflado".

“Entre su movimiento y su risa hay mucha locura”, dijo.

Su campaña rechaza la idea de que está tratando de restablecer

Los asesores de Trump niegan que estén involucrados en cualquier tipo de esfuerzo para reiniciar la campaña, incluso mientras incorporan nuevos empleados, incluidos veteranos de las campañas de Trump de 2016 y 2020.

Los asesores del expresidente siguen siendo optimistas sobre sus posibilidades. Insisten en que Harris y los demócratas están envueltos en un fugaz momento de entusiasmo con su nueva candidata, y confían en que los votantes se desilusionarán con la vicepresidenta a medida que conozcan más sobre sus comentarios y posiciones anteriores.

Su intención es pasar la recta final de la carrera presentándola como una extremista liberal y contrastando los diferentes enfoques de los candidatos sobre la economía, el crimen y la inmigración.

“El presidente Trump ha seguido hablando de una inflación altísima que ha aplastado a las familias estadounidenses, una frontera fuera de control que amenaza a todas las comunidades y un crimen desenfrenado mientras Kamala Harris sigue ocultándose de la prensa”, dijo el portavoz de la campaña de Trump, Steven Cheung, y agregó que Trump “estará recorriendo estados en disputa en todo el país para procesar el caso contra una Kamala Harris débil, fracasada y peligrosamente liberal”.

Algunas encuestas muestran que Harris se desempeña mejor que Biden en estados clave como Pensilvania, Michigan y Wisconsin, aunque la mayoría aún sugiere una carrera reñida.

Según una nueva encuesta de The Associated Press-NORC Center for Public Affairs Research , aproximadamente la mitad de los adultos estadounidenses (el 48%) tienen una opinión muy o bastante favorable de Harris. Eso es algo mejor que el 41% de los adultos que dicen tener una opinión favorable de Trump.

Colvin informó desde Bedminster, Nueva Jersey. Los periodistas de Associated Press Michelle L. Price en Nueva York y Bill Barrow en Asheville, Carolina del Norte, contribuyeron a este despacho.

Jill Colvin

Colvin es una periodista política nacional de Associated Press que cubre la campaña presidencial de 2024. Vive en Nueva York.

(Foto AP/Carolyn Kaster)