Un hombre de Colorado que murió después de ser mordido por un monstruo de Gila no fue el único que tuvo como mascota al lagarto de aspecto retorcido.Su posesión es legal en la mayoría de los estados, se encuentran fácilmente a través de criadores y en exposiciones de reptiles, y son ampliamente considerados por sus llamativos patrones de color y su personalidad típicamente tranquila.
Pero si bien la muerte de Christopher Ward, de 34 años, el viernes puede haber sido la primera a causa de un monstruo de Gila en Estados Unidos en casi un siglo, se sabe que la mordedura de la criatura es insoportable y venenosa. Por esa razón, algunos cuestionan la conveniencia de tener esta especie como mascota.
"Es como si te golpearan la mano y quedaran atrapadas en la puerta de un auto", dijo el profesor de la Universidad Estatal de Arizona, Dale DeNardo, sobre la picadura del lagarto. “Incluso ese dolor inicial se prolonga durante una hora. Luego vienen los días típicos de dolor, dolor punzante. Es mucho peor que cualquier abeja, avispa o escorpión”.
DeNardo, un entusiasta del monstruo de Gila que ha estudiado a los reptiles durante décadas, dijo que ni siquiera a él le gustaría tener uno en su casa.
A los pocos minutos de que el lagarto mascota de Ward, llamado Winston, le mordiera la mano sin soltarla, Ward vomitaba y no podía respirar, según un informe del oficial de control animal que entrevistó a su novia.
Le pusieron soporte vital, pero no se recuperó y murió menos de cuatro días después de la mordedura.
La novia de Ward le dijo al control de animales que compraron Winston en una exhibición de reptiles en Denver en octubre y otro monstruo de Gila llamado Potato de un criador en Arizona en noviembre. Ella entregó los lagartos para que los llevaran a un santuario de reptiles de Dakota del Sur después de la mordedura.
Colorado requiere un permiso para tener un monstruo de Gila (pronunciado HE-la). Sin embargo, sólo las instalaciones de tipo zoológico reciben tales permisos y Ward aparentemente no tenía uno para sus lagartos, dijo la portavoz de Parques y Vida Silvestre de Colorado, Kara Van Hoose.
Al ser vendido en una exposición de reptiles, es posible que Winston haya pasado desapercibido para las autoridades estatales. Los agentes del Departamento de Recursos Naturales de Colorado a veces asisten a espectáculos para asegurarse de que no se vendan animales ilegales.
"Esto sucede de vez en cuando", dijo Van Hoose. "Les hemos confiscado algunos".
En línea, los criadores venden monstruos de Gila por 1.200 dólares o más después de que emergen las crías en el otoño. Si bien es posible que algunas personas capturen monstruos salvajes de Gila para tenerlos como mascotas, DeNardo dijo que las carreteras y la pérdida de hábitat debido a la construcción de viviendas son las mayores amenazas de los reptiles.
El hábitat natural de los lagartos se extiende desde el norte de México hasta Arizona y partes de California, Nevada, Nuevo México y Utah. Si bien la disminución de la población a veces se considera una preocupación (quizás hasta varios miles en la naturaleza), los monstruos de Gila no están protegidos como especies amenazadas o en peligro de extinción.
Estados como Maine y Kentucky prohíben tener monstruos de Gila como mascotas, mientras que otros como Montana ni siquiera exigen permisos para tenerlos. Muchos estados se encuentran en el medio y exigen un permiso para tener animales.
Uno de esos titulares de permisos es Colorado Gators, un santuario de reptiles y atracción turística no lejos del Parque Nacional y Reserva Great Sand Dunes en la zona rural del sur de Colorado. La instalación con una fuente de agua subterránea naturalmente cálida acoge caimanes y otros reptiles rescatados, confiscados y abandonados, incluido un monstruo de Gila tras la muerte del dueño de una tienda de mascotas.
El propietario, Jay Young, se cuenta entre los fanáticos del monstruo de Gila.
“Por supuesto, sólo ciertas personas deberían tenerlos y en lugares donde puedan tenerlos legalmente”, dijo Young. “Pero son simplemente adorables. Solo mira esa carita. Uno de los lagartos más lindos, sin duda”.
Pueden vivir al menos 20 años con una dieta de pequeños roedores y huevos de codorniz, viviendo en un acuario pequeño de 15 a 20 galones (57 a 76 litros), dijo Young.
En la naturaleza, los monstruos de Gila pasan hasta el 95% del tiempo bajo tierra para conservar agua en climas cálidos y secos, y salen con más frecuencia en climas húmedos, dijo DeNardo.
Para su tamaño, de hasta 56 centímetros (22 pulgadas), los monstruos de Gila viajan mucho, recorriendo un área tan grande como 100 o más campos de fútbol estadounidenses en busca de presas, incluidos huevos de aves en nidos en lo alto de los cactus. Para llegar allí, conservan energía y mantienen un ritmo lento pero constante para un lagarto.
Debido a que son lentos, dependen de su doloroso veneno para defenderse, y a menudo dan un silbido de advertencia antes de atacar.
"Nunca es accidental", dijo DeNardo. "Tienes que estar jugando con ellos".
Antes de Ward, la última persona que murió por la mordedura del monstruo de Gila, alrededor de 1930, pudo haber tenido cirrosis hepática, dijo DeNardo. Un informe de la autopsia aún por publicar puede mostrar si el veneno del lagarto de Ward lo mató directamente o si una condición subyacente, como una alergia, fue un factor.
"Sospecho mucho que este será similar", dijo DeNardo, "que esta persona tenía alguna causa subyacente que lo hacía más susceptible".
(Foto AP/Ted S. Warren, archivo)
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