
Los manifestantes recorrieron las principales avenidas y se concentraron en el centro histórico de San Salvador. Sonia Urrutia, una de las dirigentes del izquierdista Bloque de Resistencia y Rebeldía Popular, dijo a los periodistas que estaban manifestándose al cumplirse el 31ero aniversario de los acuerdos, pero también para rechazar las medidas impulsadas por Bukele para combatir las pandillas y la posibilidad de que el gobernante busque un segundo mandato.
Urrutia denunció que el gobierno intentó impedir la marcha al colocar retenes de policías y soldados en los puntos de acceso a la capital, aunque no se observó a uniformados cerca o siguiendo la marcha. De acuerdo con reportes de la prensa se hacían registros de las personas que se transportaban en los autobuses colectivos para verificar que no portaran armas.
Ronal Amaña, un veterano político que ahora busca liderar un amplio bloque de oposición para competir en las elecciones presidenciales del 2024, dijo que estaban recibiendo el apoyo de la gente pese “a las maniobras que este hombre (Bukele) está usando, el terrorismo, para mantener al pueblo con miedo”.
En la marcha participaron varias organizaciones sindicales y de la sociedad civil, entre ellos familiares de personas detenidas durante el régimen de excepción que exigieron su libertad al asegurar que no tenían nexos con las pandillas.
En un mensaje a sus compañeros de lucha opositora, el dirigente ambientalista Ricardo Navarro aseguró que con las políticas de Bukele el país está volviendo al pasado y afirmó que “nos está condenando a una nueva guerra”.

La última víctima fue identificada con las iniciales B.A.J, de 16 años, y murió en la región sureña de Puno, según el reporte de la Defensoría del Pueblo el jueves al mediodía.
Los familiares dijeron que llevaba internado desde hacía dos días en estado crítico por tener incrustada una bala en el cerebro, en una transmisión con el sitio web del diario peruano La República.
Con este deceso, se elevaron a 19 los fallecidos durante las protestas en Puno, donde el lunes ya se había registrado la jornada más letal de la convulsión en el país andino, que incluyó la muerte de un policía calcinado en su coche patrulla tras ser atacado por un grupo de manifestantes.
La Defensoría del Pueblo reportó el jueves que hubo movilizaciones, paralizaciones y bloqueos de vías en 35 provincias, la mayoría de regiones del sur del país.
Además, registró 80 puntos de bloqueo en vías nacionales y un cerco de manifestantes a un centro comercial en la ciudad de Arequipa, en otra región sureña del mismo nombre.

Según el Vaticano, el decano del colegio cardenalicio, el cardenal Giovanni Battista Re, oficiará el funeral de Pell en la basílica de San Pedro. Como es costumbre cuando fallece un cardenal, Francisco pronunciará un responso y un saludo final.
Pell, que fungió como el primer ministro de Finanzas del pontífice durante tres años antes de regresar a Australia para enfrentar acusaciones de abusos sexuales a menores, murió el martes en un hospital de Roma por problemas cardíacos tras una operación de cadera. Tenía 81 años.
Desde que en 2020 fue exculpado de las acusaciones de abusar de dos niños que formaban parte del coro cuando era arzobispo de Melbourne, Pell dividía su tiempo entre Roma y Sydney. La Corte Suprema australiana revocó la condena de un tribunal menor y el cardenal quedó libre tras pasar 404 días en aislamiento.

Los vehículos no pueden avanzar debido a los grandes montículos de arena apilados sobre la carretera a su paso por la localidad de San Carlos, a 110 kilómetros (68 millas) de Santa Cruz. Por entre los montículos solo circulan las motocicletas que llevan pasajeros.
La medida busca hacer que el gobierno se dé cuenta de que no puede vivir sin Santa Cruz, según Micol Paz, un activista de 32 años de Creemos, el partido del gobernador de la región de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho.
Camacho, el líder opositor más destacado del país, fue detenido en diciembre por cargos de terrorismo, lo que desencadenó una serie de protestas en esta región oriental, que es el motor económico y el centro agrícola de Bolivia. Los cortes de carreteras para reclamar su liberación, como el de San Carlos, han sembrado el caos en la cadena de distribución, dispararon los precios y agravaron las tensiones entre el gobierno izquierdista en la capital, La Paz, y la oposición de derechas en Santa Cruz.
El arresto de Camacho deriva de las movilizaciones que provocaron la renuncia del entonces presidente Evo Morales en 2019. El partido de Morales, que ha regresado al poder, acusa al gobernador de orquestar unas protestas que califica de golpe de Estado. Esos disturbios causaron 37 muertos.

La gerencia regional de Salud de Cusco explicó que 37 civiles y seis agentes de policía resultaron heridos luego de que los manifestantes trataron de tomar el aeropuerto de la ciudad, un destino clave en el país por su atractivo turístico, especialmente la ciudadela inca de Machu Picchu.
La Defensoría del Pueblo, por su parte, indicó el miércoles que, desde diciembre, 39 civiles han muerto en choques con la policía y otros siete murieron en accidentes de tráfico y otros incidentes relacionados con los cortes de carreteras, además de un policía asesinado.
En la víspera, el gobierno de Perú anunció un toque de queda en Puno, desde las 20:00 a las 04:00 horas, para los próximos tres días.
El departamento reportó también movilizaciones, paros y bloqueos de vías en 41 provincias, la mayoría en regiones del sur: Apurímac, Ayacucho, Arequipa, Cusco, Puno, Tacna, Madre de Dios, en el sureste en la selva. Además hubo incidentes en el centro, en Lima y Huancavelica, y en el norte del país, en Lambayeque y San Martín. En total, en el día hubo 72 puntos de bloqueo en vías nacionales.